Miércoles, 21 de febrero de 2024. Se hace público que, el día anterior, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha detenido a una veintena de personas, entre ellas el asesor ministerial Koldo García, cuyo nombre terminará bautizando la causa que hoy se investiga en el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional. Ese día, dos personas respiran aliviadas, si bien muestran su preocupación por lo que pueda pasar en el futuro: el empresario Antxón Alonso, administrador de la empresa Servinabar, y su mujer, Karmele Atutxa.

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A las 11:30 de aquella mañana, Alonso le reenvía a su mujer una información que recoge la detención de Koldo. En ella aparece el nombre de José Luis Ábalos, pero no quien realmente les preocupa: Santos Cerdán, entonces secretario de Organización del PSOE y el nexo que, según los investigadores, vincula a la pareja con la trama. "Se libra, de momento no aparece su nombre, sólo Ábalos", le comenta Antxón.

Segundos después le manda otra noticia que sí menciona al dirigente navarro como "el primer padrino que tuvo Koldo dentro del PSOE". "Uff, yo he leído en otro", replica Atutxa. La conversación deja ver la tensión de aquella mañana: saben que el cerco puede estrecharse.

Durante los primeros meses, la instrucción del 'caso Koldo' se centró en las irregularidades en la compraventa de material sanitario durante la pandemia por parte del Ministerio de Transportes. Cerdán, en ese punto, quedaba al margen. Pero el empresario Víctor de Aldama cambió el escenario cuando declaró en la Audiencia Nacional que el exdiputado estaba implicado en una trama más amplia que superaba los contratos de mascarillas.

Tras esa declaración, el juez ordenó a la UCO abrir una nueva línea de investigación que culminó en un informe demoledor el pasado mes de junio: situaba a Cerdán en el centro de una organización criminal instalada en Transportes ligada a adjudicaciones de obra pública. Ese documento precipitó su ingreso en prisión provisional. La Guardia Civil describió un entramado para obtener mordidas a través de contratos con distintas empresas, entre ellas Servinabar, mercantil de la que el antiguo dirigente socialista posee un 45% según una escritura localizada en el registro de la empresa.

El documento remitido ahora al Tribunal Supremo profundiza en ese vínculo y sostiene que Cerdán y personas de su entorno familiar se beneficiaron de Servinabar mediante nóminas, alquileres y una tarjeta de crédito sufragada por la empresa.

Los investigadores detallan que la compañía recibía "el 2% neto" de las adjudicaciones conseguidas con Acciona, y que existía una "operativa común" en varios proyectos: primero se firmaba un memorándum de entendimiento al inicio del expediente y, una vez adjudicada la obra, se rubricaba un contrato de prestación de servicios que garantizaba a Servinabar ese porcentaje. Ea relación económica supuso "al menos el 75,33% de los abonos percibidos" por la compañía.

Precisamente, la Benemérita ha constatado que el último pago realizado con esa tarjeta perteneciente a la compañía tuvo lugar el 19 de febrero de 2024, un día antes de la detención de Koldo. A partir de aquel día, no hubo ningún cargo más. La UCO ha calculado que los gastos asociados a esta tarjeta ascienden a 33.574 euros.

Los mensajes de Antxón

Entre el material intervenido, la UCO también incorpora mensajes localizados en el telefóno móvil de Antxón que reflejan la inquietud del empresario por el elevado nivel de gasto que Cerdán y su familia tenían en Madrid.

El 9 de septiembre de 2021,le comenta a su mujer: "A Paqui [mujer de su socio] le conocen todas las vendedoras del Corte Inglés". Se muestra molesto por la falta de contención: "Gastar y gastar… Y restaurantes fin de semana sí y otro también", lamenta. Atutxa coincide: "Ya les vale". Ambos, preocupados por la escasa discreción, concluyen que deben intervenir: "Le tenéis que coger entre los dos y hablarle claro… Hemos quedado en pararlo".

El informe recoge decenas de cargos efectuados con una tarjeta vinculada a Servinabar que coinciden con desplazamientos o estancias de su familia. Entre esos pagos figuran 49 consumiciones por 7.470 euros en un restaurante cercano a su domicilio en Madrid, así como gastos de vacaciones en Ibiza en agosto de 2022 (1.795 euros) y en Tenerife en agosto de 2023 (1.259 euros). Para los investigadores, estos movimientos apuntan a que la empresa sufragó parte de la vida cotidiana del entorno del exdirigente socialista.

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