Es una idea cada vez más extendida: los coches eléctricos se incendian con facilidad y lo hacen en mayor medida que los coches de combustión. El sector la califica de 'bulo' y reconoce que ideas erróneas como esta le está haciendo daño. Aseguran que junto a otras cuestiones falsas que sobrevuelan la percepción general en torno a los vehículos eléctricos, de algún modo, están afectando al comportamiento de los clientes.

La proliferación en las redes sociales en las últimas semanas de varios episodios de vehículos que ardían ha sido el último episodio. Desde la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) aseguran que en muchos casos se trataba de informaciones falsas o incluso bulos malintencionados. Aseguran no sólo que los vehículos eléctricos no se incendian más que los de combustión sino que lo hacen mucho menos.

La afirmación, recogida en el 'Decálogo de Seguridad de Vehículo Eléctrico' publicado junto a Faconauto -la patronal de concesionarios de vehículos-, se basa en distintos informes. Así, AEDIVE recuerda que existen estudios como el realizado por la aseguradora americana AutoinsuranceEZ en la que analizando datos de la autoridad vial de los EEUU concluye que por cada 100.000 vehículos vendidos se produjeron 1.529 incendios en coches de combustión por 25 en vehículos eléctricos. En Noruega, uno de los países con mayor penetración eléctrica en la automoción, se estima que se producen entre cuatro y cinco más incendios en coches de gasolina o diésel que en eléctricos, según datos del Gobierno noruego.

El tercero de los informes esgrimidos por la AEDIVE es el realizado por la Agencia Sueca de Emergencias en 2022 y en el que se concluye que se producen 18 veces menos incendios en coches eléctricos que en los de combustión: 3,8 incendios por cada 100.000 en los eléctricos por 68 incendios en los de combustión.

Un decálogo de 'falsos mitos'

Expertos en esta materia sí apuntan que en algunos casos e incendio de un vehículo eléctrico presentan desafíos únicos debido a la naturaleza de las baterías de litio. Estas pueden entrar en fuga térmica, liberando gases inflamables y alcanzando temperaturas superiores a 1.000°C, lo que dificulta su extinción con métodos tradicionales

En relación a esta cuestión, el decálogo con el que se quiere desmontar 'falsos mitos', a la vez que se facilita información a los concesionarios y clientes, es que los incendios en vehículos eléctricos sí se pueden sofocar con agua.

Otra de las ideas más extendidas y que retrae de la compra de un vehículo eléctrico es la escasa autonomía de sus baterías y el alto precio. AEDIVE señala que la autonomía ha avanzado muchos en los últimos años y que la mayoría de los vehículos con batería de lata densidad cubren ya tramos reales de alrededor de 350 kilómetros. De este modo, con dos cargas completas, con periodos de reposición de apenas 15 a 30 minutos, según el tipo de cargador, "se podría recorrer todo el país de norte a sur", señalan.

Respecto a la carestía de este tipo de vehículos, en el decálogo se recuerda que con los planes de ayudas como el recientemente aprobado MOVESIII y ortos descuentos se pueden adquirir modelos por poco más de 10.000 euros. Incluso se apunta a que modelos tipo SUV rondan los 18.000 euros. Añaden que además el coste en la vida útil del vehículo es mucho más económica que la de un coche de combustión.

En la lista de principales dudas infundadas, recuerdan que el cuidado de las baterías sí es algo relevante por la mera condición del vehículo pero que en cambio este tipo de vehículos requieren menos mantenimiento.

La campaña de información lanzada también quiere incidir en la idea de que es necesario poseer un parking propio para disponer de un coche que requiere ser cargado. Señalan que como ocurre en los vehículos de combustión, no es necesario. Si subrayan que se deben evitar los enchufes domésticos y que existen ayudas para la instalación de cargadores en aparcamientos comunitarios. AEDIVE estima que existen cerca de 100.000 puntos de recarga de uso privado y que la estimación es que se puedan alcanzar los 782.000 en 2030.

Puntos de recarga

En 2024 apenas un 5% de los vehículos matriculados era un coche eléctrico. Pese a que los puntos de recarga de acceso público van en aumento, lo hacen a un ritmo insuficiente y con una capacidad de recarga lenta en la mayoría de los casos que complican los desplazamientos. El Plan Integrado de Energía y Clima (PNIE) fija que para el año 2030, dentro de sólo un lustro, en España debería contar con un parque de 5,5 millones de vehículos –coches, motocicletas, patinetes…- eléctricos.

La red de puntos de recarga lenta -22 o menos kW- está compuesta por cereca de 22.000 puntos, seguida por los puntos de recarga considerada rápida, entre 22 y 50 kW, con algo más de 7.500 puntos- En el apartado de recargas ultrarrápidas se sitúan los puntos por encima de los 50 kw y hasta los 250 kw, algo más de 2.000 y no llega al millar los que superan esa potencia. La comunidad autónoma con más puntos de recarga eléctrica es Cataluña. Casi uno de cada cinco está en alguna provincia catalana. Supone un porcentaje significativamente mayor que el 13% que tiene Madrid o el 12% de puntos de recarga que están en Andalucía.

Por el momento el grado de penetración del vehículo eléctrico en nuestro país es bajo. Actualmente rondan los 600.000 los matriculados. Los planes de ayudas públicas están provocando que en estos meses las matriculaciones sí crezcan de modo significativo. Entre enero y mayo de este año se han matriculado 88.000 vehículos, lo que supone un 67% más que en e mismo periodo del año pasado. De seguir esta tendencia, el sector confía en alcanzar las 200.000 matriculaciones a final de año.