Estábamos ayer tranquilamente en la tertulia de Carlos Alsina en Onda Cero cuando entró en antena el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Para nuestra sorpresa, en especial para Alsina, Escrivá se despachó a gusto porque en el resumen de las noticias que se hace a primera hora se había dado una versión sobre el alargamiento del cómputo de la edad de jubilación de 25 a 35 años que, en su opinión, no se correspondía con la realidad.

En la tradición de matar al mensajero, el ministro dijo sentirse "decepcionado" con el tratamiento que se había dado a una medida que, afirmó, nunca había estado sobre la mesa de su ministerio. "¿Entonces mienten los periodistas que llevan publicando esa información desde diciembre?", le preguntó Alsina. Escrivá balbuceó y no supo que contestar.

El caso es que en el documento del Plan de Recuperación entregado por España en el Ecofin del pasado lunes, esa propuesta no existe. Tan sólo se hace referencia a "ampliar el periodo de cálculo" de las pensiones. Un día antes, desde Moncloa se filtró que se había decidido suprimir la propuesta de ampliar hasta 35 años el periodo para calcular la pensión para no provocar a Podemos e intentar un pacto con los agentes sociales.

A pesar de su enfado, el ministro no dijo la verdad. La propuesta de ampliar el cómputo a 35 años fue expresada en dos documentos que fueron distribuidos a los ministros del área económica en el mes de diciembre en sendas Comisiones Delegadas para Asuntos Económicos. Cuando tanto El Mundo como El País hablaron sobre el asunto, no se trataba tan sólo de borradores, sino de propuestas en firme.

El ministro no dijo la verdad: su departamento propuso en diciembre alargar el periodo de cálculo de las pensiones a 35 años. Pero Iglesias amenazó a Sánchez y éste le hizo rectificar a Escrivá

La vicepresidenta tercera y ministra de Economía estaba en línea con el ministro de Seguridad Social. Calviño sabe que la reforma de las pensiones es uno de los asuntos clave en el examen que España tendrá que pasar para recibir el paquete de ayudas de 140.000 millones del Fondo de Recuperación. A Bruselas no le bastan las buenas intenciones, sino que quiere propuestas en firme. Precisamente ese comentario se hizo en el seno del último Ecofin respecto al papel presentado por España.

En los documentos antes citados se establecía la fecha a partir de la cual se ampliaría el cómputo (2023) e incluso se llegaba a estimar el recorte que supondría en el coste de las pensiones (entre el 6,3% y el 5,5%).

El problema de Escrivá es que ha tenido que envainársela y eso no le gusta a nadie. Al final, el vicepresidente segundo ha vuelto a demostrar que Pedro Sánchez no le aguanta sus órdagos. En esta ocasión había amenazado con que los 35 diputados de UP votarían en contra de la reforma en el Congreso si incluía el recorte que supone ampliar el cálculo en diez años más. Ayer, en un tuit, Iglesias mostraba su felicidad por el varapalo al ministro: "Muy satisfecho de que en la propuesta enviada por Moncloa a Bruselas, finalmente, no haya ninguna propuesta de recorte".

Pero lo único que ha logrado Iglesias, al margen de su satisfacción personal al ver que el presidente le hace caso a él, es ganar tiempo. Bruselas no va a admitir que el déficit de las pensiones siga engordando y que, además, se garantice el poder adquisitivo a los casi diez millones de pensionistas. Igualar la edad legal a la edad efectiva de jubilación está muy bien, así como poner trabas a las jubilaciones anticipadas o incentivar que la gente siga trabajando después de cumplir los 65 años. Pero eso no es suficiente, como bien sabe el ministro de Seguridad Social.

Lo único que hizo bien Escrivá es no descartar de plano esa medida, sometida, según dijo a "ajustes paramétricos que habrá que estudiar".

La culpa de su enfado, señor ministro, no la tienen los periodistas sino los miembros de su gobierno que piensan que en plena crisis se pueden subir salarios y pensiones. Y que, además, Europa nos va a regalar 140.000 millones por nuestra cara bonita.

Estábamos ayer tranquilamente en la tertulia de Carlos Alsina en Onda Cero cuando entró en antena el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Para nuestra sorpresa, en especial para Alsina, Escrivá se despachó a gusto porque en el resumen de las noticias que se hace a primera hora se había dado una versión sobre el alargamiento del cómputo de la edad de jubilación de 25 a 35 años que, en su opinión, no se correspondía con la realidad.

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