El mercado español del juego online experimentó en 2024 un crecimiento notable que trasciende las cifras puramente económicas. Con un ingreso bruto de juego de 1.454,59 millones de euros, un incremento del 17,6 por ciento respecto al año anterior, y más de 2 millones de usuarios activos, el sector digital del juego se ha consolidado como un factor económico relevante. Paralelamente, el país vivió un intenso debate político sobre regulación y protección al consumidor, al que las decisiones judiciales aportaron un impulso adicional.

PUBLICIDAD

El Gobierno respondió a esta evolución con medidas concretas: nuevas advertencias en los portales de apuestas deberán alertar de forma más clara a los usuarios sobre los riesgos, mientras que la integración de los registros autonómicos busca mejorar el control. Esta constelación demuestra que el auge digital no solo ofrece oportunidades económicas, sino que plantea cuestiones fundamentales sobre la responsabilidad social y la protección del jugador.

Evolución del mercado y regulación

Desde la consolidación del marco regulatorio español, la Dirección General de Ordenación del Juego trabaja de forma continua en el perfeccionamiento del sistema. El año 2024 marcó un punto de inflexión: en abril, el Tribunal Supremo anuló disposiciones centrales del Real Decreto 958/2020, que hasta entonces había establecido restricciones severas sobre publicidad y promociones. Los magistrados justificaron su decisión argumentando que prohibiciones generales sin enfoque específico hacia grupos de riesgo resultaban desproporcionadas y limitaban excesivamente la libertad empresarial.

Esta reorientación jurídica desencadenó un amplio debate sobre la relación entre operadores de juego y clubes deportivos, así como sobre la influencia de personalidades públicas en la publicidad. Los artículos afectados regulaban, entre otros aspectos, los bonos de bienvenida, el uso de celebrities y la publicidad en plataformas de redes sociales. Más información sobre el sector y sus operadores en casino.online.

Como respuesta, el Gobierno reforzó sus medidas de protección: el ministro Pablo Bustinduy anunció en octubre de 2025 que los portales de juego deberán mostrar advertencias claras, similares a las de las cajetillas de tabaco con tres mensajes concretos para sensibilizar a los usuarios: primero, la ludopatía es un riesgo del juego; segundo, la probabilidad de ser un jugador que pierde dinero es del 75 por ciento; y tercero, las pérdidas del total de jugadores superan en cuatro veces sus ganancias. Simultáneamente se intensificaron las medidas de verificación de edad y transparencia de los operadores.

Publicidad y su efecto en el comportamiento del jugador

Tras la anulación parcial del decreto, la industria reaccionó con rapidez. El gasto publicitario ascendió en 2024 a 526,3 millones de euros, un incremento superior al 30 por ciento respecto al ejercicio anterior. Especialmente notable fue el aumento en publicidad convencional, que creció un 37,17 por ciento. Las promociones registraron también un vigoroso crecimiento del 30,84 por ciento, mientras que el patrocinio aumentó un 14 por ciento y el marketing de afiliación algo más del 10 por ciento.

Esta presencia reforzada influye de manera demostrable en los patrones de consumo, particularmente entre adultos jóvenes. Estudios del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones revelan que en el grupo de edad entre 18 y 25 años, alrededor del 12 por ciento de quienes participan en apuestas online tienen dificultades para controlar su comportamiento de juego. El número de nuevos jugadores en este segmento aumentó un 28 por ciento en 2024, alcanzando ya una cuota de mercado superior al 34 por ciento.

Como reacción se intensificaron campañas de concienciación y se ampliaron programas de autoexclusión. El Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego permite a los afectados excluirse voluntariamente de todas las plataformas con licencia. Las autoridades subrayan que la responsabilidad no debe recaer principalmente en los usuarios, sino en el Estado y los operadores para crear entornos seguros.

Impacto social y sanitario

Análisis del Ministerio de Sanidad y de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados muestran un panorama diferenciado: el número de tratamientos por comportamiento problemático con el juego se mantuvo relativamente estable, lo que apunta hacia una mayor sensibilidad social y mecanismos de prevención mejorados. El juego patológico se reconoce cada vez más como una adicción conductual y se trata en consecuencia.

