A la hora de plantearse la vida laboral y familiar, son muchas las mujeres que se animan a trabajar por cuenta propia. De hecho, según el portal ‘clubdelasmadres.com’, el 30% de las mujeres optan por el trabajo como autónomas por su flexibilidad y compatibilidad con el cuidado de sus hijos. Pero, ¿qué hay de cierto en esto? Desde el mismo portal han entrevistado a Celia Ferrero, vicepresidenta de la Ata, para hablar de este asunto.

Ferrero tiene claro que lo de la flexibilidad horaria no es un mito, aunque es necesario tener una buena organización con respecto al trabajo. Según señala, tener esta posibilidad de flexibilizar horario no quiere decir que se trabaje menos, sino simplemente que se puede hacer “fuera de los tiempos y lugares tradicionales del trabajo asalariado”.

A pesar de ser una opción muy recurrente, lo cierto es que el grado de insatisfacción de los trabajadores por cuenta propia suele ser mayor, en casi todos los demás aspectos, que el aquellos empleados por cuenta ajena. La vicepresidenta de la ATA cree que el abandono que siente el autónomo es la clave, ya que les genera mayor frustración debido a “la falta de reciprocidad y reconocimiento de lo que los autónomos y autónomas aportan a la sociedad”.

En cuanto a las ayudas más demandadas por parte de las autónomas, con hijos o mayores a cargo, Ferrero señala a las contrataciones sin cargas y en cualquier momento. De esta forma si, por ejemplo, durante cualquier momento del embarazo, y no con los tiempos estipulados actualmente, una emprendedora pudiese contratar a alguien para ir formándole con tiempo para manejar el negocio, la transición resultaría más sencilla para ambas partes.

Por otro lado, también señala la falta de ayudas a las familias de autónomos que tienen que cuidar a sus hijos o mayores. De estas destaca las diferentes estructuras de las que podrían disponer, como guarderías o ampliación de horario en centros educativos, así como ayudas a domicilio o económicas por el cuidado de estos familiares.