El asesinato de Charlie Kirk, el activista trumpista, el miércoles pasado en Utah durante un evento universitario, fue instrumentalizado este fin de semana por Patriots en la cumbre celebrada por Vox en el Palacio de Vistalegre, el 'Europa VIVA25', para reforzar las tesis de batalla cultural contra la izquierda y de que Occidente se encuentra en un momento crítico. Ello en un evento marcado, a su vez, por las grandes ausencias físicas tras las bajas de los líderes argentino, Javier Milei, y húngaro, Víktor Orbán, así como el de Marine Le Pen, con agenda de partido en Burdeos (Francia), donde por la tarde tiene programado un mitin en plena crisis de Gobierno francés. No intervino por vídeo. Vox cifró en 8.500 la asistencia de este domingo.

Si bien el sábado no pasó desapercibida la figura de Kirk —Abascal llevó la camiseta con el lema 'Freedom' que portaba en el momento de su muerte—, fue este domingo cuando tuvo el mayor protagonismo. La jornada comenzó con un vídeo recordatorio y la escucha en pie del himno de la Legión, para "despedirle como se hace con los caídos en España", argumentó la voz en off que condujo la actividad. Le siguió la intervención grabada del presidente del think tank próximo a Donald Trump, Heritage Foundation. Kevin Roberts disculpó su ausencia por el asesinato: "Tengo que estar aquí". Alentó que "los patriotas" se encaminan a un "punto de inflexión" civilizatorio, hasta el punto de compararlo con la Reconquista española, con la épica de Don Pelayo o con David contra Goliat. El componente religioso ha estado presente constantemente.

"No nos van a silenciar, la muerte no es el final. Esta violencia en la izquierda es porque ven que la gente está despertando". "Avancemos con coraje y convicción", instó. Le siguió la representante de La Voz de la Razón, la griega Afroditi Latinopoulou, que arremetió contra una supuesta desvirtuación del mensaje que hacen los medios, contra la inmigración ilegal y la defensa de las fronteras, en favor de Cristo frente al islamismo y reprochando que mientras que a George Floyd el Parlamento Europeo le rindió un minuto de silencio, esta semana se rechazó para Kirk. "Hay personas que se alegran de su muerte (...), pero su asesinato no acaba con él".

Milei insta a dar la batalla cultura frente a una izquierda que o intenta desacreditar o simplemente lo silencia con un tiro en la cabeza

Javier Milei, a través de una conexión en directo

Sin una instrumentalización tan directa, y centrándose en la pugna contra el comunismo entraron también por vídeo dirigentes latinoamericanos de la ultraderecha o el conservadurismo más duro, caso del chileno José Antonio Kast, el colombiano Álvaro Uribe, la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado. In situ, el alcalde de Lima, Rafael López-Aliaga, insistió en esa línea aunque reafirmando el catolicismo, "la propiedad privada, el emprendimiento, la familia, la vida y el Estado pequeño". Él sí que abordó la figura de Kirk, "la más dialogante de la tierra, con paciencia incluso con el rojo inútil", comparándola con un mártir: "Han creado un ejército". Defendió las redes sociales como elemento de búsqueda de "la verdad" para los jóvenes, sin atender el alto grado de desinformación que se da en ellas.

Tras él el rumbo del acto dio un giro hasta meterse de lleno en el rechazo al globalismo, a los burócratas de Bruselas, a la diversidad sexual, a la inmigración y a los musulmanes que "no se adaptan a nuestros países", dijo el líder secesionista de Flandes, Tom van Grieken, presente en Vistalegre. "La historia recordará a los que se levantaron", aseguró. En esa presunta pugna por el "alma europea" y contra "la pérdida de identidad" a causa del "progresismo radical", incidieron por vídeo el dirigente del FPÖ austriaco, Herbert Kirkl, o el checo Andrej Babís, que está de campaña electoral de cara a las generales de principios de octubre. De campaña también se encuentra Geerts Wilders, de Países Bajos, tras la caída del gobierno tras retirarle su apoyo. No dejó intervención. Todos estos representantes son los más votados o los primeros en sus respectivos sondeos locales.

Uno de los mensajes grabados más destacados fue el de Giorgia Meloni, ex socia de Vox en ERC, y a quien los de Abascal tantean para unir fuerzas con Patriotas. Sin dejar pasar el asesinato de Kirk, para dejar "claro de qué lado está la violencia", Meloni insistió en los argumentos ya lanzados en cuanto a patriotismo, fronteras o inversión de la industria propia, pero destacó la guerra de Ucrania marcando perfil frente a Putin y al resto de socios de Patriotas, dado que algunos tienen un claro corte prorruso. La amistad de Orbán o los lazos de la propia Le Pen con el Kremlin dificultan ese nexo. Sí puso en valor el trabajo de su gobierno con populares y la Liga de Salvini, "tres socios de grupos europeos diferentes". "Es tiempo de trabajar juntos, estoy segura que en este camino nos encontraremos", lanzó, dejando abierta esa puerta a la colaboración, sin necesidad de unirse.

André Ventura pide "cárcel" para Pedro Sánchez

Orbán, con otro mensaje en vídeo muy breve, la siguió. Se centró en la identidad y el rechazo de Bruselas. Continuó el líder de Chega, presente junto a Abascal y Kinga Gál —del partido de Orbán, Fidesz— en el público, que caldeó tras más de dos horas el ambiente. Pidió "cárcel" para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. "Tenemos que acabar con el socialismo en toda Europa, en Portugal y en España. Tenemos que llevar a Sánchez a la cárcel. El socialismo no es solo un grupo que ha tomado el poder, el Gobierno. Es una mafia dentro del Gobierno. Mi primera medida en España sería llevarlo a la cárcel. Seguro", manifestó Ventura.

