En septiembre, el precio medio de los alimentos se ha encarecido un 2% respecto del mismo mes de 2024. No obstante, la variación en lo que va de año apunta a una clara ralentización; en los primeros nueve meses de 2025, la cesta de la compra apenas ha subido un 0,6%. Pero, pese a esta moderación, hay alimentos que se desmarcan de la tendencia general. El caso más llamativo es el de los huevos, que registran un incremento interanual del 17,9%, convirtiéndose en el segundo producto que más sube, tan solo por detrás de los aceites de cocina —como los de girasol o mezclas vegetales—, que avanzan un 18,2%. Además, en lo que va de año, la presión es aún más evidente. Entre enero y septiembre, los huevos se consolidan como el alimento que más se encarece, con un alza del 15,9%, seguidos por el chocolate (12,8%), la carne de vacuno (10,7%) y, en cuarto lugar, nuevamente, aparecen los aceites de cocina que no son de oliva (+7,5%).

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En esta línea, la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios en Acción (FACUA) ha analizado la variación interanual de precios de una veintena de categorías de alimentos básicos. La organización ha concluido que entre octubre de 2024 y octubre de 2025, los huevos son el alimento que más ha aumentado de precio en el último año, un 31% de media. Aunque es todavía más acusado en algunos supermercados: en Lidl, el precio pasa de 2,02 a 3,10 euros, un salto del 53,5%. Le siguen Mercadona, donde sube de 2,04 a 3,10 euros (+52%) y Dia, al pasar de 2,06 a 3,10 euros (50,5%). La tendencia, además, podría no haber tocado techo. Según advierte para El Independiente, Eloy Ureña, responsable avícola de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), el precio de los huevos "puede que suba más todavía en lo que queda de año", aunque precisa que la evolución "dependerá de cómo nos afecte la influencia aviar".

Y es que, tras este encarecimiento, hay un causante claro: la gripe aviar. Como ya avanzó este periódico, en 2024, el consumo de este alimento se incrementó un 8% y tan solo hasta marzo, lo hizo un 4,2%. Por su lado, la producción en 2025 se había incrementado un 0,3%. A esta oferta ya tensionada se suma ahora el impacto de los focos de gripe aviar que se han detectado en España, que han obligado a sacrificar a más de dos millones de aves, según informó este lunes el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.

La gripe aviar llega a España

La crisis de gripe aviar había golpeado con especial dureza el centro y norte de Europa y a Estados Unidos en los primeros meses del año. En estas regiones, la enfermedad obligó a los avicultores a sacrificar más de 150.000 millones de aves, un desplome productivo que dejó a sus mercados nacionales desabastecidos y les empujó a importar huevos de otros países. España, que entonces apenas había sufrido incidencias, se vio arrastrada por esta demanda exterior, un factor adicional que contribuyó a tensionar los precios.

Pero ese escenario de principios de año ha cambiado. El responsable avícola de COAG explica que España llevaba dos años libre de gripe aviar, sin casos ni en granjas ni en fauna silvestre. Pero este año, la llegada de aves migratorias ha disparado los contagios y ha obligado a aplicar medidas extraordinarias. "Hemos perdido más de dos millones de ponedoras", señala Ureña. Una merma que tardará en recuperarse, "reponerlas llevará entre siete meses y un año, siempre que la influenza no afecte a más granjas y todo vaya bien".

Ureña y el ministro de Agricultura coinciden en el diagnóstico: la situación exige vigilancia máxima y un refuerzo de las medidas de bioseguridad. No obstante, Planas llamó este lunes a la "serenidad", un mensaje que comparte con el sector. Según la interprofesional del huevo Inprovo, "la situación está bajo control sanitario", con solo seis granjas afectadas de las 1.623 existentes en España. Así, el control sanitario parece encarrilado, pero en materia de precios parece que no habrá tregua mientras la oferta siga constreñida y la demanda se mantenga fuerte.

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