En la autopista de la electricidad ya no cabe nadie más. Cada año son muchas las empresas que no pueden conectarse a la red y deben asumir que no elevarán su potencia contratada para hacer frente a un nuevo proyecto o un repunte de la productividad. O peor aún, que simplemente no podrán instalarse al no contar con conexión autorizada para engancharse al sistema eléctrico. Sólo el año pasado, de los 67,2 GW de nueva potencia solicitada por las empresas apenas un 9% fue autorizada: es decir, 6,2 GW. El resto, o sigue esperando o simplemente sabe que no podrá ‘enchufarse’.

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Son los centros de datos y la Industria los sectores que en mayor medida están sufriendo la congestión, cuando no el colapso, de la red eléctrica en nuestro país. Los datos aportados en el informe “Conectando el futuro: Redes eléctricas para una España más competitiva”, elaborado por Deloitte en colaboración a Aelec, revelan que en 2024 los centros de datos solicitaron acceso a la red por una potencia global de 19,3 GW. Supone una cantidad inasumible por la red actual. Apenas el 2% de la potencia solicitada fue concedida. Un 41% de la conexión demandada para instalar o ampliar los centros de datos -7,9 GW- fue rechazada por los gestores de la red y más de la mitad, el 56%, se dejó en estudio.

El segundo sector que en mayor medida ha sufrido esta situación es el industrial. El pasado ejercicio solicitó nuevas conexiones a la red por una potencia global de 18,6 GW pero sólo unos pocos afortunados vieron concedida su petición. A la Industria sólo se le autorizó incrementar su potencia en 1,8 GW, apenas un 10% del total de la reclamada. La inmensa mayoría, el 58%, fue directamente denegada y casi un tercio, el 32% se dejó en estudio.

Son sólo los dos mayores demandantes de potencia eléctrica pero no los únicos que vieron el año pasado frustradas sus pretensiones. Casi la mitad del total de las peticiones en España tuvieron que ser rechazadas, el 49%.

La mitad de las peticiones, denegadas

Se trata de un porcentaje que ha ido en aumento de año en año a medida que la actividad económica en nuestro país se ha ido incrementando o que la electrificación de la economía ha ido avanzando. A ello se suma que el modelo de empresas que se están instalando en España es, en algunos casos, -como los centros de datos-, gran demandante de potencia eléctrica. Hace apenas cinco años en España sólo se rechazaba el 27% de las solicitudes de nueva potencia por parte del tejido industrial y empresarial. Desde entonces ese porcentaje ha ido en aumento hasta alcanzar el 49% con el que se cerró el año pasado.

La falta de inversiones para ampliar y actualizar la red eléctrica es, según las compañías, una de las razones que está obligando a denegar autorizaciones de nuevas conexiones. Una situación de colapso que es especialmente grave en algunas comunidades autónomas como Euskadi, La Rioja, Aragón, Navarra y Andalucía.

El Gobierno ultima ya un plan para el próximo lustro en el que plantea una actualización y modernización de la red y del marco regulatorio. La planificación dada a conocer contempla inversiones por un importe de 13.590 millones de euros hasta 2030. Mejoras orientadas tanto hacia la red de transporte como de distribución y que sitúa a los proyectos industriales como los principales beneficiarios con 9 GW de la nueva capacidad que se quiere proporcionar al sistema. Sólo en 2024 la demanda de nuevas conexiones fue de 18,6 GW. En el caso de los centros de datos la capacidad que las mejoras en la red les otorgarían sería de 3,8 GW más. En 2024 las solicitudes abarcaron los 19,3 GW.

En el informe sobre la situación de la red eléctrica en España Deloitte estima en 21.500 millones las inversiones que serían necesarias para el periodo 2026-2030. Una estimación basada en datos de Euroelectric y en las que la fabricación de material y equipos eléctricos absorbería entre el 35% y 50%, la reparación de equipos entre un 5% y 10%, la construcción casi un 15% y el suministro de energía eléctrica entre un 20% y 25%.

Más inversión y un nuevo marco regulatorio

El principal foco de demanda que se estima que se incrementará será el de la Industria. Actualmente la electrificación de la Industria supone apenas el 30% del total. Los procesos de descarbonización que deberá intensificar en los próximos años disparará la demanda de potencia eléctrica a la red de suministro.

También la llegada de nuevas industrias, grandes demandantes de electricidad, será otro de los factores determinantes del próximo lustro. A los numerosos centros de datos proyectados por todo el país se sumará otra industria en crecimiento como es la de los sistemas de almacenamiento. La fabricación de baterías y sistemas de almacenamiento térmico e hidráulico, así como el reciclaje de baterías, se convertirá en otro frente de la economía con gran demanda eléctrica.

Desde la patronal de las eléctricas, AELEC, se considera urgente maximizar las oportunidades que una actualización y mejora de las redes eléctricas aportaría a la economía española. Una de las medidas que prioritarias es lograr atraer inversiones en redes. Para ello llaman a una evolución del actual marco regulatorio para que ofrezca una mejor retribución a quienes inviertan. Aelec considera necesario promover un modelo retributivo “coherente y estable” y el desarrollo de normas que permitan aprovechar el potencial que tienen las redes. También apelan a una adecuación de los límites a la inversión ahora en vigor, y que dejan a España en peor posición que otros países europeos.  

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