Cuatro mujeres y tres niñas de entre cuatro y 16 años han muerto y un bebé ha desaparecido al volcar un cayuco con unos 160 ocupantes en el puerto de La Restinga (El Hierro), cuando sus ocupantes se disponían a desembarcar, según informan la Delegación del Gobierno y el 112.

La cifra de muertos, por el momento sigue siendo provisional, porque se sigue revisando la embarcación y la zona del naufragio por si hubiera alguna víctima más, ha dicho en el muelle el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, que se encontraba este jueves en El Hierro y ha acudido al puerto nada más conocer la tragedia.

Dos personas muy jóvenes fueron trasladadas en los primeros minutos en estado muy grave al hospital de la isla, en Valverde, donde una de ellas ha fallecido. Se trata de una adolescente, según informa EFE.

Además, los efectivos han asistido en el puerto de La Restinga a un niño de tres años y una niña de cinco por un ahogamiento incompleto de carácter grave y los van a evacuar en helicóptero a Tenerife, al Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria.

Clavijo pide prudencia con la cifras

En declaraciones a los periodistas, Clavijo ha pedido prudencia con las cifras porque aún se está revisando la embarcación, que según ha explicado "venía como con departamentos" y había gente "en la parte baja del cayuco que no pudo salir".

El cayuco volcó cuando se aproximaba a una embarcación de Salvamento Marítimo ya atracada para ponerse a su costado. En ese momento, varios de sus ocupantes se pusieron de pie e intentaron saltar y el cayuco se volteó.

Clavijo ha declarado que "aquellos que están lejos en los despachos no son capaces" de entender la cuestión migratoria y ha remarcado que hay que estar a pie de muelle y ver "cómo se llevan a una niña intubada para dimensionar el drama que se vive a 80 kilómetros de Canarias y en nuestras costas".

El presidente ha señalado que los equipos que han intervenido en el rescate están "destrozados" por la "impotencia" de no poder salvar a los fallecidos a tan pocos metros de tierra y les ha agradecido su trabajo.

"Los profesionales de Salvamento se han tirado al agua sin dudar, entre una mezcla de agua y gasolina, jugándose ellos la vida", ha valorado el presidente autonómico.

Desde Las Palmas de Gran Canaria, el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, ha lamentado la tragedia y ha recordado que el momento de trasbordar a los migrantes es siempre el "más delicado" y que, precisamente, siempre que se puede se hace en el puerto para los minimizar riesgos que implica esa operación en alta mar.

"Es una travesía muy dura, seguramente muchos han llegado agarrotados, con un cansancio tremendo que hace que se hundan muy rápidamente si no es inmediato el rescate, porque no tienen la capacidad que tenemos cualquiera en circunstancias normales", ha apostillado el delegado del Gobierno, que ha señalado que esta tragedia "pone rostro humano a la migración que llega a nuestros puertos".