La evolución positiva también se atribuye a la cooperación más estrecha entre operadores, organismos públicos y entidades sociales. Iniciativas conjuntas de juego responsable han contribuido a detectar señales de alerta de forma más temprana y a dar mayor difusión a las ofertas de ayuda. Simultáneamente crece la conciencia de que las ofertas digitales de juego entrañan riesgos especiales por su disponibilidad permanente, un aspecto que recibe atención creciente en el debate público.

Los datos también revelan desafíos: un análisis realizado por la Dirección General concluyó que más de la mitad de los estudiantes entre 14 y 18 años no han recibido información sobre los riesgos del juego y las apuestas. Este hallazgo subraya la necesidad de una labor educativa preventiva ya en el entorno escolar.

Política, economía y percepción pública

El auge digital ha marcado de forma duradera el debate político en España. Cuestiones como la fiscalidad, las restricciones publicitarias y la protección de menores figuran regularmente en la agenda. Las medidas anunciadas para 2025, en particular la obligación de advertencias visuales en portales de apuestas, reflejan el esfuerzo por conciliar intereses económicos con responsabilidad social.

Económicamente, la industria contribuye a la digitalización y crea empleos especializados en ámbitos como seguridad informática, procesamiento de pagos y atención al cliente. Los ingresos fiscales estatales procedentes del juego online regulado se destinan, entre otros fines, a programas de prevención y proyectos sociales. No obstante, los críticos señalan que estos ingresos no deben hacer olvidar los costes sociales generados por el comportamiento problemático con el juego.

Otro foco político reside en la legislación proyectada sobre servicios de atención a la clientela, que prevé, entre otros aspectos, una nueva regulación de la publicidad del juego. En particular, se pretende volver a restringir los bonos de bienvenida y el uso de personalidades prominentes en campañas dirigidas específicamente a audiencias jóvenes. Este propósito demuestra que el debate sobre el equilibrio entre libertad de mercado y protección del consumidor dista mucho de estar concluido.

La relación con el casino online

El crecimiento del juego online está estrechamente vinculado al desarrollo de los casinos online con licencia española. Estas plataformas ofrecen versiones virtuales de juegos clásicos de casino, combinando seguridad técnica con diseño interactivo. El sector del casino generó en 2024 un ingreso bruto de juego de 730,71 millones de euros, representando con más del 50 por ciento la mayor cuota individual del mercado total.

Dentro del segmento del casino dominaron las máquinas tragaperras con una participación cercana al 65 por ciento; su facturación aumentó en comparación interanual casi un 23 por ciento. La ruleta en vivo creció algo más del 10 por ciento, el blackjack casi un 4 por ciento. Estas cifras evidencian que los casinos digitales no solo trasladan un mercado tradicional a internet, sino que establecen nuevos patrones de uso.

El sector del casino online fue pionero en la introducción de criterios de transparencia, verificación de identidad y control de acceso. Los estándares allí desarrollados sirven actualmente como referencia para otros ámbitos del juego digital. El avance tecnológico, unido a un marco legal más claro, ha permitido que los casinos online con licencia sean considerados hoy un entorno más confiable y estructurado para el usuario adulto. El desafío consiste en seguir desarrollando este estándar de forma continua y, al mismo tiempo, impedir eficazmente el acceso a menores y personas vulnerables.

España ha desarrollado en los últimos años un modelo regulatorio que busca conjugar expansión económica con responsabilidad social. La combinación de supervisión estatal, corrección judicial y diálogo social ha dado lugar a un sistema que se percibe cada vez más como ejemplo de regulación progresiva en el ámbito digital del juego.

Los próximos años mostrarán si este enfoque resulta viable a largo plazo. Será decisivo conseguir aprovechar las innovaciones tecnológicas sin descuidar los estándares de protección. Transparencia, vigilancia continua y educación consecuente del consumidor permanecen indispensables en un mercado que se caracteriza por su disponibilidad permanente y su naturaleza transfronteriza. Solo si todos los actores,legisladores, operadores y usuarios asumen su responsabilidad con seriedad, podrá funcionar de manera sostenible el mercado digital del juego.

PUBLICIDAD