"Venganza", "justicia penitenciaria" o "escarmiento". Así han definido los condenados por el 1-O a penas de prisión la decisión del Tribunal Supremo, que hoy ha fallado a favor de la Fiscalía y ha revocado los beneficios penitenciarios de Oriol Junqueras, Jordi Sánchez, Josep Rull, Jordi Turull, Joaquim Forn, Jordi Cuixart, Dolors Bassa y Carme Forcadell. Solo estas dos últimas seguían disfrutando del tercer grado concedido por el Tribunal de Vigilancia Penitenciaria, un beneficio que ya les fue revocado cautelarmente a los presos en Lledoners.

El presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, ha ido más allá y ha tachado de "vergonzoso que el Gobierno no se atreva parar los pies a los enemigos del diálogo, a los que querrían hacer descarriar cualquier solución dialogada al conflicto" catalán. Torrent ha asegurado que el Gobierno del PSOE y Podemos "tiene las herramientas para acabar con esta injusta prision, que se dejen de retórica y lo hagan".

Por su parte Pere Aragonés ha acusado al Tribunal Supremo, "controlado por la derecha judicial" de poner obstáculos a una solución democrática que pase por la libertad de los presos.

"El Tribunal Supremo dicta una venganza de nuevo" ha denunciado Oriol Junqueras desde twitter, el medio escogido por los nueve condenados y sus partidos para responder a la decisión del alto tribunal.

Jordi Sánchez ha lamentado que "la tenacidad del Estado y el Tribunal Supremo para ahogarnos es constante y previsible. Sin sorpresas. Retuercen la ley, cambian la jurisprudencia, destrozan las garantías penales y los derechos. España lo vale". Y añade, en un medido mensaje político a las puertas de las elecciones catalanas, que "aquí, mientras tanto, aún buscamos el hilo perdido que nos hizo ser tan fuertes el 1-O".

Mensajes que en términos similares han repetido Rull y Turull, mientras Raül Romeva asegura que "poco a poco este Estados se va convirtiendo en una gran prisión, una democracia fallida que están creando ellos mismos". Carles Puigdemont, como Junqueras, ha añadido un mensaje de apoyo a Forcadell y Bassa, que ahora deberán volver a prisión en régimen de reclusión ordinario, tras disfrutar desde verano del régimen abierto.

La ex consellera de Trabajo ha conocido la noticia por los medios, como ha asegurado en Ser Catalunya, donde ha explicado que no ha sido notificada todavía para regresar a prisión. "Me he enterado por una notificación en el ordenador, nadie me ha dicho nada. No he podido leer la interlocutoria ni ha llegado nada del Tribunal Supremo".