La intención de los conservadores europeos en el congreso que celebran a finales de mes en Valencia con Alberto Núñez Feijóo de anfitrión, es ofrecer "un espacio para la reflexión" abordando "nuestros desafíos colectivos" y "problemas críticos". Entre esos problemas críticos citan explícitamente la guerra de Rusia en Ucrania, el aumento del coste de la vida y "las crecientes amenazas del populismo y el extremismo". Así lo expresan en la web de la cita congresual, donde también trasladan su solidaridad a la Comunidad Valenciana por la trágica DANA de octubre del año pasado.

Pero serán muchos más los temas que abordarán en esta cita, algunos sobrevenidos como la salvaje política arancelaria de Donald Trump y la respuesta europea -ahora ambas en un impasse de 90 días- la crisis de la vivienda, la situación del Estado de Derecho en la Unión, la agricultura o el cambio climático. Y, también, tendrán ocasión de debatir sobre inmigración, entendido como otro de los grandes retos a los que se enfrenta la Unión. Y, según ha podido conocer El Independiente, ahí se miran en el modelo de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en concreto en su decisión de crear centros de acogida en países no comunitarios para solicitantes de asilo.

El PP cree que la política italiana es exportable al resto de la UE

Tras un arranque bastante catastrófico y una fuerte polémica en toda Europa, incluidos problemas con la justicia, Roma acordó con Tirana la apertura de estos centros en Albania, ahora ampliados también a aquellos inmigrantes pendientes de expulsión. Consideran los populares, a cuyo grupo parlamentario europeo no pertenece Hermanos de Italia, que este modelo se ajusta a la legislación comunitaria y es exportable.

A fin de cuentas, la propia Comisión Europea ya apuesta por crear un listado de "países seguros" como Egipto o Túnez para instalar hasta 66 centros temporales como paso intermedio para la devolución de inmigrantes ilegales. Y este es otro de los puntos en los que el PPE insistirá en Valencia, esto es, la implementación de instrumentos para la repatriación efectiva y ágil de personas en situación irregular y muy particularmente aquellas sobre las que se pueda sospechar son una amenaza para la seguridad de la Unión.

Otro de los aspectos de la política de inmigración comunitaria que capitanean los populares europeos pasa porque los solicitantes de protección internacional sean acogidos en asilo por aquellos países con los que comparte los mismos valores culturales o hay una proximidad geográfica con su país, sin que den el salto al continente europeo.

Situación de Canarias

Habrá sin duda, alusión a la situación de la frontera sur comunitaria, con especial mención a Canarias y a los menores no acompañados que se hacinan en sus instalaciones. El Partido Popular ha sido muy crítico con la reforma del artículo 35 de la ley de Extranjería y en general con la política migratoria del Gobierno de Pedro Sánchez, al que acusan de no aprovechar los medios de Frontex ni de tener un plan para evitar la llegada de más inmigrantes a nuestras costas o aeropuertos.

En este sentido, una de las cuestiones que puede suscitar Génova en el congreso del PPE son las, a su juicio, medidas unilaterales del Ejecutivo central en la reubicación de menores, sin coordinarse con las Comunidades autónomas que son, a fin de cuentas, las que tienen las competencias sobre menores.

Colaboración con los países de origen, como Senegal o Mali, cooperación al desarrollo o apertura de relaciones comerciales que redunden en el progreso de esas regiones emisoras también entran en el listado de las medidas que persiguen acabar con la inmigración ilegal, un asunto que ha alimentado el ascenso de la ultraderecha europea. De ahí que los conservadores, pero no sólo, hayan endurecido su discurso en esta materia. A fin de cuentas el modelo Meloni ya fue elogiado en su momento por mandatarios políticos tan alejados de su ideología como el ex canciller alemán Olaf Scholz, socialdemócrata, o por el laborista británico Keir Starmer. Scholz decidió el año pasado un histórico cierre de fronteras que suspendió el espacio Schengen y aún no evitó el crecimiento de la ultraderecha en las últimas elecciones en Alemania.

Por su parte, Starmer destacó en su cita con Meloni el notable progreso de Italia en la lucha contra las mafias que trafican con seres humanos y la significativa disminución de llegadas de inmigrantes a las costas de este país. "Debemos tomar acciones decisivas en nuestros países para lidiar con esto, nadie puede dudar de que la gente a la que servimos quiere que lo resolvamos", dijo recientemente el premier británico en una cumbre celebrada en Londres. La inmigración se ha convertido, en definitiva, en uno de los ejes del discurso europeo.