El presidente de Vox, Santiago Abascal, y su reafirmación en la política migratoria de Vox copó la rueda de prensa de este lunes en la sede nacional del partido. Después de los altercados del fin de semana en Torre Pacheco, la llamada de agrupaciones ultras a la "cacería" de inmigrantes y las condenas de la izquierda y el Gobierno atribuyendo a Vox un 'efecto llamada' a esos ataques xenófobos, Abascal salió a dibujar un escenario antagonista. En él, situó a Vox frente al resto de partidos, especialmente el bipartidismo, los grandes grupos de comunicación y la prensa generalista y la política alejada de las medidas que reclama la sociedad a su juicio.

Abascal primero disparó contra el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien horas había atribuido los incidentes a la agitación del discurso de Vox y los suyos. Tanto a través de sus portavoces como en especial por las redes sociales. "Hay récord de violaciones en España. Han ascendido un 250%. También las palizas de ancianos a manos de ilegales, por diversión. Los españoles piden seguridad. Y Marlaska aparece quince días después de la violación en Alcalá de Henares para decir que la culpa de todo esto la tiene Vox. Al parecer tengo la culpa de que el detenido como autor fuera un ilegal procedente de Mali y que los autores de la paliza en Torre Pacheco sean dos magrebíes ilegales", contestó a Marlaska Abascal.

Para el líder de Vox, lejos del discurso de su partido, "la culpa de que no hayan sido expulsados es del bipartidismo, de los acuerdos que hacen en Bruselas, de las aplicaciones de esas políticas por [Pedro] Sánchez en España, y el PP en las regiones", continuó Abascal, extendiendo esos ataques a los populares.

Precisamente, Abascal recriminó la actitud del PP durante la última semana, abriendo debates sobre el futuro gobierno de España una vez Sánchez salga de Moncloa. "Algunos están repartiéndose el Gobierno, sueñan con mayorías absolutas y debaten sobre si Vox va a estar o no en el Gobierno". Lo hacen "con el problema de la vivienda" que hay de fondo, sobre todo "para los jóvenes", también con ese incremento "de violaciones...". "No entiendo ese debate", afirmó Abascal, que advirtió además de que este verano "va a ser muy duro". Lo dice el líder ultraconservador previendo que en las próximas semanas, con fiestas populares de por medio, "habrá más robos, violaciones y agresiones" por parte de ilegales sin atribuir ninguna base argumentativa.

Para Abascal lo sucedido en Torre Pacheco es una muestra más del hartazgo social. "Es un ejemplo. Hablamos de algo [altercados e inseguridad que atribuyen a esa inmigración irregular] que sucede en pueblos de Castilla y León, en Cataluña. Estamos hablando de una plaga. Esto está pasando en muchas partes y no vamos a dar un paso atrás", se comprometió.

Durante el turno de preguntas, Abascal evitó condenar las llamadas a las "cacerías" que a través de las redes sociales han hecho distintos colectivos ultras en Torre Pacheco. Incluso esos traslados desde lugares externos solo para ir al conflicto con unos migrantes que el sábado respondieron a esos ataques con más violencia. Fue condenada por el alcalde Pedro Ángel Roca. "Hay inseguridad", aseguró, pero reprochó las llamadas a trasladarse al municipio, que hacen que "suba la tensión", hizo en declaraciones a los medios durante los altercados de la noche del sábado.

Culpa a los medios y al bipartidismo

Durante la comparecencia, Abascal arremetió contra los medios de comunicación que "demonizan a Vox". Previamente, el portavoz José Antonio Fúster inició ese eje discursivo, incidiendo que se ha "mentido" durante toda la semana pasada cuando se ha mencionado que Vox quería expulsar a ocho millones de inmigrantes. Abascal también negó ese dato, aludió a que desconocen el número exacto de ilegales, pero no entró en más detalles pese a que las declaraciones de Rocío de Meer el lunes pasado son nítidas y de que se está haciendo un uso reiterado de conceptos como el de 'remigración'. Precisamente éste término busca la homogeneidad de las sociedades occidentales y la expulsión de todo aquél que no entra en el canon establecido. Incluso de ciudadanos de segunda generación nacidos en el territorio.

"Los grandes medios, el bipartidismo y sus comparsas separatistas están contra la democracia. Contra la aplicación de las propias leyes [la expulsión de ilegales]. No quieren preguntar a los españoles vía referéndum [sobre esas políticas] si quieren centros de internamiento de ilegales en sus calles, en sus pueblos, expulsar a quien entra de forma irregular". Abascal insistió en esa diferenciación con el PP y el PSOE. "Han apoyado una regulación masiva en el Congreso de medio millón de ilegales [el PP pide estudiar caso a caso y descartar personas con antecedentes o sin contrato de trabajo actual]. Vox es el único que se opone".

Desde Vox se deja claro que el partido "va a seguir defendiendo sin miedo su mensaje, pese a las amenazas gubernamentales". "Va a exigir las deportaciones de los ilegales que vengan a robar, a violar o a matar. O a los legales que vengan a imponer religiones extremas que denigran a la mujer". Irá contra "las políticas suicidas o las ONG que traen inseguridad y degradan los servicios sociales", apuntó. Preguntado sobre qué métodos usarán para determinar quién no se adapta, Abascal señaló a los delitos como forma de corte. "Quien cometa delitos o promueva el yihadismo".

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