Si bien el portavoz nacional, José Antonio Fúster, el lunes, y su homóloga parlamentaria en el Congreso de los Diputados, Pepa Millán, marcaba camino este martes, fue el presidente de Vox, Santiago Abascal, quien tumbó definitivamente —al menos por ahora— cualquier posibilidad de reestablecer puentes con Iván Espinosa de los Monteros. No asistirá a la puesta largo de la asociación Atenea, el centro de pensamiento que su exmano derecha presenta este jueves en Madrid por la tarde en el Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid.
El presidente de Vox trasladó esta postura durante una entrevista, horas antes, en Telecinco. ¿Irá a la presentación? Le preguntaron, dado que Espinosa ha abierto la entidad a todo el centroderecha y la derecha española. También después de haber invitado formalmente al PP y a Vox. La respuesta: Abascal ignora el asunto. "Estoy muy ocupado en dirigir un partido muy importante, en representar a más de tres millones de españoles y en responder a las preocupaciones de la gente de la calle", afirmó el dirigente ultraconservador. No aclaró mucho más, pero sí sentenció, con un tono que rebaja la importancia, para él, del evento: "Yo la verdad es que no tengo mucho tiempo, ni para denuncias contra nadie, ni para asistir a muchos saraos".
Después de casi un año deshojando la margarita y retrasando la presentación por diversas complicaciones —fuentes conocedoras apuntaron a El Independiente en su momento que, entre otros, los problemas eran económicos, dado que se quería hacer algo potente—, Espinosa dará a conocer este jueves su nuevo proyecto, algo con lo que vuelve a la primera línea política en el espectro conservador y que para muchos puede ser un trampolín para terminar bajo el mando de Alberto Núñez Feijóo en unas listas electorales para las generales, para ampliar el nicho de votantes. El 'cortejo' de los populares esta semana a Espinosa se ha hecho notar, hasta el punto de abrirle las puertas o afirmar que "Vox se le había quedado pequeño".
El exlíder en Cantabria será vicepresidente de Espinosa
Este digital adelantó este jueves que el vicepresidente de Atenea será el exlíder de Vox en Cantabria, Ricardo Garrudo, quien fue uno de los promotores de la fundación DENAES de Abascal y compañía. También fue una figura clave en la puesta en marcha de Vox, al insistir a Abascal, entre otros, y siendo parte del núcleo de Espinosa, el de Amurrio y también Javier Ortega Smith. La incógnita sigue siendo qué otras figuras llenarán Atenea. El periódico El Mundo apunta al expresidente del PP en Baleares y de esa comunidad, José Ramón Bauzá, que después pasó por Ciudadanos hasta su salida de la política. Otras fuentes apuntan a que la entidad estará muy inclinada hacia el espacio de los populares, con figuras próximas a Génova.
Tampoco irá su segundo, Ignacio Garriga. Ni si quiera Millán o Fúster. La primera señaló esta semana que "cada uno es muy libre de emprender las acciones que crea necesarias", mientras que el segundo, un día antes, aseguró sin tender la mano a Atenea, que "ojalá lo pueda aprovechar el PP, para que alguien le dé alguna idea". Dio por hecho que estará próxima al PP y que Vox, con fundaciones como Disenso, no necesitan colaboración externa.
Centrado en la competencia electoral
En su entrevista, Abascal afirmó que no tiene intención de estar mirando al PP o a quien le rodea. Es más, cree que es Feijóo y su equipo "quien siempre está mirándonos de reojo". "Yo quiero ganar las elecciones" y "ese momento llegará", augura el presidente de Vox, que desdeña cualquier intento de dar por muerto a Vox. "Habrá muchos certificados de defunción, muchas noticias de divisiones internas o muchas difamaciones", algo que deja de lado con su objetivo en el centro. Respondió así al ser preguntado por las críticas sobre corrupción que, nuevamente, y ahora desde Baleares, hizo una exdirigente del partido, la exportavoz parlamentaria Idoia Ribas.
Para Abascal el principal rival a abatir sigue siendo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Entró de lleno a cuestionar que, según él, el socialista se esté parapetando tras la guerra en Gaza. Algo que denomina "genocidio" mientras Abascal y los suyos, aliados de Benjamín Netanyahu, justifican. Algunas voces ya apartadas, como Carla Toscano, que pese a todo siguen como concejal en el Ayuntamiento de Madrid, han mostrado una línea pro gazatí condenando la "respuesta desproporcionada" de Israel, que a su juicio está perpetrando "una masacre".
Según Abascal, el compromiso de Sánchez con Gaza es una "huida hacia delante". Usa a "la población como un escudo humano para que no se hable de corrupción", dijo después de que sigan avanzando los procesos judiciales contra su hermano, David Sánchez, y contra su esposa, Begoña Gómez. Igualmente, el dirigente de Vox se refirió a las palabras del presidente anoche desde la Asamblea de la ONU en Nueva York, donde anunció que enviaría un buque militar para asistir en tareas de auxilio a la Flotilla española de voluntarios que se dirige a Gaza para labores humanitarias. Para Abascal esto puede "involucrar al Estado, a las instituciones, a la Armada, en un conflicto internacional gravísimo para España", lamentó.
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