Alberto Núñez Feijó se ha marcado el objetivo de alcanzar de nuevo para su partido 10 millones de votos y con ello, una holgada mayoría absoluta. Así lo ha señalado durante la presentación de su candidatura a la presidencia del PP en una larga intervención, casi más propia de la clausura del evento. Porque en este contexto ha presentado un largo decálogo, una especie de diez mandamientos de la que será su actuación futura en caso de llegar al gobierno de la nación, siendo uno de ellos el de la "centralidad".
Ha defendido que dicha centralidad "no es indefinición sino ambición, ganas de concitar más acuerdos, de no prescindir de la ideología ni de los principios". "Las medidas más justas -ha agregado en presencia de José María Aznar- llegan desde el centro reformista que nuestro partido acuñó en 1999". Y tras afirmar que el PP es "la casa común" de los democristianos, liberales y reformistas ha apelado a "volver a ser un partido de diez millones de votantes, este es el objetivo. Y lo demás es el trabajo para conseguirlo".
Mientras a veinte kilómetros el PSOE entraba en combustión, Feijóo ha presentado su candidatura a la reelección un congreso triunfalista convencido de que, a la próxima irá la vencida. Hasta su mano derecha y nuevo secretario general, Miguel Tellado, ha puesto números a los resultados de una hipotética consulta electoral: cuarenta escaños más. El problema de este tipo de predicciones es que si no se cumplen siempre se leerá en clave de no haber alcanzado los objetivos previstos, aunque todo depende de que, esta vez sí, cuando sea, puedan llegar al Gobierno de la Nación.
Noticia en ampliación...
Te puede interesar