El presidente estadounidense, Donald Trump, ha mantenido por primera vez desde que asumió de nuevo el cargo una llamada con su homólogo chino, Xi Jinping, tras semanas de tensiones y escalada en la guerra comercial que ambas potencias mantienen. Pero la de este jueves ha sido una conversación calmada, a juzgar por lo que han informado desde ambos lados, en la que las partes han acordado reunirse próximamente para negociar sobre comercio y en la que ambos presidentes han invitado al otro a visitarse en sus respectivos países.

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Trump ha valorado muy positivamente el encuentro en su red social, Truth Social, asegurando que la llamada ha durado una hora y media y que ha dado lugar a "una conclusión muy positiva para ambos países", de la que no ha revelado detalles. "No debería haber dudas sobre la complejidad de los productos de tierras raras", es lo máximo que ha informado sobre el contenido de la conversación, que continuará en un encuentro entre ambas delegaciones del que no se ha concretado lugar ni fecha. En ese encuentro, del lado estadounidense participarán el secretario del Tesoro, Scott Bessent; el de Comercio, Howard Lutnick, y el representante comercial, Jamieson Greer, ha comunicado el presidente.

"Durante la conversación, el presidente Xi nos invitó a la primera dama y a mí a visitar China, y yo le devolví la invitación. Como presidentes de dos grandes países, es algo que ambos estamos deseando hacer", ha terminado su mensaje Trump, añadiendo que la llamada fue sobre todo sobre comercio, y que no se habló nada de Rusia y Ucrania ni tampoco de Irán.

El miércoles, Trump publicó otro mensaje en el que se quejaba de Xi en sus características mayúsculas, diciendo que es "muy duro" y una persona con la que es "extremadamente difícil llegar a un acuerdo". Hace unas semanas, en Ginebra, ya se reunieron ambas delegaciones y decidieron rebajar los aranceles que Estados Unidos impone a las importaciones chinas del 145 al 30%, y los que China cobra a las importaciones estadounidenses del 125 al 50%. Pero la situación volvió a tensarse tras acusar Trump a China de violar ese acuerdo, sin especificar por qué.

China fue el primer destino de los aranceles-castigo de Trump, el pasado mes de febrero. Desde entonces, le ha impuesto aranceles más altos que a ningún país, primero acusándolo de ser el motivo por el que Estados Unidos está lleno de adictos al fentanilo, y después, de subsidiar demasiado a su industria para perjudicar a las del resto del mundo. También ha intentado que TikTok deje de ser de propiedad china, aunque a la vez ha retrasado constantemente la prohibición a usar la red social en EEUU.

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