La justicia ha dado la razón a un trabajador de una clínica dental que estaba contratado como falso autónomo por un despido improcedente. La higienista propietaria del negocio deberá indemnizarle con 16.074 euros, aunque aun cabe imponer recurso de casación.

Tal y como recoge la nota de prensa del Consejo de Dentistas, el Tribunal Superior de Madrid establece en su sentencia que el profesional fue contratado como autónomo, aunque sus labores y obligaciones eran las de un asalariado.

Los hechos que la sala considera para tal resolución son: el trabajo del dentista a jornada completa tres días por semana, los ingresos mensuales (con una retribución anual fija) que percibía, que los materiales con los que trabajaba eran propios de la clínica y que era la propietaria la que establecía sus citas de pacientes. La higienista era, además, quien decía la duración de estas visitas de los pacientes así como las tarifas correspondientes a cada tratamiento.

Una figura común en el sector

El Consejo de Dentistas reconoce que esta figura del falso autónomo es muy común en el sector, especialmente entre los dentistas más jóvenes. De esta forma, los empresarios se ahorran las cotizaciones a la seguridad social, las bajas, despidos y el mantener el salario durante las épocas de vacaciones del trabajador. Su presidente, Óscar Castro Reino, no ha dudado en referirse a estos empleadores como “empresarios sin escrúpulos”.

Para tratar de frenar este asunto, desde el Consejo plantean tomar determinadas medidas al respecto. Por ejemplo, proponen que el propio Consejo pueda “sancionar deontológicamente a aquellas compañías que lleven a cabo actividades para las que se requiere colegiación obligatoria”. Para esto sería necesaria la modificación de la Ley de Sociedades Profesionales, que también ayudaría a regular que estas empresas estuviesen en manos de profesionales colegiados.