El Museo Guggenheim de Bilbao ha servido de flamante escenario para la presentación de los 22 equipos que desde mañana participarán en la 110º edición del Tour de Francia. El acto con el que el País Vasco ha iniciado sus tres jornadas como sede de la carrera ciclista más importante del mundo ha contado con la presencia de miles de aficionados que han arropado a los 176 ciclistas. La lluvia, que ha comenzado a caer justo cuando los equipos comenzaban a desfilar por el Paseo de Abandoibarra, -que comunica el Palacio Euskalduna, donde esperaban y la Pinacoteca de Fran Ghery, donde ha sido la presentación-, ha deslucido el acto.

Desde primera hora de la tarde el entorno del Guggenheim estaba acordonado para acoger la presentación. El escenario que en los últimos días se ha venido instalando a un lado del museo culminaba un paseo de apenas un kilómetro entre el cercano Palacio de Congresos donde esperaban los corredores y el Guggenheim y durante el cual han recibido el calor y aplauso de miles de aficionados.

Los ciclistas han portado la tradicional ‘txapela’ o boina vasca con el logo del Tour de Francia que desde el sábado y hasta el próximo lunes recorrerá 180 localidades vascas en tres etapas consecutivas. La salida de la primera de ellas está prevista en la explanada del campo de San Mamés y la llegada tendrá lugar en el Parque de Etxebarria de la capital vizcaína. Al día siguiente el Tour partirá desde Vitoria hasta San Sebastián y el domingo la etapa prevista comunicará lo localidad vizcaína de Amorebieta con la francesa de Bayona.

Pogacar y Vingegaard

Entre los presentes han sido especialmente aplaudidos algunos de los nombres más significados del ciclismo vasco como Marino Lejarreta, Joane Somarriba, Julian Gorospe, Igor Antón o Iker Camaño, todos ellos con participaciones en el Tour. Entre el público también ha estado el mítico ciclista navarro, Miguel Induráin, quien se ha felicitado de que Bilbao y el País Vasco en su conjunto acojan tres etapas del Tour de Francia. Sin duda los ciclistas Tadej Pogacar (UAE Emirates) y Jonas Vingegaard (Jumbo Visma) han sido los más esperados y quienes, junto a los ciclistas vascos, más aplausos se han llevado. El vogente campeón del Tour, Vingegaard ha asegurado que se ve con fuerzas para revalidar el título.

También Induráin ha participado desde el escenario en una breve intervención en la que ha rememorado sus victorias. Ha asegurado que ve a "varios con buena pinta para ganar" pero que parece que es "Vongegaard quien puede repetir". Indurain ha subrayado lo importante que es que el Tour llegue a Euskadi para crear afición, "eso es algo que puede animar a muchos". Preguntado por dónde guarda los muchos peluches del Tour que ganó ha asegurado que "regalé todos excepto uno".

A lo largo de toda la tarde los numerosos patrocinadores del Tour han atraído la atención de los aficionados con la entrega de merchandising. Junto a ellos, distintas actuaciones musicales han aliviado la larga espera hasta el inicio del acto de presentación que ha comenzado a las 18.00 horas y se ha prolongado hasta pasadas las 20.00 horas. El acto ha comenzado con el baile de un ‘aurresku’ de honor en señal de bienvenida al Tour y ha continuado con varias actuaciones de la cultura tradicional vasca, con la ‘txalaparta’ como uno de los elementos musicales y actuaciones como la 'kaixarranka' de Lekeitio, uno de los puntos por los que discurrirá la tercera etapa.

Reto organizativo

Tal y como ya se había anunciado, la presencia de ikurriñas ha sido numerosa entre los presentes, enseñas que se han repartido en el lugar. Durante el acto miles de agentes de la ertzaintza se han manifestado con una concentración ruidosa en la que, tal y como vienen reclamando en las últimas semanas, han solicitado un nuevo convenio. Precisamente las dudas sobre la presencia de agentes en la prueba, que han amenazado con boicotearla, es una de las mayores dudas que sobrevuelan la organización. El dispositivo previsto requiere de 1.400 agentes para controlar los distintos puntos significativos de la carrera.

La celebración de la Grand Dèpart 2023 supone un reto organizativo importante que pondrá a prueba la capacidad de organización de este tipo de grandes eventos por parte de las autoridades vascas. Se prevé que miles de aficionados llenes las cunetas de los principales puertos.

Las capitales vascas registran en los últimos días un importante incremento de turistas atraídos por el Tour de Francia. La ocupación hotelera en estos días ronda el 90%, pese al incremento de precios. A ello se suma un impacto económico elevado que se estima que tendrá el Tour y que los promotores han estimado en 120 millones de euros en el conjunto de Euskadi, diez veces más que la inversión realizada para acoger la prueba.