Álvaro García Ortiz ha defendido su inocencia ante el Tribunal Supremo. Tras cuatro días de juicio en el alto tribunal, este miércoles ha sido el turno del fiscal general del Estado, quien se ha dirigido a los siete magistrados para asegurar que no filtró el correo electrónico vinculado al novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, ni dio la orden para que se hiciera.

Sentado desde el banquillo de los acusados, y sin su toga, García Ortiz sólo ha respondido a las preguntas del Ministerio Fiscal y su defensa, ejercida por la Abogacía del Estado, sobre lo que ocurrió durante la noche del 13 y la mañana del 14 de marzo de 2024. Ha comenzado explicando por qué no ha querido responder a las preguntas de la acusación particular, al entender que la querella presentada por dicha parte omite información crucial, lo que supone una práctica "desleal" con el tribunal.

Según ha asegurado el investigado, el correo por cuya filtración se le juzga —el 'email' que el abogado de González Amador envió el 2 de marzo a la Fiscalía ofreciendo reconocer dos delitos fiscales a cambio de llegar a un acuerdo— se remitió a una tercera parte, y no se informa sobre ello. También ha hecho referencia a que el correo del 12 de marzo, enviado por el fiscal Julián Salto a la defensa del novio de Ayuso, fue facilitado el jefe de Gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez, para que se hiciera un "uso político" del mismo.

Además, ha insistido en que no tuvo conocimiento sobre la intención de conformar por parte de la defensa de González Amador hasta la noche del 13 de marzo, cuando "El Mundo a las 21.29 publica una noticia" sobre el correo. Anteriormente, ha señalado que el empresario había tenido "una entrevista" con un periodista en la que le cuenta su intención de conformar con la Fiscalía.

El jefe del Ministerio Público ha asegurado que fue la publicación de El Mundo, en la que se aportaban muchos detalles de la comunicación del fiscal de delitos económicos, la que hizo "saltar todas las alarmas". Además, esta información daba la sensación de que el "señor González Amador era una persona especial por ser pareja de la pareja de Ayuso, y puede dar la sensación de que es algo extraño".

Ante esta publicación y la siguientes que tuvieron lugar esa noche, el fiscal general ha ubicado la propuesta de elaborar una nota informativa para desmentir "un bulo" en el que se afirmaba primero que la Fiscalía había propuesto "un pacto, que luego lo retira, y que luego se retira por órdenes de arriba".

García Ortiz ha explicado que, a partir de ese momento, quiere tener los correos en su poder para hacerse una composición del mapa completo de la actuación del fiscal Salto. Ha narrado que el primer correo que vio fue el del 2 de febrero, que contenía un PDF de ocho páginas "con bastante información", pero ni en ese ni en el del 12 de febrero están los entrecomillados que El Mundo había citado en su noticia de las 21:29. "No tenía ni idea de cuántos correos había. Quería ese para saber lo que había hecho el fiscal, que no me cabía ninguna duda de que su actuación había sido impecable".

Según ha declarado en ante el alto tribunal, el único objetivo de la misma era defender la actuación de los fiscales ante el "bulo" que había propagado el jefe de gabinete de Ayuso. En consenso con la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, y la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, comenzaron a redactar con la información que tenían en ese momento. "Se trataba de proteger la honorabilidad de la Fiscalía española", ha sentenciado.

A preguntas de su defensa, García Ortiz ha detallado cómo consiguió acceder al correo por el que se le investiga. El mismo se lo requiere a Pilar Rodríguez. "Si yo quiero los correos, poco más hay que decir", ha añadido.

También se ha detenido en contestar a algunas de las afirmaciones que realizó en la Sala la propia Lastra. Al respecto, García Ortiz ha subrayado que la fiscal tiene cierta "desafección" por el equipo de la Fiscalía General que podría deberse a que se siente "retenida laboralmente". También ha criticado que no atendiese su teléfono tras llamarle en varias ocasiones la mañana del 14 de marzo de 2024 para saber por qué no se había publicado la nota informativa. "Le dije que era imperativo sacar la nota, hay que sacarla para defender a los compañeros".

Testimonios de periodistas

Las cuatro sesiones previas del juicio han dejado declaraciones contrapuestas y distintos momentos de tensión. Varios periodistas afirmaron haber tenido conocimiento de que el abogado de González Amador intentó alcanzar un pacto con la Fiscalía antes de que García Ortiz recibiera en su correo electrónico personal —que posteriormente borró— las dos comunicaciones del letrado con el fiscal. Sin embargo, ninguno de ellos ha acreditado haber tenido acceso al correo clave, fechado el 2 de febrero, en el que se reconocía la comisión de dos delitos fiscales en el marco de un posible acuerdo de conformidad. Todos se han acogido al secreto profesional y a no revelar sus fuentes.

Este punto resulta determinante, ya que el fiscal general fue procesado después de que el instructor, Luis Ángel Hurtado, considerara que existían indicios sólidos de que la información publicada por un periodista de la Cadena SER —en antena a las 23:25 y, posteriormente, en la web a las 23:51 del 13 de marzo—, donde se reproducían extractos literales de aquel correo del 2 de febrero, procedía del propio García Ortiz, que lo había recibido a las 21:59 de ese mismo día.

Este punto es fundamental para la defensa de García Ortiz, puesto que si se hubiera acreditado que el correo ya se había difundido antes de esa hora, sería un dato clave para exonerarle como autor de la filtración. No obstante, el juez instructor decidió procesar al fiscal general del Estado por este y otros indicios, entre los que destacan también la publicación del correo electrónico íntegro por parte del diario El Plural, en la mañana del 14 de marzo. La noticia se publicó poco antes de que el exlíder del PSOE de Madrid, Juan Lobato, mostrara la comunicación en la Asamblea de Madrid esa mañana.

Crisis interna en la Fiscalía

Además del testimonio de los periodistas que se hicieron eco del 'email' del abogado Carlos Neira, también han sido cruciales las declaraciones de los fiscales con los que se comunicó García Ortiz durante las horas de la filtración. Una de las testificales más severas contra la actuación del acusado fue la de Almudena Lastra, quien sostuvo que "para desmentir una información falsa no era necesario revelar datos privados de un ciudadano". Relató ante los jueces del Supremo que, la mañana del 14 de marzo, minutos antes de que se hiciera pública la nota informativa, reprochó a su superior que hubiera filtrado los correos, y que este le respondió que eso, en aquel momento, "no importaba".

Lastra señaló directamente a su superior por la filtración de información confidencial sobre el empresario Alberto González Amador. Una posición contraria a la de la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, quien sostuvo en Sala que el correo "no se obtuvo de manera clandestina".

Las versiones contrapuestas de los miembros del Ministerio Fiscal han sacado a la luz la existencia de importantes grietas en el seno de la Fiscalía. Una crisis interna que se ha hecho evidente durante las primeras jornadas del juicio.