Las sesiones de coaching y mentorización externa forman parte de multitud de programas de aceleración. Sin embargo, resulta complicado para muchas corporaciones incorporar por sí mismo el asesoramiento externo de un experto en gestión. ¿Qué puede aportar realmente este tipo de sesiones? ¿Es realmente el coaching un elemento activador? ¿Cuáles son las nuevas tendencias en este ámbito y cómo pueden ayudar a pymes y autónomos?

Para obtener respuestas hemos charlado con Joe Moliner, consultor, coach empresarial y growth hacker). La primera de sus recomendaciones para que estas técnicas realmente funcionen es dejar de lado el ego. "Los empresarios tienen que dejar de ser lobos solitarios". Incluso los autónomos.

Este asesor de empresas parte de su propia experiencia, así como su formación, para impulsar a aquellas compañías que quieren ser ayudadas. Según dice, no engaña a nadie: si ve que la empresa no se implica o no va a funcionar, se retira y les devuelve su dinero.

Los CEOs de las empresas tienen que ser “coachables”

Eso le sucedió el año pasado con una empresa en la que veía que, tras las sesiones, no había ningún avance ni realizaban las tareas estipuladas. De esta forma, no se iban a conseguir los objetivos y lo expuso de forma clara, separando su camino del de esta compañía. Por lo tanto, esta primera premisa resulta fundamental: que desde la empresa realmente se impliquen en el cambio. Si se sigue haciendo lo mismo los resultados seguirán siendo los mismos.

Es necesario eliminar las creencias limitantes

Este asesor también defiende que otro de los problemas principales es que la mayoría de empresarios, especialmente los españoles, tienen unas ideas y límites establecidos que deben desaparecer.

En relación a esto señala la creencia de que los negocios triunfan más en Estados Unidos debido a la potente economía del país, algo que para él no es así. De hecho, muchos de sus clientes son empresas norteamericanas (de Estados Unidos y Canadá) por lo que conoce bastante esos mercados.

Moliner afirma que la diferencia que nos separa con ellos es la disposición que tienen a escuchar y cambiar sus puntos débiles o menos fuertes. A solucionar esos problemas, o a dejarse acompañar por un coach para lograr su crecimiento.

Saber delegar

Otro de los problemas detectados cuando comienzan los trabajos en corporaciones tiene que ver con la capacidad de delegar. En muchas ocasiones, el personalismo de quien ha creado un negocio se impone. Siendo importante que las empresas tengan una personalidad y filosofía, también lo es el saber delegar.

Según su propia experiencia, el 75% de los empresarios se cargan con la responsabilidad de no saber solucionar los problemas. En su análisis, advierte que en estas cifras subyace la necesidad de delegar con tranquilidad. De ahí que recomiende vigilar en los procesos de reclutamiento de las empresas. Se busca que el empresario o directivo pueda delegar con confianza en su equipo. Para este experto, es una de las cuestiones clave para el buen funcionamiento de una pyme.

Innovaciones y tecnología para agilizar procesos

Dentro de las medidas que se analizan en un proceso de coaching también se encuentra el uso de la tecnología dentro de la actividad empresarial. Especialmente en aquellos procesos que pueden automatizarse o ejecutarse de forma más ágil, gracias al uso de la digitalización.

El uso de estas cuestiones permite reducir costes y vender más, según asegura Moliner, por lo que termina siendo uno de los valores fundamentales para acelerar la organización. Especialmente en los procesos relacionados con ventas y gestión de clientes.