Salvador Illa, durante la jornada electoral del 14-F.
La participación electoral se hundirá este domingo en Cataluña. Hasta las 18.00 horas, un 45,72% de los electores habían acudido a las urnas, un 22,54% menos que en 2017. Cabe destacar que no es previsible un subidón de última hora, puesto que los últimos 60 minutos de la jornada electoral están reservados para los contagios y personas en cuarentena.
La caída de la participación no es homogénea. Y es menor en las dos provincias con mayor sesgo independentista: Lleida y Girona. En estas dos provincias las bajadas de la participación son del 20,49% y del 21,12% respectivamente, mientras que en Barcelona (22,66%) y especialmente en Tarragona (24%) es mayor.
El dato apunta a un electorado independentista más movilizado. Lo cual puede tener efectos importantes en el resultado electoral. A igualdad de votos, la fortaleza interior de ERC y JxCat decanta la balanza hacia su lado en escaños, aunque el mayor peso representativo lo ostenta la provincia de Barcelona.
En el detalle de las localidades, los augurios no son especialmente buenos para Salvador Illa y el PSC, que aspiran a lograr la primera plaza en votos para reforzar su posición en las negociaciones poselectorales.
En localidades con más voto constitucionalista en 2017, la caída de la participación es más elevada que la media. Sucede así en Sant Boi (-23,92%), L'Hospitalet de Llobregat (-25,25%) o Badalona (-25,55%). En localidades con apoyos muy mayoritarios al independentismo, como Solsona (-21,07%) o Vic (-20,53%) las caídas son hasta cinco puntos menores.
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