Se consideran los factores fundamentales que hacen avanzar o retroceder el desarrollo humano en un país; la esperanza de vida, las posibilidades de escolarización y formación, la capacidad de adquirir conocimientos y la calidad de vida. El diagnóstico lo hace Naciones Unidas entre la mayor parte de los países del mundo acogiéndose a los últimos valores publicados. El llamado Índice de Desarrollo Humano establece valores entre 0 y 1 en un total de 189 países para fijar la lista de los lugares del planeta  en los que se dan las mejores condiciones para una vida larga y saludable en el que poder desarrollarse para tener una vida lo más digna posible.

Según el baremo publicado a finales de 2020, de acuerdo a parámetros del año anterior, nuestro país figuraría en el puesto número 25 del mundo de desarrollo humano. Un ranking que encabeza Noruega, Irlanda y Suiza y que cierra Níger. Los tres primeros países obtienen un índice de desarrollo muy igualado de 0.95 puntos de un máximo de 1. Apenas pequeñas diferencias en algunas de las categorías deciden el orden de la lista. España obtiene 9,90 puntos. En este indicador que evalúa las condiciones de vida que se ofrecen a quienes residen en un país España se sitúa por encima de Francia, Italia, Portugal o Emiratos Arabes.

El Gobierno vasco es uno de los Ejecutivos que ha elaborado su propia evaluación aplicando los mismos procedimientos y según ha dado a conocer esta semana se situaría por encima de la media española en todas las categorías –calidad de vida, escolarización, renta y calidad de vida- hasta igualar la puntuación obtenida por Singapur, de 0,93 puntos, y que ocupa el puesto número 11 de la lista mundial.

Alta esperanza de vida

Con estos datos España figura entre los países con un desarrollo humano “muy alto”, según la valoración del Programa de Naciones Unidas. Lo hace además de modo holgado, ya que los 0,904 puntos están muy por encima de los 0,800 puntos a partir del cual se forma parte de los estados con mayor desarrollo. A partir de ahí se establece una franja de desarrollo alto (entre 0,700 y 0,799 puntos), medio (entre 0,699 y 0,550 puntos) y bajo (menos de 0.550 puntos).

Las diferencias entre la media nacional y la que arroja el País Vasco se deben en gran medida a factores como la mayor esperanza de vida, 83,9 años de media, que registra la sociedad vasca frente a loa también elevada que se constata en el conjunto de España, de 83,6 años. En ambos casos la esperanza de vida de un niño al nacer es notablemente superior a la del conjunto de países del planeta, que este informe cifra en 79 años y medio. Los españoles son quienes parten con mayor esperanza de vida en todo el mundo después de los chinos, 84,9 años y los japoneses, con 84,6 años de media.

Uno de los factores de desarrollo más determinante es la educación. En España las posibilidades de desarrollo formativo es de las más altas del mundo, sólo superada por una docena de países. De partida, Australia es el que mayor periodo educativo plantea, con un ciclo de hasta 22 años, si bien el promedio de escolaridad es de 12,7 años. En el caso de nuestro país se plantea un recorrido medio de 17,6 años de escolaridad pese a que el promedio es de 10,3 años. En el caso de Euskadi la oferta es algo superior, de 18,6 años y la escolarización real también, 11,2 años.

Rentas bajas

El desarrollo humano también se evalúa teniendo en cuenta la renta per cápita del país. Noruega, Irlanda y Suiza, pese a encabezar la lista global no lo hacen en esta categoría. Sus rentas per cápita oscilan entre los 69.400 dólares de un suizo y los 66.500 de un noruego. Con mucho, la renta más alta se encuentra en Liechtenstein, con 131.000 dólares –puesto 19 de la lista- y los 88.000 dólares de Singapur, puesto 11. En España la renta per cápita roza los 41.000 dólares, una de las más bajas y muy por detrás de los 57.500 dólares de media que se estima en el País Vasco.    

En los últimos años España apenas ha oscilado en la posición que ocupa en el panorama internacional. Su –Índice de Desarrollo Humano le ha colocado entre el puesto 25 y 26. En el caso del País Vasco, en cambio, sí se ha producido un retroceso. En 2016 los indicadores vascos llegaron a equiparar la situación de la sociedad vasca a los de países que ocupaban el octavo o noveno puesto.

Pese a ello, a medio plazo la situación ha mejorado. En la última década todos los indicadores en el caso de Euskadi han mejorado. En términos globales el IDH en 2010 era del 0,912 mientras que en 2019 se incrementó al 0,937. En esos diez años la esperanza de vida ha aumentado en casi año y medio, hasta rozar los 84 años. También la escolaridad esperada se ha incrementado y la renta per cápita, al pasar de 50.800 dólares a 57.400 dólares.