Son una industria en crecimiento exponencial. En nuestro país hace años que es imparable. El alrededor de un centenar de centros de datos operativos en nuestros país tenían una capacidad instalada de 178 MW al final del año pasado y las estimaciones del sector apuntan hacia un incremento hasta los 737 MW en 2026. Hace meses que Begoña Villacís abandonó la espera de la política para convertirse en la imagen y voz del sector. En febrero de este año fue nombrada directora Ejecutiva de la Asociación Española de Data Centers (SpainDC) y desde su nueva responsabilidad defiende que la llegada de cada vez más proyectos de datos supone una oportunidad, no una amenaza.
Recuerda que el problema no está en la gran cantidad de energía que necesitan, ni en el consumo de agua que se requiere para refrigerar este tipo de instalaciones. Asegura que España produce mucha más energía que la que consume y que las nuevas instalaciones de datos que se implantan en España son ya "circuitos cerrados de agua" o incluso sin necesidad de emplear agua.
Para Villacís el verdadero problema radica en la red eléctrica: "Es arcaica", asegura. Alejada de lo que requiere una sociedad que aspira a jugar un papel determinante en la 'cuarta revolución industrial', la de los datos, la IA e Internet. "No podemos querer avanzar hacia la economía digital con estructuras del siglo pasado". Son estas y otras cuestiones relacionadas con el desarrollo de la IA las que se abordarán en VIII Congreso Internacional de Inteligencia Artificial, organizado por El Independiente, que se celebrará en Alicante el próximo 3 de octubre.
Pregunta.- Las redes eléctricas en España están saturadas. Existe un exceso de demanda que la capacidad de la infraestructura no puede satisfacer. ¿La llegada masiva de centros de datos que está anunciada no complicará la situación?
Respuesta.- No, en absoluto. Parte de la demanda está duplicada. Al tardar en resolver la peticiones, se solicitan en varios puntos. Pero el problema no es ese. En España el consumo de energía ha ido descendiendo, en cambio, la producción de energía que generamos ha crecido. Se estima que consumimos entre el 30% y el 40% de la energía que generamos. En julio alcanzamos el récord de energía arrojada a la basura. Los productores de energía coinciden en que para alcanzar un equilibrio entre la demanda y la producción que ya existe son necesarios los centros de datos.
P.- Es decir, el problema no está ni en la demanda ni en la producción sino en la red para encauzarlas…
R.- Eso es. El problema que tenemos está en la red de transporte y distribución. Son estructuras arcaicas. Se les debe permitir a las distribuidoras hacer más red y modernizarla, eso es lo fundamental. La cuestión es que con la producción de energía que tenemos se debe atraer más demanda. Los centros de datos somos una industria importante. Tenemos un país que en las últimas décadas se ha ido desindustrializando y así ha ido cayendo la demanda.
P.- ¿Nos hemos quedado desfasados para afrontar lo que ustedes llaman la cuarta revolución industrial, la revolución de los datos?
R.- El paso que debe dar España es el que ya hicimos cuando pasamos de carreteras convencionales a ser un país de autopistas. Eso lo tenemos que hacer con el transporte de la energía. Nos tenemos que modernizar. No podemos querer avanzar hacia la economía digital, que es la economía del futuro, con estructuras del siglo pasado.
P.- ¿Son necesarios tantos centros de datos en España?
R.- Se habla mucho de Inteligencia Artificial (IA) pero debemos saber que donde realmente se desarrolla es en los centros de datos. Pero no sólo. El comercio electrónico, el envío de un WhatsApp, una videollamada o un ‘bizum’ también pasa por un centro de datos. Cuando subimos algo a la nube lo alojamos en un centro de datos. Nos hemos acompasado al uso de internet, pero hemos renunciado a entender cómo funciona y es importante que la sociedad tenga esa información. No podemos decidir entre centros de datos sí o no, sino cómo hacerlo de la mejor manera posible. Si España quiere estar en la carrera de la IA no lo puede hacer sin una infraestructura adecuada.
P.- ¿Existe riesgo de cierta ‘burbuja’ de centros de datos en nuestro país? ¿Veremos proyectos anunciados fallidos?
R.- El sector va a crecer sí o sí. Cada vez usamos más Internet, la red. Es parte de nuestra relación con el mundo, con el trabajo, etc. La IA sólo se desarrolla con datos. Personalmente creo que quien piense que la IA es una burbuja, se equivoca. Lo que sí puede haber es cierto atasco, más que burbuja. Se ha retrasado el plan de transporte de energía, y eso hace que la gente, cuando tiene que pedir necesidades de energía, sean más conservadores pidiendo.
P.- A los centros de datos les suelen acompañar voces críticas por el impacto medioambiental que se les achaca en forma de consumo de agua y energía. ¿Mito o realidad?
R.- La falta de rigurosidad en torno a esta cuestión es sorprendente. Escucho cosas que son increíbles. Me gusta la crítica fundada, no los argumentarios. El Gobierno ha presentado un decreto de eficiencia energética en el que se va a exigir a los centros de datos que demos la información de consumo energético, agua, etc. El sector ha respondido bien. Creemos que la transparencia es muy importante y poder arrojar esos datos nos ayudará a desmontar mucha de la fabulación que hay creada. Sí consumen energía, pero ese no es un problema porque España produce mucha energía renovable. Y con el cambio de sol habrá más horas de sol y de energía. Ese no es un problema.
P.- ¿Y el consumo de agua para refrigerar las instalaciones?
R.- Ese es otro argumento que no tiene rigor. En nuestro país tenemos estrés hídrico, es evidente. Por eso la práctica totalidad de centros de datos en España se hacen con circuito cerrado y los nuevos proyectos se hacen con sistemas que no requieren agua. Es decir, llenas la piscina y ya no tienes que seguir llenándola. No son el 100% pero sí la práctica totalidad en España. Cuando salgan los datos de consumo de agua a nivel Europeo España saldrá muy bien porque somos una industria adaptada al territorio. Los centros de datos que tenemos en España son de última generación y son mucho más eficientes. En España tenemos centros de datos mucho más sostenibles en términos de agua porque el país así lo exige.
P.- El incremento de demanda energética que supone el desarrollo de estos centros, ¿no puede conllevar un riesgo de saturación de las infraestructuras?
R.- No va a haber afectación alguna a la población, sino más bien lo contrario, será positivo. Ahora suponemos el 2% del uso de la energía, es nada si tenemos en cuenta que permiten una economía de escala. La alternativa a los centros de datos sería que las empresas tuvieran sus propios servidores y eso no garantizaría las medidas de eficiencia energética que sí se garantizan en los centros de datos. Deben alimentarse de energía verde y tienen unas reglas de eficiencia para mitigar costes.
P.- ¿Cuál diría que es el impacto del rápido crecimiento que está registrando el mercado de los datos en España?
R.- En los próximos cinco años para los españoles supondrá 58.386 millones de euros de inversión y 482.000 puestos de trabajos entre directo e indirecto. Los centros de datos miran a España porque estamos en el centro, aquí se cruzan los cables submarinos más importantes de EEUU, Africa, etc. y tenemos una red de fibra que hace que la latencia sea baja. Y además tenemos la energía renovable.
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