El Gobierno ha renunciado a comprar cazas F-35 norteamericanos en un momento de gran tensión con la administración de Donald Trump. La decisión, que "se venía rumiando desde hace tiempo" según fuentes del sector de la defensa, se ha hecho públicoa en plena discusión por un contrato del Minsiterio del Interior con la tecnológica china Huawei para almacenar las escuchas policiales de investigaciones de jueces.

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Las fuentes de inteligencia y seguridad nacional consultadas señalan que no hay ningún riesgo con el producto de Huawei. Pero la disputa de EEUU con China por el control de la economía global, explican, ha llevado a las instituciones norteamericanas a sembrar dudas sobre la compañía. Y con ello a todos los países que mantengan contratos con ella. En el caso de España, han amenazado con dejar de transmitir información sensible a través de las agencias de espionaje. Fuentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) enmarcan la presión de Estados Unidos en una suerte de "desprestigiar" a nuestro país que en señalar una amenza real.

Sea como fuere, El País publicó este miércoles que Defensa renunciaba al programa de los aviones furtivos de quinta generación. La compra se enmarcaría en el plan del Ejecutivo para llegar al 2% del PIB en gasto militar, pero la pretensión de hacerlo en empresas europeas es la razón oficial para anunciar ahora la decisión. A pesar de que ya rondaba en la cabeza de los altos cargos del Ministerio de Margarita Robles desde hace bastante tiempo.

La Armada, la más perjudicada

El mayor perjudicado en la renuncia es la Armada. Los F-35, en su versión b, pueden despegar de manera vertical. Es decir, no necesitan de un portaviones para poder operar. En la actualidad, la rama naval del Ejército opera con Harrier AV8B. El problema es que esos aviones tienen 50 años y el resto de países se están desaciendo de ellos, por lo que las piezas y recambios se están agotando.

La decisión no ha sentado nada bien en la Armada, con importantes y duraderos lazos con el ejército norteamericano. Tampoco en Casa Real, ya que la amistad con Donald Trump viene de largo. El presidente distinguió al Rey Felipe y a la Reina Letizia en su primer mandato. En Zarzuela temen que el enfrentamiento soterrato entre ambos países pueda alterar las espectativas de participar en el 250º aniversario del a Independiencia de los Estados Unidos del año que viene.

Mientras la Armada se deshace de sus aviones actuales, tiene encomendado a Navantia la posibilidad de construir un portaviones, que sería el primero del Ejército. Aunque queda mucho para tenerlo listo, si es que alguna vez se hace, la alternativa más lógica sería la compra de cazas Rafale, de facturación francesa. Aquí el problema es más de corte nacional. En la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) no son muy partidarios de comprar a Francia, aseguran fuentes conocedoras.

"Podemos hacer carros de combate con Escribano e Indra, que también podrá hacer misiles, radios y radares. Y submarinos, portaaviones, fragatas con Navantia. Es verdad que no existe nada parecido al F-35 necesario para poder sustituir a los antiguos Harrier", explica un experto en el sector.

Una segunda opción es el Saab 39 Gripen, que se fabrica en Suecia. "Es un avión muy bueno, pero es inferior. Tiene un solo motor, no carga demasiado... No lo veo", explica una segunda fuente del sector. Con todo esto, la tercera vía, y que va cogiendo fuerza, es la de Turquía. El país tiene el TAI Kaan a punto de terminar, por lo que España podría esperar a que estuviesen acabados para adquirirlos. Varios países ya han hecho los primeros pedidos ante las buenas espectativas que ha levantado. No son europeos, pero sí son OTAN.

Gran relación con Turquía

De hecho, las relaciones entre Turquía y el Gobierno de Pedro Sánchez se han fortalecido en los últimos meses. En la última feria de defensa realizada en Madrid, FEINDEF, un consorcio de 15 empresas españolas, lideradas por Airbus firmaron un acuerdo con Turkish Aerospace para colaborar en un programa de los pilotos españoles. El objetivo es que España consiga los conocimientos para poder construir el Hürjet, un caza de entrenamiento para sustituir a los viejos F-5M.

También importantes empresas españolas han alcanzado acuerdos con compañías otomanas. En la última feria de armas en Abu Dabi, Indra suscribió entendimientos con Otokar y FNSS Savunma Sistemleri. Estas empresas son especialistas en vehículos 6x6, lo que inquietó al sector nacional sobre el futuro del gran proyecto del Dragón 8x8, como contó El Independiente.

Más datos sobre la pista turca. A finales de junio, el ministro de Transporte, Óscar Puente, visitó el país para reforzar la colaboración en materia de infraestruturas. Nada que ver con el ámbito militar, pero uno de los encuentros tuvo lugar en la fábrica de la empresa de drones Baykar. Uno de los directivos le regaló al representante español una maqueta del Bayraktar Kizilelma, un avión no tripulado muy similar a un caza en cuanto a estética. Tiene de 14 metros de largo, 10 metros de envergadura y más de 3 de alto.

Esta sería otra alternativa para la Armada: un caza sin piloto a la espera de que llegue un posible portaviones. La última opción la señala una cuarta fuente: que se compren más Eurofighter y los buques españoles no tengan cazas. "Si necesitan cobertura área para un operación, que le piden apoyo al Ejército del Aire", resume otro operador de defensa.

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