La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha anunciado este martes durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el techo de gasto para 2026, que alcanzará los 216.177 millones de euros, un 8,5% más que en 2025.

Este incremento incorpora los 4.000 millones correspondientes a fondos europeos vinculados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, cuyo último ejercicio de vigencia será 2026. En concreto, el límite de gasto no financiero sin fondos europeos se sitúa en 212.026 millones, lo que suponen 16.673 millones más que este año.

Montero ha definido estas cuentas como unos Presupuestos "expansivos y responsables", que continuarán reforzando el Estado del bienestar, abordarán retos como el acceso a la vivienda y mantendrán la senda de reducción del déficit y la deuda pública. "Tanto el techo de gasto como las partidas presupuestarias llevan el ADN de un Gobierno progresista", ha afirmado.

Senda fiscal: déficit y deuda

El Consejo de Ministros también ha aprobado la senda de esatabilidad y de deuda pública para el periodo 2026-2028, que se remitirá a las Cortes como base para los próximos Presupuestos Generales del Estado. Tal y como avanzó la ministra de Haciendo este lunes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Política Fsical y Financiera (CPFF), las comunidades autónomas podrán incurrir en un déficit del 0,1% del PIB durante el periodo, lo que equivaldría a un margen fiscal de unos 5.485 millones de euros.

Por su lado, la Administración Central fijará su déficit en el 1,8% en 2026, cuatro décimas por debajo de lo estimado para este año, y seguirá disminuyéndolo hasta situarlo ocho décimas por debajo del nivel de 2025 en 2028. La Seguridad Social, por su parte, registrará un déficit del 0,2% del PIB en 2026 y 2027, que caerá al 0,1% en 2028, mientras que las entidades locales tendrán que alcanzar el equilibrio presupuestario, es decir, cerrar sus cuentas sin gastar más de lo que ingresan.

De esta forma, el objetivo de déficit para el conjunto de las Administraciones Públicas será del 2,1% en 2026, que se reducirá hasta el 1,8% en 2027 y al 1,6% en 2028. En cuanto a la deuda pública, Montero ha avanzado que esperan llevarla al 100,9% del PIB en 2026, al 100% en 2027 y al 99,1% en 2028, con el compromiso de que España "reduzca de forma sostenida su nivel de pasivo en los próximos años".

El PIB crecerá un 2,9% en 2025

Asimismo, el Gobierno también ha revisado al alza su previsión de crecimiento para la economía española en 2025 hasta el 2,9%. Lo que supone una mejora de dos décimas respecto de la estimación del 2,7% publicada en septiembre. Esta actualización se alinea con las recientes revisiones al alza de organismos como la que hizo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en octubre o la de la Comisión Europea este mismo lunes.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha destacado que, "a pesar del complejo entorno internacional", España mantiene un crecimiento "resiliente", sustentado en "el dinamismo del consumo privado, respaldado por la fortaleza del mercado laboral, el gran sustento de nuestro modelo productivo", y en la inversión, especialmente en el ámbito de la construcción. Asimismo, el ministro ha querido subrayar el "liderazgo" de la economía española frente a otras economías desarrolladas, gracias a un patrón de crecimiento "equilibrado y sostenido”.

Por su lado, la previsión para 2026 se mantiene en el 2,2%. Otro aspecto que han destacado durante el Consejo es que el Ejecutivo se ha porpuesto que todas estas cifras de crecimiento macroeconómico se traduzcan "en el día a día de los hogares". Para ello, el Consejo de Ministros ha aporbado un nuevo indicador que permitirá vincular los resultados macroeconómicos con los efectos reales sobre la economía doméstica.

Según explicó el ministro de Economía, se trata de una mejora metodológica del cuadro económico, que ya no se centrará únicamente en variables macro, sino que incorporará también datos micro que midan las condiciones de vida de la población. En concreto, incluirá indicadores como el índice de Gini, el reparto de la renta entre el 20% más rico y el 20% más pobre, así como la tasa de pobreza relativa.