Quizás el aleteo de una mariposa en una dehesa extremeña haya provocado el mayor apagón de la historia de España. Técnicos, ingenieros, matemáticos y hasta agentes del CNI bucean estos días en los milisengundos durante los cuales el sistema eléctrico hizo ¡puf! y se vino abajo, dejando a oscuras y sin móviles a los casi 60 millones de personas que habitamos la península ibérica.
El Gobierno se afana desde el lunes en arrojar misterio y dudas sobre las causas del "cero eléctrico". En alejar en el tiempo la explicación de lo ocurrido, tal vez para que cuando se conozca de verdad la causa última ya a nadie le interese saberlo. La maniobra es hábil, porque pone el foco de la responsabilidad lejos y en un lugar difuso.
Ayer, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, intentó convencernos en sendas entrevistas de que debíamos perder toda esperanza de saber lo que ocurrió. Al menos, en el corto plazo. Afirma Aagesen en El País: "Queremos un informe por parte de los organismos europeos... Ellos esperan tener un informe factual preliminar en seis meses". Ante la insistencia de los periodistas sobre cuándo se sabrá la causa, la ministra puntualiza: "Estamos hablando de muchos días. Pero cuando tengamos certezas actuaremos".
Si las "variables a analizar" son tantas y tan complejas, ¿qué es lo que va a explicar el presidente del Gobierno en su comparecencia ante el Congreso el próximo miércoles? Doy por hecho que nos va a dejar a oscuras.
La ministra y Pedro Sánchez no tienen que responder, al menos ahora, a si fue el aleteo de una mariposa o el tropezón de una vaca lo que produjo la desconexión de una instalación fotovoltaica en Extremadura y el colapso del sistema, sino –esto es lo relevante– por qué el sistema no reaccionó con un mecanismo de seguridad a ese incidente que por el momento desconocemos. Los ciudadanos todavía no tenemos una explicación oficial de por qué un sistema tan perfecto –"el mejor del mundo", dijo la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, en las entrevistas que concedió a medios amigos el pasado miércoles– se vino abajo sin remisión. La propia Aagesen reconoce en El País que la "diversificación de tecnologías que está utilizando el sistema" tras el apagón es lo que garantiza que no se vuelva a repetir.
Pero como a este Gobierno lo único que le interesa del debate abierto en toda la sociedad es no bajarse del burro de su fundamentalismo verde, el hecho de que el apagón se haya producido cuando la fuente principal (dos tercios) del sistema era la solar fotovoltaica no tiene la mayor importancia. Es más, la ministra, en línea con Sánchez, proclama: "España será verde o no será". Se acabó la discusión.
La ministra Aagesen deja en mal lugar a la presidenta de Red Eléctrica en sendas entrevistas en 'El País' y 'La Vanguardia'
Para eludir no sólo la determinación de responsabilidades, sino el debate de fondo, si España está haciendo una transición energética precipitada y sin los mecanismos necesarios para asegurar que esa transición se hace sin riesgos para el sistema, a Pedro Sánchez le viene muy bien mantener viva la tesis del ciberataque. Porque si lo hubiera, si se descubriera que una mente malvada (tal vez Putin) hubiera entrado de puntillas en nuestro sistema para sabotearlo, la discusión terminaría de un plumazo. Mantener la duda sobre el ciberataque le permite afirmar que determinar ahora quién fue el culpable sea, cuando menos, precipitado.
¿Eso significa que Sánchez ha decidido mantener en el cargo a Beatriz Corredor? Ni mucho menos. El presidente sabe que Red Eléctrica no ha cumplido su papel. Y ya en su comparecencia del pasado lunes se encargó de ponerla en su lugar cuando dijo que él se había enterado por los medios de que Red Eléctrica había descartado totalmente la tesis del ciberataque.
No. Corredor está al borde del abismo. Y si leyó con atención, cosa que me consta, las entrevistas de Aagesen habrá percibido el vacío que transmite la falta de apoyo explícito de la ministra, mano derecha de la gran ideóloga de la descarbonización acelerada, Teresa Ribera (ahora vicepresidenta de la Comisión Europea).
Detengámonos en tres momentos de la conversación con El País en los que Aagesen manda inequívocos mensajes a la presidenta de Red Eléctrica.
El primero de ellos es cuando Aagesen remarca: "Mantenemos vivas todas y cada una de las hipótesis y, por tanto, también el ciberataque". ¡Cuánto se habrá arrepentido Corredor de ese comunicado en la tarde del lunes en el que desechaba rotundamente esa hipótesis!
En segundo lugar, y ya sin tapujos, la ministra critica a Red Eléctrica por achacar el apagón al fallo de dos instalaciones fotovoltaicas: "Me parece precipitado focalizar en instalaciones fotovoltaicas del suroeste de la Península el fallo".
Y, por último, cuando los periodistas le preguntan sobre la gestión de la presidenta de Red Eléctrica, la ministra deja fuera el apagón para centrarse en la vuelta a la normalidad del sistema: "El trabajo de Red Eléctrica, de su presidenta y de todo su equipo ha sido extraordinario en la recuperación del suministro".
Corredor ya ha dicho la semana pasada que no dimite porque ella cree que lo ha hecho bien. No piensan lo mismo en el Gobierno, ni en Bruselas. Su permanencia en Red Eléctrica –la empresa que mejor paga a su presidente de entre las que controla el sector público– ya sólo es cuestión de tiempo. Y no precisamente de meses.
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hace 1 segundo
Finding 15 GW!! by Peter Coward