Carles Puigdemont ha cumplido con lo que venía anunciado desde hace ya tiempo: se rompen las relaciones con el PSOE y Junts pasará a hacer oposición lo que le queda de legislatura. Esta ha sido la conclusión a la que se ha llegado tras la celebración de una reunión de la Ejecutiva del partido y que ha sido anunciada por su presidente: "Podrán ocupar sillones, pero no gobernar".

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A punto de cumplirse dos años de la investidura de Pedro Sánchez, las principales líneas del acuerdo de investidura que llevó a los de Puigdemont a ceder sus siete votos no se han cumplido. La meta principal de Junts pasaba por una ley de amnistía con la que exonerar a los líderes del 'procés', una norma de la que, por el momento, no se ha podido beneficiar el jefe supremo.

Los líderes políticos del conocido como 1-O continúan a la espera de que el Tribunal Constitucional decida sobre sus recursos de amparo. Una resolución que parece no llegar después de que las recusaciones presentadas contra varios magistrados hayan retrasado los plazos manejados por el órgano de garantías.

Sea como fuere, lo cierto, es que Puigdemont y los suyos no quieren esperar más y no entienden por qué el órgano presidido por Cándido Conde-Pumpido "no resuelve ya si todas las piezas están ya sobre el tablero". Así lo explican a El Independiente fuentes cercanas al expresidente catalán que, además, sostienen que la amnistía ya no será una baza con la que podrá jugar el Gobierno, ya que en poco tiempo contarán con las resoluciones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Las voces consultadas se muestran optimistas con la decisión que vayan a acordar ambos tribunales. De tal forma que si, los buenos deseos anunciados por los líderes catalanes se cumplen, la Justicia española "no tendría otra acatar lo dispuesto por la Justicia europea".

Ambas resoluciones se esperan a principios de año, fecha hasta la que Pedro Sánchez y los suyos podrán jugar la baza de la amnistía. A partir de esa fecha, sea para aplicar o no la norma a favor de los independentistas, los socialistas tendrán que ofrecer a los de Puigdemont otros términos con los que negociar. La oferta de la amnistía habrá expirado y Junts necesitará más.

Delito de malversación

El TJUE deberá decidir sobre si la ley de amnistía es compatible con el Derecho de la Unión Europea, incluido el delito de malversación por el que el Tribunal Supremo decidió no amnistiar a Carles Puigdemont. Por el momento, la Comisión Europea ha anotado que la norma "no responde al interés general. No obstante, no será hasta el próximo 13 de noviembre cuando el abogado general del tribunal publique sus conclusiones, marcando así el rumbo por el que podría ir la decisión final.

Por su parte, el TEDH tendrá que dirimir si se vulneraron algunos de los derechos fundamendales de los líderes del 'procés' como el derecho a un juicio justo o a la tutela judicial efectiva. La defensa de Carles Puigdemont se muestra optimista respecto a la decisión de Estrasburgo. Así lo ha dejado ver Gonzalo Boye en un artículo publicado en ElNacional.cat en el que sostiene que la sentencia invalidará las condenas del Supremo y causará un importante "daño institucional" a la Justicia española.

No obstante, antes de conocer el resultado de Luxemburgo y Estrasburgo, el expresidente catalán podrá conocer la decisión del órgano de garantías sobre si se mantiene o se revoca su orden de detención. Se espera que el Constitucional resuelva sobre la medida cautelar a finales de año.

En este caso, Puigdemont no las tienen todas consigo. La Fiscalía del Tribunal Constitucional se ha opuesto en varios escritos a que el TC suspenda de manera cautelar la orden de detención nacional dictada por el Supremo. El pronunciamiento del fiscal Pablo Crespo ha generado cierto enfado en el entorno del presidente catalán.

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