Sucedió durante los años más duros del terrorismo de ETA. La década de los años 80 registró el mayor número de atentados en la historia de la banda terrorista. En ese clima, una parte del Estado, el lado más oscuro y profundo, intentó combatir la violencia con violencia y fuera de la ley. La llamada ‘guerra sucia’ contra ETA tuvo en los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) uno de los episodios más negros. Promovidos por los aparatos del Estado en años de gobierno socialista, hasta ahora el PSOE español apenas ha pedido perdón por ello, pese a que por algunos episodios de los GAL fueron condenados altos dirigentes del primer Ministerio del Interior de Felipe González.

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Francia se había convertido en un ‘santuario’ para los miembros de ETA, un lugar donde refugiarse a salvo de los cuerpos y fuerzas de seguridad españolas. Era desde el País Vasco francés desde donde muchos comandos partían para atentar en España y regresar después. La noche del 23 de septiembre de 1985 varios miembros de los GAL entraron en el bar del Hotel Monbar de Bayona (Francia) y ametrallaron a varios de los presentes.

Los cuatro miembros de ETA, refugiados en Francia, José Mari Etxaniz, Iñaxio Astiasuinzarra, Agustín Irazustabarrena y Sabin Etxaide murieron ametrallados y una quinta persona resultó herida. El atentado fue reivindicado por los GAL y se convirtió en el más grave de cuantos cometió entre 1983 y 1987, un periodo en el que perpetró 27 asesinatos.

La "desfachatez" de justificar los GAL

Al cumplirse 40 años de aquel atentado, la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José ha pedido perdón a los familiares de los etarras asesinados. “Ninguna violencia podrá jamás justificar el uso de otra en sentido contrario. Nada puede justificar, minimizar o relativizar la violación de los Derechos Humanos”, ha asegurado la consejera socialista. Con motivo de la inauguración la exposición ‘Hotel Monbar, 1985. 40 años de la mayor masacre de los GAL’, San José ha asegurado que aquellos asesinatos fueron “crueles e injustos”: “Nadie tiene derecho a decidir unilateralmente sobre la vida de los demás”.

San José incluso se ha dirigido a los cargos socialistas que durante un tiempo “tuvieron la desfachatez de mostrarse orgullosos del daño que causaron a tantas personas”: “Quisiera dirigirme a ellos para condenar sus palabras, para decirles que sus palabras sólo sirvieron para causar aún más dolor, para erosionar la credibilidad de nuestra democracia y ensuciar las siglas de un partido político que hunde sus raíces en la defensa de los derechos humanos y los valores democráticos. Ese no es ni será jamás nuestro camino”.  

La muestra, que permanecerá abierta en la Casa de Cultura Ernest Lluch de San Sebastián, ha sido el contexto en el que San José se ha disculpado ante los familiares “por el dolor que el silencio en estos años les ha causado”. Ha pedido perdón “por cuatro décadas de ausencia institucional y silencio social”.

Actuar "fuera de la ley"

En la exposición un vídeo recuerda aquel atentado y recoge el testimonio de familiares de las víctimas de aquel atentado de los GAL. Los familiares reclamaban que aún debe ser esclarecida la asunción de responsabilidades y “la verdad en torno a los GAL”. También denuncian haber sido “revictimizadas” y olvidadas por las instituciones.

“Esta exposición quiere ser una reflexión sobre los límites del Estado de Derecho. Quiere ser una denuncia y firme condena de quienes, teniendo el mandato ciudadano de proteger y defender los valores democráticos, decidieron actuar fuera de la ley, fuera del Estado de Derecho usando los mecanismos del Estado para financiera y mantener una organización terrorista que tanto daño causó a nuestra sociedad”.

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