El equipo Israel Premier-Tech no abandonará la Vuelta a España pese a que la organización, a través de su director técnico, Kiko García, pidió ayer que valoraran su retirada tras los actos vandálicos de grupos propalestinos en Bilbao que obligaron a cancelar el final de etapa.

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"Ahora mismo hay que poner todo en la balanza y valorar si podemos poner en riesgo una vuelta como la Vuelta a España, una carrera de tres semanas, una de las tres grandes, o preferimos seguir protegiendo a un equipo que está poniendo en riesgo todo lo demás", declaró García a los medios.

El conjunto israelí respondió a través de un comunicado en su cuenta de X, en el que aseguró que seguirá en carrera: "El equipo sigue comprometido a competir en la Vuelta a España. Cualquier otra decisión supondría un precedente peligroso en el ciclismo, no solo para Israel–Premier Tech, sino para todos los equipos".

En la nota, la escuadra recalcó su "respeto por el derecho a protestar, siempre que sea de forma pacífica y sin comprometer la seguridad del pelotón", y agradeció a la organización y a la policía "los esfuerzos para crear un entorno seguro". Sin embargo, consideró que "el comportamiento de los manifestantes en Bilbao no solo fue peligroso, sino contraproducente para su causa y privó a los aficionados vascos, algunos de los mejores del mundo, de la llegada de etapa que merecían".

Cabe recordar que el de ayer no fue el primer incidente en esta Vuelta a España. En la quinta etapa, un pequeño grupo de manifestantes irrumpió en la carretera al paso del Israel–Premier Tech, obligando a los ciclistas a frenar bruscamente. Además, este martes el italiano Simone Petilli, de otro equipo, sufrió una caída provocada por la presencia de activistas en el recorrido.

Por su parte, Kiko García explicó también que la organización "sondeó a los equipos", que entendieron la cancelación de la línea de meta como "la mejor solución" ante el bloqueo de un tramo de la Gran Vía de Bilbao que hacía peligrar la seguridad.

El director técnico de La Vuelta reconoció que habló con los corredores y les transmitió la preocupación de la organización: "Nosotros no podemos tomar la decisión de excluir al equipo porque el reglamento nos obliga a mantenerlo en carrera. Cualquier medida en ese sentido nos podría hacer perder la Vuelta del calendario".

Subrayó que Israel–Premier Tech ha contado "desde el inicio con un dispositivo especial de protección", pero que ahora la preocupación no es solo su seguridad, "sino la de todos los ciclistas". Y concluyó: "Entiendo perfectamente las protestas, son comprensibles, pero cuando se cruza la línea de la violencia entramos en algo mucho peor".

Según ha informado la Ertzaintza en la mañana de este jueves, las tres personas que fueron detenidas ayer han quedado en libertad tras practicar las diligencias policiales, a la espera de ser llamados por el juez.

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