El paquete de nueve medidas anunciado por Pedro Sánchez para luchar contra el "genocidio" de Israel en Gaza incluye como uno de sus puntos centrales la aprobación de un decreto ley para formalizar el embargo de armas al Estado hebreo. El Gobierno lo llevaba aplicando "de facto" desde octubre de 2023, pero la insistencia de Sumar para consolidar jurídicamente "la prohibición legal y permanente de comprar y vender armamento, munición y equipamiento militar a Israel" ha acabado convenciendo a Sánchez. 

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Para saber exactamente qué armamento le estábamos vendiendo al Gobierno de Benjamín Netanyahu hay que recurrir al informe más reciente de la Secretaría de Estado de Comercio, que detalla las exportaciones españolas de material de defensa en el primer semestre de 2024. En ese texto se menciona que la política de España a la hora de exportar armas a Israel ha sido "extremadamente restrictiva" desde el año 2001, a raíz de la Segunda Intifada, "no habiéndose autorizado la exportación definitiva de ningún armamento ni equipo que resultasen letales". 

El año pasado, ante las presiones que ya comenzaba a ejercer Sumar con este tema, la por entonces secretaria de Estado de Comercio, Xiana Margarida Méndez, precisó que España únicamente envía armamento letal a Israel con "carácter temporal". Es decir, se usan en "demostraciones, ferias, reparaciones o reexportaciones". Asimismo, en los últimos 24 años España tampoco ha autorizado exportaciones de equipos que pudiesen ser empleados "como material antidisturbios por parte de las Fuerzas Armadas o de seguridad de Israel".

No obstante, después de la escalada de tensión en Gaza, el Gobierno quiso endurecer aún más su postura. "A partir del 7 de octubre de 2023, no se ha autorizado ninguna nueva operación de exportación definitiva de material de defensa con destino final en Israel", se lee en el mismo informe de la Secretaría de Estado de Comercio.

Como consecuencia de todo esto, durante el primer semestre de 2024 -los últimos datos públicos- las exportaciones de material de defensa realizadas a Israel ascendieron a un total de 1.255.384 de euros, de los cuales la gran mayoría (1.225.232 euros) correspondieron a sistemas de dirección de tiro. El resto se repartió entre vehículos terrenos y componentes (18.743 euros) y aeronaves, vehículos más ligeros que el aire, vehículos aéreos no tripulados (UAV) y motores (11.409 euros). Los usuarios finales de esos productos fueron en gran mayoría empresas privadas (98,5%), siendo el 1,5% restante para las FFAA israelíes.

Esas exportaciones se trataron, recalca el informe, de material no letal y exportado de manera temporal para ser objeto de "reparación y mantenimiento para ser usado finalmente por el Ministerio de Defensa español, como ciertos componentes de vehículos o devoluciones de equipos defectuosos, además de otras exportaciones cuyo destinatario final es el ejército de Filipinas".

En cuanto a los productos de doble uso -aquellos que pueden destinarse a usos tanto civiles como militares o usos nucleares-, durante los seis primeros meses del año pasado el montante total de las exportaciones se situó por debajo de 100.000 euros y se trató, de nuevo, de material "no letal, como planchas de fibra de vidrio o amplificadores de potencia".

De los 98.094 que ganó a España gracias a los productos de doble uso vendidos a Israel, 31.630 correspondieron a materiales, sustancias químicas, "microorganismos" y "toxinas". Otros 43.000 euros, al tratamiento de los materiales. Navegación y aviónica registró 17.000 euros, y las telecomunicaciones y "seguridad de la información", 6.464 euros. En este caso, el 100% de los clientes finales fueron empresas privadas israelíes.

Datos que no cuadran

En mayo de este año el Centro Delàs de Estudios por la Paz publicó un informe que contradecía los datos ofrecidos por el Gobierno. Según el organismo independiente, España había realizado 88 envíos de material bélico al Estado hebreo desde el 7 de octubre de 2023 -la fecha en la que Hamás atacó a Israel y el conflicto se recrudeció- hasta el 31 de marzo de 2025. Unos negocios que reportaron a España, según el estudio, 5,3 millones de euros, una cantidad cinco veces superior a la que el Gobierno español reconoce.

El Centro Delàs de Estudios por la Paz aseguraba en ese estudio que la "letalidad" del material de defensa es un argumento utilizado por España exclusivamente en el caso de Israel. Y deslizaba que la información disponible "sugiere" que el material exportado por la empresa Nammo Palencia en noviembre de 2023 fueron 12.260 unidades de munición de calibre 30 mm x 173, de los que 200 tendrían carga explosiva. "El destinatario fue Elbit Systems, la mayor empresa de defensa israelí. El Gobierno español ha argumentado que eran 'para pruebas y demostraciones', pero esto no figura en el informe oficial", detallaban.

Como respuesta a este informe, el pasado junio, en una comparecencia en el Congreso, la ministra de Defensa, Margarita Robles, afirmó que, aunque respetaba el trabajo del Centro Delàs, sus datos se extraían exclusivamente de la Administración de Israel, y más concretamente de la autoridad de impuestos israelí. Algo que, a su juicio, le impedía darles credibilidad.

"Sin entrar a valorar la mayor o menor exactitud de esa información, entenderán que he de ceñirme a los datos de las instituciones públicas españolas, sobre todo si, como el propio informe reconoce, no hay homogeneidad o uniformidad en la codificación de los productos afectados en el estudio", argumentó. "Si no creemos a Israel en algunas cosas, no podemos creerlos en nada, porque ¿qué credibilidad tienen esas autoridades?", cuestionó.

A falta de conocer los datos completos de exportaciones del 2024, los principales contratos de armamento entre los dos países suelen ir en dirección contraria. Es algo que la propia Robles admitió ante el Congreso, explicando que las FFAA españolas emplean desde hace "muchos años" instrumentos e incluso municiones de origen israelí. "Tenemos el compromiso claro e inequívoco de que toda esa tecnología pase a ser española", destacó.

"Hemos llamado a esto el plan de desconexión", afirmó Robles, que explicó que ha mantenido múltiples reuniones con la industria de defensa para abordar este tema. "Hemos hablado con ellos para que nos digan si podemos sustituir programas como el de misiles Spike y el de lanzacohetes Silam por tecnología española, y nos han dicho que sí", sostuvo, aunque no dio fechas: "Probablemente lo retrasemos un poco más en el tiempo, o no, porque la industria de defensa española es muy buena trabajando y crea empleo".

Según el Centro Delàs, entre el 7 de octubre de 2023 y el 28 de febrero de 2025, España importó de Israel productos del código 93 ("armas y municiones") valorados en más de 15 millones de euros, además de otros 21,6 millones de euros del código 8710 ("tanques y demás vehículos automóviles blindados de combate, incluso con su armamento; sus partes").

La suma total de las importaciones, de acuerdo con la institución catalana, alcanzaba los 36,7 millones. "2024 tuvo la segunda cifra más elevada en la década anterior. El récord fue en 2023, y más de la mitad se importó en el último trimestre. Es decir, nunca España ha importado tanto como tras el 7 de octubre de 2023. Con todo, estos códigos 93 y 8710 apenas representan una parte menor del material de defensa 'comprado' a las empresas israelíes", relataban.

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