Un grupo numeroso de jóvenes ha increpado y agredido esta madrugada a agentes de la Policía Local y la Ertzaintza en Azpeitia (Guipúzcoa), después de que un joven fuera sancionado por realizar una pintada en el mobiliario urbano. Los hechos han derivado en un asalto a la comisaría municipal y han dejado al menos dos agentes heridos leves, según ha informado el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, que ha abierto una investigación por desórdenes públicos.

El altercado comenzó hacia las cuatro de la madrugada, tras la intervención de una patrulla de la Ertzaintza, que impuso una multa por deslucimiento de bienes públicos. Posteriormente, decenas de jóvenes se han concentrado ante la sede de la Policía Local, en la Plaza Mayor, y han accedido a las dependencias entre insultos, amenazas y agresiones a los agentes. Uno de los manifestantes ha sido identificado tras golpear a una ertzaina con un vaso, causándole lesiones.

Según el sindicato Esan, mayoritario en la Policía Local de Azpeitia, la agresión a los agentes fue "gravísima" y "sin precedentes", y ha puesto en riesgo su integridad y su vida. La central ha denunciado además la falta de cámaras de vigilancia en la comisaría, pese a haberlo solicitado reiteradamente al Ayuntamiento.

La Ertzaintza desplegó patrullas de varias comisarías ante la acumulación de más de 200 personas en los alrededores. La situación, de gran tensión, empezó a calmarse tras la mediación de un concejal del consistorio, según el relato del Departamento de Seguridad.

Ambigüedad de la alcaldesa de EH Bildu

La alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta (EH Bildu), ha trasladado su apoyo a los agentes, aunque ha considerado "desproporcionado" el despliegue policial. En un comunicado en euskera, ha pedido prudencia y ha subrayado que el Ayuntamiento continúa recabando información para esclarecer lo ocurrido. Ha señalado que los incidentes se originaron cuando algunas personas se dirigieron a la comisaría para expresar su desacuerdo con la identificación previa, en un contexto de ambiente festivo y presencia policial "inusual" desde el sábado por la mañana.

El Gobierno Vasco ha condenado "unos hechos muy graves, intolerables e inaceptables" que, ha recalcado, "atentan contra la convivencia" y "no tienen cabida" en la sociedad. Ha expresado su solidaridad con los agentes agredidos y ha apelado a la ciudadanía a rechazar este tipo de comportamientos.

Esan ha exigido una condena "clara y sin ambigüedades" por parte del equipo de gobierno municipal, además de apoyo jurídico y médico para los agentes y que el Ayuntamiento se persone como acusación particular. Los sindicatos ErNE y Euspel han manifestado también su repulsa y han reclamado recuperar el principio de autoridad.