La Policía alemana ha detenido a El Pastilla, el preso fugado la pasada Navidad de la prisión de Alcalá Meco. Yousef Mohamed Lehrech, de 20 años, se fugó de la prisión madrileña el pasado 23 de diciembre durante la visita de unos familiares. Cosniguió camuflarse entre los externos de la cárcel y sorteó a los funcionarios para poder salir.

La detención ha tenido lugar en una estación de tren en Leipzig, Alemania. Los investigadores de la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional tenían abierta una investigación a través de la Red ENFAST que le situaba en territorio germano.

La Policía Nacional tardó cinco días en difundir en sus redes sociales el rostro de El Pastilla. Pidió la colaboración ciudadana para localizar a este criminal al que calificaron como "altamente peligroso.

Yousef Mohamed Lehrech estaba en la cárcel en prisión provisional por dos asesinatos y había sido calificado como preso FIES (Fichero de internos de especial seguimiento), es decir, en el grado de los más peligrosos y que requieren un mayor control.

Fuentes policiales han explicado que la detención la han llevado a cabo agentes del país germano. En las próximas horas se le trasladará a España, donde presumiblemente ingresará de nuevo en prisión.

Bandas de Ceuta

'El Pastilla' es integrante de una de las bandas más importantes de Ceuta, los Tayena, quien se disputan el control del narcotráfico con los Piolines. El ahora nuevamente detenido estaba buscado por los dos grupos. Los enemigos querían liquidarlo para quitarse de enmedio a un dirigente rival, y los suyos propios porque, entre otras cosas, estaba en prisión por acabar supuestamente con la vida de su jefe, Nayim K.A.

Lehrech ingresó en la cárcel de algeciras. Allí temía por su vida, algo que hizo saber al director de la prisión y produjo su traslado a la prisión de Alcalá Meco. Allí permaneció hasta la fuga del día 23. La arquitectura de la cárcel convirtió en el escenario ideal la fuga del hasta hoy fugitivo.

Esta cárcel es una de las que más tránsito tiene, más aún en Navidad, tanto de personas como de vehículos. Tiene un gran pasillo que conecta tres edificios, incluida la cárcel de mujeres. Tanto el diseño de la cárcel como una serie de herrores humanos permitieron su fuga.

La fuga

Pasadas las cinco y media de la tarde del 23 de diciembre, el responsable de la prisión ordenó un recuento extraordinario, según explicaron fuentes penitenciarias a El Independiente. No sabían si había habido una fuga o varias. 'El Pastilla' no estaba en ni en su celda ni en ningún lado. Unas horas antes habían acudido cuatro familiares a verlo desde Ceuta, entre ellos su hermano y su madre. La comunicación se realizó de forma correcta y cada uno salió por un lado porque un cristal los separa, pero los errores comenzaron después.

"La ida y la vuelta del locutorio la hace solo porque no hay personal", dice una fuente. Por eso, cuando estaba retornando por su pasillo, el joven engañó a una funcionaria y le dijo que ahora tenía un vis a vis, por lo que ella abrió la puerta que conectaba con el pasillo en el que estaban el resto de familiares. La estructura de Meco hace que el camino para ir a ese encuentro íntimo sea el mismo para presos y visitantes, por lo que este fue el momento, según citadas fuentes, en el que logró entremezclarse con más gente y, finalmente, salir del centro.

A partir de aquí ya nadie más se percató de que era un preso. Su familia lo ayudó a camuflarse y cuando llegó el siguiente control de seguridad en el que el funcionario devolvía el DNI hubo un nuevo error. El trabajador dejó un hueco a su espalda por el que 'El Pastilla' se coló en un despiste y se congregó con el tumulto que ya había recogido su documento de identidad. Faltaba un último control de funcionarios, por eso, el preso trató de escabullirse por la salida de los coches. Allí, los guardias civiles lo redirigieron a la salida como todo el mundo.

Volvió atravesar la puerta sin problema porque en esos controles de salida ya nadie revisa la identidad. Cada cárcel tiene sus propios protocolos y Meco, al tener tanto trasiego, ya no controla en la última barrera persona por persona. Nadie lo conocía porque llevaba apenas 20 días en Madrid. Logró escapar. El Ministerio del Interior abrió un expediente disciplinario a varios funcionarios por la fuga, aunque se desconoce el alcance del mismo.