Resulta agotador escribir de Radiotelevisión Española con 35 grados en la calle. No cuesta a veces identificarse con los sentimientos de Sísifo. Subía la roca hasta la cima de la montaña tan sólo para que volviera a caer hasta la base del valle... y vuelta a empezar. Es el mismo desespero del policía que detiene a un carterista tras una carrera extenuante y le observa salir por la puerta de la comisaría a la media hora. En RTVE siempre hay algo. Siempre hay un elemento que desafina que obliga a volver a realizar la tarea.
Disertaba este jueves Javier Ruiz sobre la existencia de una "UCO patriótica". Pronunciaba las siglas de esa unidad de la Guardia Civil, pero no se refería a ella en general, decía; sino a algunos elementos corrompidos del cuerpo que actúan contra sus objetivos, al igual que sucedía con la policía patriótica que elaboró aquel informe PISA sobre Pablo Iglesias.
Todas estas consideraciones resultan, sin duda, interesantes. Lo que llama mucho la atención es que Ruiz haya decidido insistir en ellas después de que trascendieran los 53 minutos de grabación de Leire Díez y sus compinches, en los que se puede apreciar perfectamente el interés de la Mata Hari de Portugalete -Peluquería Pili- en destruir la reputación del jefe de la unidad de la UCO que investiga los escándalos de corrupción que salpican a Pedro Sánchez y al PSOE.
La UCO patriótica
A lo mejor es casual el interés sobrevenido de Ruiz en abordar la cuestión de la 'UCO patriótica'. Lo que llama la atención es la coincidencia de su forma de pensar con la de Ferraz, la cual no es novedosa. Cuando se produjo el caos ferroviario de abril, compró a Óscar Puente la merluza de que había sido como consecuencia de un "sabotaje". Cuando El Mundo publicó las conversaciones entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos, aseguró que olía a "juego sucio" y a "lawfare".
No ha opinado lo mismo de los mensajes de WhatsApp que ha revelado RTVE, que implican a un capitán de la UCO y a un empresario, confidente. La corporación los ha anunciado en exclusiva, pese a que el periódico de Pablo Iglesias ya se había referido a ellos el pasado diciembre. Esta conversación -en la que figura uno de los impulsores de la investigación del caso Koldo- casualmente ha trascendido dos días después de que saltara el escándalo de Leire. La difundían la televisión pública y El Plural.
Los presentadores de los programas de info-entretenimiento de La 1 habían expresado sus reticencias hace dos semanas sobre las filtraciones malintencionadas de mensajes. Ruiz había hablado de lawfare y Silvia Intxaurrondo se había preguntado por el objetivo que perseguía el filtrador, abundando en el constante ejercicio que propone su audiencia cuando el Gobierno se encuentra en apuros, que es el de mirar hacia el dedo en noches de luna llena. ¿Implica tomar a la audiencia por imbécil? Podría ser.
Este jueves por la mañana, aseguraba que es "alérgica" a las filtraciones, pero, claro, aclarando que hay filtraciones... y filtraciones. Con esas palabras, pretendía justificar la evidente contradicción en la que había caído, seguramente por cuestiones palaciegas u obsecuentes. Hace dos semanas, las filtraciones eran nocivas para la democracia, pero, ahora, que toca disparar para la UCO y la televisión pública se había hecho con unos mensajes que presuntamente ponían en cuestión su labor -parece ser que es más efectivo dirigirse a los confidentes como "muy señor mío"-, entonces tocaba envainársela y matizar la opinión.
Watergate hace lo suyo
Todo esto forma parte de una maniobra que emprendió RTVE el pasado lunes y que ha consistido en quitar hierro al Watergate que ha montado el PSOE con el objetivo de destruir a sus enemigos políticos. La línea editorial es tan obscena que resultaría graciosa si no supiéramos que esta empresa pública le cuesta a los españoles 1.200 millones de euros al año; y si no tuviéramos en cuenta que entre los muñidores han llegado a ofrecer contenido pútrido e incluso masturbatorio de unos y de otros para intentar desacreditarlos.
No hace falta ser muy inteligente para concluir que quien ejerce el poder de esa forma pretende gobernar sin oposición y no tolera las críticas, ni por supuesto está dispuesto a que la justicia, la policía y los periodistas investiguen sus escándalos. La televisión pública debería servir para apuntalar la democracia y el Estado de derecho. A la hora de la verdad, los presentadores anteriormente citados y sus tertulianos, que son aduladores de quien les paga, son cómplices y consentidores de esta maniobra. Son parte de la propaganda nociva.
Todo esto es una opinión. Lo que no entra dentro del terreno de lo valorativo es que el lunes, cuando saltó este escándalo, el telediario de las 15.00 horas abrió con el conflicto de Oriente Medio y despachó este asunto en el minuto 12.20, durante 58 segundos. En su edición nocturna, inició el repaso de la actualidad con el atropello múltiple en Liverpool y le dedicó el espacio comprendido entre el 12.42 y el 14.04.
Al día siguiente, el TD1 se decantó por la cuestión de las lenguas oficiales en la UE para abrir y entró en la cuestión de lleno en el minuto 06.00, extendiéndose en ella hasta el 08.08. Por la noche, volvió a comenzar el repaso de la actualidad con el mismo tema y dedicó a 'lo nuestro' el mismo espacio, a partir del minuto 06.00.
El miércoles, empezó a repasar la actualidad con el trágico hundimiento del barco de inmigrantes en El Hierro y dedicó a Leire del 06.34 al 11.44. Al terminar, habló de los famosos mensajes del Guardia Civil bocazas y su confidente (50 segundos). El TD2 volvió a presentar el naufragio del cayuco como el tema más relevante del día y habló del Leiregate entre el 08.02 y el 11.37.
Al fin, el jueves a las 15.00 horas se dignó el responsable del informativo a iniciar el boletín con ese tema, después de que el día anterior El Confidencial publicara un documento sonoro en el que se escuchaba a Javier Pérez Dolset, empresario en cuyas manos se puso presuntamente Leire, confirmar que la excusa del PSOE era falsa; y que Santos Cerdán y Pedro Sánchez estaban al tanto de todo lo que hacía la afiliada. Cuatro días después. No está nada mal.
4 Comentarios
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hace 7 segundos
Ruiz es una rata.
hace 4 horas
Tampoco es para tanto, RTVE como tal dejo de existir como tal el día que los SANCHEpinochos asaltaron el poder, la última, como es posible que la que debería ser nuestra principal cadena de televisión emita programas de los PUTIFERIOS de telecinco??
hace 4 horas
Por favor, dedica algo a Cintora, el argentino y Gloria [no se de dónde ha salido esta] y por qué Garea y Julio Cesar se han abonado gozosos a los bulos.
Lo Fortes es aparte, con su frase «llamadme ingenuo pero…» tratan de hacerlo todo más intelectual y contratan a los buenismos de El País.
¡Qué pasta!
hace 15 horas
Rubén vas acabar mal viendo tanta basura sociocomunista.