Salvo giro de guion de última hora, no parece que el 21 congreso nacional del PP oculte ninguna sorpresa para Alberto Núñez Feijóo. Si en 2022 se hizo con el liderazgo del partido a lomos del clamor de los suyos, tres años más tarde la situación no es muy distinta internamente a pesar de no haber conseguido el objetivo principal por el que desembarcó en Madrid, esto es, llevar al PP de nuevo a la presidencia del Gobierno. El congreso de los días 4, 5 y 6 de julio es un cónclave extraordinario de carácter ordinario, casi un oxímoron. Formalmente se van a debatir dos ponencias, una política y otra estatutaria, pero en puridad, ese asunto está tan controlado, que el principal interés reside en el nombramiento del nuevo equipo del líder popular.
La primera incógnita es si abordará una amplia remodelación o los cambios serán más cosméticos que otra cosa, confirmando a la practica totalidad de su equipo con nuevas responsabilidades e incorporaciones. "Alberto no es de grandes revoluciones. Prefiere optar por la adición que por la resta", señalan fuentes de la dirección del partido. Sin embargo, no es menos cierto que a veces pequeños movimientos provocan un efecto dominó, y acaban afectando a dirigentes que, en un principio no estaban previstos para un cambio de destino. Entre los nombres que han salido en danza, están los de Cuca Gamarra, secretaria general del partido; Miguel Tellado, portavoz en el Congreso de los Diputados, y Ester Muñoz, valor emergente y vicesecretaria de Educación y Sanidad de la dirección nacional.
Juego de sillas y de cargos
A la última se la llega a situar en la portavocía de la Cámara Baja en sustitución de Tellado. A Tellado de sustituto de Gamarra en el segundo puesto del escalafón de Génova, y a la riojana en una vicesecretaria de rango superior de relaciones institucionales, tarea que ya ha venido ejerciendo y que le aliviaría de las cuestiones orgánicas, que también recaen en la vicesecretaria de Organización, Carmen Fúnez, otro de los actuales puntales de Génova.
Arguyen distintos medios consultados por El Independiente que el equipo genovés "ha funcionado bien, engrasado" al margen de las tiranteces que pudo haber al comienzo entre Gamarra, Tellado y el vicesecretario de Análisis Electoral, Elías Bendodo. Basan esta afirmación en un dato recurrente del argumentario de Génova: prácticamente todos los comicios celebrados desde que Feijóo llegó a la planta séptima se han ganado o mejorado resultados. "En estas condiciones, casi mejor no mover mucho lo que funciona". Pero tampoco tendría sentido convocar un congreso nacional ausente de debates ideológicos, estratégicos y políticos de fondo así como de nuevos rostros. Ahí es donde entran en liza los nombres del secretario general del PP madrileño y senador, Alfonso Serrano; de la eurodiputada y coordinadora general de Reformismo21, Alma Ezcurra y del secretario ejecutivo de Internacional del partido, Idelfonso Castro.
Serrano, de la estrecha confianza de Isabel Díaz Ayuso, fue el elegido por Feijóo para presidir el comité organizador del cónclave. Reconocerle con un puesto en la dirección nacional del partido e, incluso, con la portavocía del Senado, ampliaría el peso de Díaz Ayuso en el organigrama genovés. Además, ha sido fundamental en la negociación destinada a evitar controversias en la cita congresual rechazando enmendar las primarias representativas, aún a sabiendas de que tienen truco, tal y como reveló este medio.
Troceamiento de la la vicesecretaría de González Pons
Que Ezcurra haya sido una de las ponentes de documento político, también próxima a Ayuso y a FAES, la coloca en una posición de salida, aunque puede ir en detrimento suyo que esté a caballo entre Madrid y Estrasburgo. Por otro lado, Feijóo fichó a Idelfonso Castro en septiembre del año pasado. Secretario de Exteriores con los gobiernos de Rajoy y también gallego, se da por segura su subida de escalafón, una vez culmine la salida de Esteban González Pons y el más que previsible troceamiento de la actual macro vicesecretaría, que aunaba las competencias de relaciones institucionales y Exteriores, Justicia, Interior y Defensa. Todo ello sin olvidar el delicado equilibrio territorial que hay que guardar con los nuevos nombramientos.
Además, es muy probable que se refuerce y amplíe el área de economía con Juan Bravo al frente para dar cabida también a más referentes en lo que siempre se ha considerado una de las fortalezas de los populares. Con la intención declarada de poner al partido a punto para la batalla final de las siguientes elecciones generales, sean cuando sean, Feijóo puede optar por lo que los anglosajones llaman shadow cabinet, esto es, un 'gobierno en la sombra'.
Un "gobierno en la sombra"
Algo que echan de menos algunos sectores del partido y que la ex presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre lamentó en entrevista con este medio. "¿Sabe alguien quién es el portavoz del PP de Transportes?, porque yo no lo sé y en muchísimos otros temas pasa lo mismo, como con el apagón", denunció. El 'gobierno en la sombra' transmite una imagen de institucionalidad, pero también expone más a los elegidos a los ataques del PSOE en el mal entendido de que sean los que conformen un hipotético Consejo de Ministros de Núñez Feijóo.
Lo cierto es que el Comité Federal del PSOE, a celebrar el próximo sábado, se 'comerá' mediáticamente el 21 congreso de los populares, sobre todo cuando estos se han garantizado que no haya una voz más alta que otra, cosa que, muy probablemente, también será el tono de la reunión socialista una vez laminada toda disidencia interna por parte de Pedro Sánchez. Bajo el lema "Tomar partido por España", la cita arrancará el viernes con las intervenciones de Mariano Rajoy y José María Aznar. El sábado será el momento del debate de las ponencias y de la presentación de la candidatura de Feijóo y la lista con la que se presenta para conformar su comité ejecutivo nacional. Finalmente, el domingo cierran el acto Ayuso y el reelegido presidente.
"Mientras el cónclave de los populares será el de la unidad y tendrá lugar en un contexto de absoluta normalidad, el PSOE celebrará su Comité Federal en una situación diametralmente opuesta, con un partido que se desangra a nivel interno y acorralado por los innumerables casos de corrupción que cercan cada vez más a Pedro Sánchez", dicen los populares.
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