La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha una campaña especial de vigilancia intensiva en los tramos de carreteras que se encuentren en obras. Esta iniciativa surge ante la preocupante estadística de siniestralidad en estas zonas y busca proteger tanto a los conductores como a los operarios que trabajan en las vías.
Los datos provisionales del Registro Nacional de Víctimas de Accidentes de Tráfico revelan que en 2024 se produjeron un total de 142 siniestros relacionados con trabajos de obras de mantenimiento y conservación en las carreteras. De estos accidentes, 23 implicaron a operarios que trabajaban o caminaban por la calzada o en sus inmediaciones, mientras que los otros 119 afectaron a trabajadores dentro de sus vehículos.
Estas cifras cobran especial relevancia cuando se considera que anualmente se realizan cerca de 23.000 obras en las carreteras españolas, generando miles de incidencias de gestión de tráfico como cortes de circulación, estrechamientos de carriles y desvíos que requieren señalización específica.
El cumplimiento de los límites de velocidad establecidos en los tramos de obras constituye uno de los principales factores de siniestralidad mortal de los operarios que trabajan en vías abiertas al tráfico. Según explicó Cristóbal Cremades, jefe provincial de Tráfico de Madrid, durante la presentación de la campaña, "la mayoría de los siniestros en las obras de mantenimiento de las vías son atropellos, la mayoría de los cuales se producen por vehículo ajenos a la propia obra y mientras se procedía a la señalización de esas obras".
Los estudios técnicos e investigaciones académicas confirman que la velocidad es el factor más influyente en este tipo de accidentes. Esta problemática se agrava por el hecho de que hasta 8 de cada 10 vehículos superan el límite de velocidad en zonas de obras, lo que justifica la implementación de medidas más estrictas de control.
Durante esta semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de las policías autonómicas que se han sumado a la iniciativa establecerán controles especiales en tramos con obras que afecten a la calzada y/o modifiquen el trazado de los carriles, incluyendo obras en túneles.
El objetivo principal es contribuir a reducir los comportamientos que implican riesgos en estos tramos: velocidad inadecuada, distracciones y adelantamientos indebidos. Para ello, la DGT ha implementado una estrategia que incluye la instalación de radares móviles que controlan la velocidad a tan solo 60 km/h en vías donde habitualmente el límite es superior.
Como parte de la modernización de la seguridad vial, la DGT está implementando los denominados "conos conectados", una tecnología pionera en Europa. Estos dispositivos inteligentes incorporan sensores avanzados, tecnología IoT (Internet de las cosas) y sistemas de iluminación de alta visibilidad.
Los conos conectados permiten comunicar automáticamente el comienzo y finalización de las obras al Centro de Gestión de Tráfico de la DGT. Una vez instalados y encendidos, se abre automáticamente una incidencia de circulación que se comparte a través de la Plataforma DGT 3.0 y del Punto de Acceso Nacional, permitiendo que los conductores reciban información en tiempo real a través de paneles de mensaje variable y navegadores.
La señalización en tramos de obras cumple una doble misión fundamental: ordena el tráfico adaptándolo a las nuevas circunstancias de la vía y adapta la circulación a la presencia de operarios trabajando en la calzada para su mejor protección. Las señales provisionales que avisan de tramos en obras se caracterizan por tener fondo amarillo, mientras que las marcas viales también se pintan de color amarillo, teniendo prioridad sobre las marcas blancas habituales.
Ante la presencia de obras en carretera, los expertos en seguridad vial recomiendan mantener extrema precaución y estar completamente concentrado en la conducción. Es fundamental reducir la velocidad según indique la señalización correspondiente y mantener una distancia de seguridad adecuada, tanto lateral como con el vehículo que precede.
Los paneles de información variable muestran con antelación suficiente la proximidad de un tramo de obras, y durante las horas nocturnas o cuando las condiciones meteorológicas lo exijan, estos tramos estarán señalizados con balizas luminosas adicionales.
Esta campaña se enmarca dentro de la Estrategia Española de Seguridad Vial 2030, que identifica las vías seguras como una de sus áreas estratégicas prioritarias. El enfoque se alinea con el Plan mundial del Decenio de acción para la seguridad vial 2021-2030, que propone un sistema de seguridad integral con el objetivo de reducir a la mitad el número de víctimas mortales para el final de la década.
La implementación de estas medidas preventivas busca no solo proteger a los trabajadores de la construcción y mantenimiento vial, sino también concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar las señales y circular de manera responsable por los tramos donde se realizan trabajos de rehabilitación y conservación de la infraestructura vial.
La colaboración entre tecnología, vigilancia intensiva y concienciación ciudadana representa el futuro de la seguridad vial en España, donde cada elemento del sistema de transporte debe contribuir a la protección de todas las personas que utilizan las carreteras, ya sean conductores, pasajeros o trabajadores de la vía.
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