Ocurrió el pasado lunes en el barrio de San Francisco de Bilbao. Miembros de una empresa de ‘desocupación’ llegaron hasta la calle Mena de este barrio humilde de la capital vizcaína. Los cuatro trabajadores, vestidos de negro, con banderas españolas y con una actitud desafiante, se encontraron en el lugar con cientos de personas que poco antes habían sido alertadas para impedir el desahucio de los vecinos que ocupaban el piso que debían vaciar.
Los gritos de ‘faxistak kanpora!!’ no dejaron de repetirse junto a una lluvia de insultos y reproches como bienvenida. Lo que muchos probablemente desconocían era quién les había llamado para llevar adelante ese desahucio forzoso: Josu Alvarez Pérez, un excolaborador de ETA condenado a seis años de prisión por intentar pasar a Francia a militantes de la banda terrorista. La historia y la identidad del ‘cliente’ la ha revelado hoy el diario El Correo. Un suceso que no terminó ni como los miembros de ‘Horus desokupa’ ni el propio excolaborador de ETA esperaban: expulsados del lugar, escoltados por la Ertzaintza y sin haber logrado llevar adelante el desahucio.
Los hechos ocurrieron en torno a las 16.30 horas del pasado día 3 pero poco antes el sindicato de vivienda ‘Azet’, afín al entorno abertzale de izquierda, había lanzado una alerta a través de las redes sociales que logró movilizar a numerosos ciudadanos. Algunos vecinos incluso reprocharon a Álvarez Pérez que hubiera recurrido a esa empresa “fascista” para llevar adelante la expulsión de los inquilinos de la vivienda, “son nazis”, le reprocharon.
Según informaciones difundida a través de grupos afines a la protesta contra ‘Horis desokupa’, el excolaborador de ETA les habría reconocido que desconocía su condición de “grupo nazi” y que si recurrió a ellos fue por no contar con este tipo de empresas “en Euskal Herria”. Esta empresa, con sede en Talavera de la Reina, se presenta como una compañía especializada en “desocupaciones legales” y en el desalojo de ‘okupas’ y la mediación con “inquilinos morosos o en situación precaria”.
Josu Alvarez fue condenado en 2006 a seis años de prisión por la Audiencia Nacional. La fiscalía le aplicó un atenuante para rebajarle la pena por padecer un trastorno psicológico grave del que estaba siendo tratado y en tratamiento por ansiedad. Fue condenado junto a otros colaboradores de la banda terrorista; Oscar Elejaga, Francisco Javier Ganuza, Amaia Ibarra, todos ellos con un papel menos relevante y que fueron condenados a dos años de cárcel.
Los hechos recogidos en el escrito de conclusiones de la Fiscalía apuntaron a que Francisco Javier Ganuza, miembro de las Gestoras Pro Amnistía y de la Koordinadora Abertzale Socialista (KAS) propuso en julio de 2000 a Josu Alvarez ayudar a huir de España al etarra Francisco Javier Sádaba. Para ello, según informó Europa Press, contaron con la ayuda de Amaia Ibarra y de Oscar Elejalde.
Además, en 2003 Josu Alvarez recibió una cita de la banda terrorista para recoger en el monte Pagasarri de Bilbao al etarra Patxi Abad, primo de Amaia Ibarra. El objetivo era ayudarle a pasar la frontera. Ambos prepararon una vivienda en la localidad vizcaína de Galdakao donde estuvo ocultó 14 días.
El nombre de Josu Alvarez apareció en la documentación que posteriormente se le incautó al miembro de ETA Ibon Fernández Irado, alias ‘Susper’. En el domicilio que compartía con Amaia Ibarra la Policía encontró un adhesivo con el anagrama de ETA y correspondencia mantenida con miembros de la organización terrorista.
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