El obispo emérito de Alcalá de Henares Juan Antonio Reig Pla ha asegurado este martes que no era su "intención" ofender a las personas con discapacidad tras las palabras que dijo el pasado 11 de mayo en una homilía en Alba de Tormes, donde relacionaba "la discapacidad física, intelectual o psíquica" con una "herencia del pecado", y ha aclarado que sus declaraciones se basan en el Catecismo de la Iglesia Católica.

"Si alguna persona se ha sentido ofendida por las palabras de esta homilía, Mons. Reig asegura que no ha respondido a su intención, ni al contenido de la misma", reza un comunicado publicado este martes por la diócesis de Alcalá de Henares, tras el malestar suscitado entre asociaciones de personas con discapacidad y en el Gobierno, que ha denunciado el caso ante la Fiscalía y ha presentado una queja ante el Defensor del Pueblo y a la Conferencia Episcopal Española (CEE).

En el comunicado, recogido por Europa Press, el obispo invita a escuchar su homilía completa y defiende que en ella expresó "el amor de Dios por todos, y de modo especial por las personas que sufren por alguna discapacidad". Además, cita algunos textos del Magisterio de la Iglesia Católica sobre la materia, que considera "clarificadores".

En concreto, recuerda que el número 418 del Catecismo de la Iglesia Católica dice que "como consecuencia del pecado original, la naturaleza humana quedó debilitada en sus fuerzas, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al dominio de la muerte".

También cita el número 2448, en el cual se lee que "bajo sus múltiples formas -indigencia material, opresión injusta, enfermedades físicas o psíquicas y, por último, la muerte-, la miseria humana es el signo manifiesto de la debilidad congénita en que se encuentra el hombre tras el primer pecado de Adán".

Además, recuerda que en el número 1264 del catecismo se indica que "en el bautizado permanecen ciertas consecuencias temporales del pecado, como los sufrimientos, la enfermedad, la muerte".

Asimismo, Reig Pla asegura sus "oraciones por todos, y también por quienes tienen por enemigo al depósito de la fe, contenido en la sagrada Tradición y en la sagrada Escritura".

Así se ha pronunciado el obispo emérito, tras las reacciones generadas por sus palabras. En concreto, la Dirección General de Derechos de las Personas con Discapacidad, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales, ha enviado un escrito a la Fiscalía, firmado por su director general Jesús Martín, en el que ha solicitado que "abra las diligencias pertinentes sobre un discurso público inaceptable en democracia" que podría "incurrir en el delito regulado en artículo 510.2 del Código Penal".

También ha presentado una queja ante el Defensor del Pueblo y ha solicitado a la Conferencia Episcopal Española (CEE) que aporte una explicación "sobre las descalificaciones del obispo y qué medidas piensa aplicar para que mensajes como este no se repitan en el futuro" y le ha instado a "reprobar" estas palabras "anacrónicas". Asimismo, ha puesto a disposición de la Iglesia católica los medios para colaborar en "formación en materia de derechos humanos y discapacidad" para que "unas declaraciones así no se repitan en el futuro".

Por su parte, asociaciones de personas con discapacidad mostraron su malestar, como Asprodes Plena inclusión que lamentó "que en un espacio de recogimiento espiritual y celebración, se emitan mensajes que perpetúan estigmas". La organización instó a "la Iglesia del siglo XXI a revisar su lenguaje y su actitud para alinearse con una visión verdaderamente inclusiva y respetuosa con todas las personas".

Reig Pla ha señalado que llamó "por teléfono" a la gerente de la organización Plena inclusión Castilla y León "para explicarle" sus palabras, "quedando la gerente agradecida por su llamada y explicación".