El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha dado marcha atrás en su propuesta inicial sobre la reforma del sistema de cotización para autónomos. Tras recibir una oleada de críticas por parte de organizaciones del sector, agentes sociales y partidos políticos, el plan trianual previsto fue retirado. En su lugar, se ha presentado una versión más moderada, que incluye una congelación para los tramos más bajos y subidas limitadas para el resto.
Los ingresos más bajos, exentos de subidas
El punto central de la nueva propuesta consiste en que los trabajadores autónomos con rendimientos netos iguales o inferiores a 1.166,7 euros mensuales no verán aumentadas sus cuotas. Continuarán pagando entre 200 y 260 euros al mes, en línea con lo abonado en 2025.
Esta decisión busca proteger a los trabajadores autónomos con menores ingresos, quienes conforman una parte sustancial del colectivo autónomo. El objetivo de esta reforma es promover una mayor justicia contributiva sin poner en riesgo la viabilidad de pequeños negocios o trabajadores por cuenta propia con ingresos limitados.
Aumentos mínimos para los ingresos medios y altos
En los tramos de ingresos que van desde los 1.166,7 hasta los 6.000 euros al mes, el Gobierno propone subidas leves, de entre 2,5 y 14,75 euros mensuales. Estos incrementos representan entre un 1 % y un 2,5 %, muy por debajo de los planteamientos iniciales.
Cabe recordar que la propuesta anterior llegaba a contemplar aumentos de hasta 207 euros al mes en los niveles más altos, lo que desató un fuerte rechazo. La UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) denunció subidas de entre 11 y 207 euros, lo que intensificó la presión para rediseñar el planteamiento.
El cambio de rumbo también responde al actual contexto social y político. La primera propuesta fue duramente cuestionada por asociaciones de autónomos y partidos del arco parlamentario, que la consideraban inviable y lesiva para un sector ya afectado por la inflación, el encarecimiento de los costes fijos y la transformación digital. Ante este escenario, el Ministerio ha decidido aparcar el enfoque trianual y centrarse en alcanzar un acuerdo puntual para 2026.
Hacia una cotización más equitativa, aún en desarrollo
El modelo de cotización en función de los ingresos reales, activo desde 2023, sigue siendo uno de los pilares en la transformación del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Aunque ya se aplica, su despliegue completo continúa en fase de transición.
La nueva hoja de ruta del Gobierno apuesta por avanzar hacia un sistema más proporcional, donde quienes más ganan contribuyan más, sin ahogar económicamente a los que perciben menos. No obstante, consolidar un modelo que sea a la vez justo, eficiente y aceptado por todas las partes implicadas sigue siendo un reto.
Posibles dudas a largo plazo
La rectificación del Ejecutivo ha sido recibida con alivio por gran parte del colectivo autónomo. Sin embargo, persiste la incertidumbre respecto al rumbo que tomará el sistema después de 2026. Aunque los aumentos serán más llevaderos, el coste para algunos tramos continuará subiendo, y el futuro del modelo dependerá del contexto económico y del avance de las negociaciones.
Los autónomos, que desempeñan un papel clave en el motor económico del país, se mantendrán atentos a los próximos pasos del Gobierno. Por ahora, la contención de las subidas da un respiro, pero el debate sobre cómo sostener el sistema sin sobrecargar a los más vulnerables sigue abierto.
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