Es una parte difícil de cuantificar de su factura, pero de algún modo, figura en ella. Los enganches fraudulentos a la red eléctrica se producen por cientos cada día y la gran mayoría de ellos se llevan a cabo para producir marihuana. Ese coste por la energía consumida de manera ilegal es el que luego las compañías repercuten en el conjunto de los consumidores y que en muchos casos no hace sino aumentar. Sólo entre enero y junio de este año la compañía Endesa ha detectado hasta 32.000 fraudes eléctricos, enganches a la red general que se realizan de modo ilegal y contra los que compañías y Policía luchan desde hace años.

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España es uno de los países europeos con más plantaciones interiores, 'indoor', para producir marihuana. Según el 'Informe Europeo sobre Drogas 2025', nuestro país acapara el 73% de todas las incautaciones de marihuana de la Unión Europea. La generación de esta planta en el interior de pisos, casas o naves requiere de sofisticadas instalaciones eléctrica que en la mayoría de los casos se enganchan ilegalmente a la red. Estas plantaciones están activas durante 24 horas y consumen grandes cantidades de energía eléctrica para aportar la temperatura y luz que requieren las plantaciones.

Cada uno de estos invernaderos ilegales necesitan una gran cantidad de energía, equivalente según Endesa al de 80 viviendas de 100 metros cuadrados. La lucha contra este uso fraudulento ha permitido desmantelar una media de seis plantaciones o invernaderos 'indoor' al día, sólo en las áreas de distribución eléctrica de Endesa. Las intervenciones, en coordinación con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, han permitido recuperar energía equivalente al consumo de 31.700 hogares, alrededor de 111 millones de KWh.

La energía de 117.000 hogares

La filial de Endesa, e-distribución, ha detectado un fraude en el primer semestre que equivale al consumo de 117.000 hogares. El fraude se lleva a cabo fundamentalmente manipulando las instalaciones eléctricas para engancharse a la red de modo ilegal. Este tipo de operaciones, que la CNMC ya denunció que estabn en aumento, conllevan un alto riesgo de electrocución y un risgo de provocar incendios. En los últimos años han sido varios los casos de muerte o de heridas de gravedad por la manipulación de estas redes eléctricas.

En Endesa recuerdan que además del riesgo, el fraude conlleva un coste económico para todos los consumidores "a través de la factura" además de un efecto "pernicioso" sobre la calidad del suministro eléctrico en las áreas donde se producen estas ilegalidades.

En los últimos años Endesa ha puesto en marcha sistemas para ser más eficiente en la detección de este tipo de fraudes. A través del historial de inspecciones de sus doce millones de puntos de suministro, se analizan los patrones de consumo, los equipos de medida o incluso la información meteorológica para poder detectar posibles alteraciones sospechosas de posibles fraude. El empleo de la Inteligencia Artificial facilita estos trabajos de inspección.

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