Ventura ensalza las cacerías de inmigrantes musulmanes en Torre Pacheco de este verano y asegura sentirse orgulloso

El Chega, en Portugal, se ha caracterizado por su alto perfil antiinmigración, algo que evidenció Ventura al manifestarse "orgulloso" de las cacerías de inmigrantes convocadas a raíz de la agresión de un joven magrebí a un anciano este verano en Torre Pacheco. "Lo que han hecho en Murcia me llena de un orgullo tremendo. Gracias por lo que han hecho". "Son enormes, son fuertes, son grandes, viva la Europa de los valores", apreció el portugués. Cerró asegurando que "Kirk ha muerto porque decía aquello que pensaba". "La izquierda ha demostrado lo violenta que se puede tornar. No tenemos miedo, no vamos a parar ni a bajar los brazos", se despidió.

Tras él, y antes de Abascal, Milei entró en escena atacando a esa izquierda "antifascista". "Es solo una prueba gráfica de lo que es la izquierda en su estado puro: odio y resentimiento". "Lo han perpetrado y celebrado los mismos que nos llaman violentos", empezó Milei. "Solo Dios sabe qué será del alma del asesino. Pero algo que sí sé, por cada uno que bajen, habrá nuevos divulgadores", advirtió el argentino. Alentó a dar la batalla cultural. "La izquierda nos quiere decir qué pensar. Cuando alguien dice que no, harán todo lo posible para silenciarlo. O con campañas de desacreditación o con un tiro en la cabeza". Abascal le agradeció en una conexión en directo su intervención.

Abascal: "Sus insultos nos los ponemos como medallas"

Tras subir al escenario Abascal aseguró que Salvini también envió vídeo y no pudo emitirse por cuestiones técnicas. Incidió en que el asesinato de Kirk hace comprobarles que están "en el lado bueno de la historia". Alentó la reconquista: "Somos la voz de millones de europeos que quieren recuperar su futuro, la calidad de los servicios públicos y el empleo, la seguridad. Somos la voz de las mujeres que quieren ir seguras por la calle (...) o no ir encapuchadas", dijo en referencia al islam. Arremetió contra la doctrina Abascal. "No seremos un califato. Bruselas no será un califato". Entonces, el dirigente de Vox comenzó a hilar cuestiones independientes entre sí.

El asesinato de Kirk no es un hecho aislado. Sino una dinámica de uso de la violencia de la izquierda para acabar con sus adversarios

Habló del colaboracionismo entre populares y socialistas para imponer una presunta censura. De instrumentalizar —hubo referencia explícita a la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen— desgracias como la guerra en Ucrania para atacar a Putin "mientras nos han hecho dependientes del gas ruso" por las políticas verdes. "Se dedican a perseguir a los ganadores de las elecciones en Europa", ejemplificó Abascal con el caso de Rumanía, y la repetición de las generales por posible fraude.

"Justifican la calumnia, el acoso y la violencia. Cualquier método para censurarnos. Nos llaman fascistas para matarnos. Nuestro compromiso es seguir peleando. No nos van a parar", gritó Abascal. Calificó el asesinato del influencer estadounidense no como "un hecho aislado", sino como un "uso de la violencia por parte de la izquierda para acabar con sus rivales". Mezcló el intento de asesinato a Jair Bolsonaro o Trump, y mencionó la violencia de ETA en España, que vivió en su juventud en País Vasco.

Tras ello, recurrió al eje migratorio-inseguridad. Con mención expresa a los musulmanes. "Los que pretenden imponer su religión, fuera. Los que quieren violar a mujeres o ponerles una capucha, fuera, los que quieren vivir del esfuerzo de los demás, fuera. Los menas, con sus padres. También fuera". Abascal aseguró que el coste de manutención de los menores extranjeros no acompañados —pone en duda que la mayoría lo sea— es superior a lo que costaría el cuidado de ancianos en residencias o a reforzar con soldados las fronteras. "Roban los recursos a los españoles. Haremos pagar a los que se lucran con la inmigración", dijo, sin perder la oportunidad de arremeter contra Open Arms e insistir en que hay que hundir su buque. No obvió el problema de la vivienda, como claro guiño al voto joven.

Ante las críticas de editoriales de prensa esta jornada, Abascal aseguró que "sus insultos nos lo ponemos como medallas". Entró en detalle contra Sánchez. Le reprochó ser aliado de Hamás, de Maduro y entregar —vía acuerdo con Huawei para el almacenamiento de datos gubernamentales— a China nuestra soberanía. También "odiar a España". Volvieron los gritos de "Sánchez, hijo de puta". "Permitirme pero el insulto debería haber sido este verano 'Pedro Sánchez, chulo de putas'", afirmó Abascal relacionándolo con la prostitución ligada al caso Koldo o por el negocio de saunas de su suegro.

No dejó indiferente al PP y a Alberto Núñez Feijóo, a quienes tachó de ser la "derecha cobarde y estafadora". "Actúan igual que el PSOE. Son lo mismo. Cuanto antes nos demos cuenta, antes llegará una alternativa a España". Abascal aseguró que esa alternativa ya existe de la mano del PP en España y el Parlamento Europeo: "No la quieren, van con los socialistas". "Hay que reconquistar las instituciones, la soberanía", alentó el líder de Vox. "La reconquista ha comenzado, no la van a detener. Ni envenenando las almas con sus mentiras ni disparando al pecho de quien clama libertad", cerró Abascal.