La eventual entrada en prisión del diputado del Grupo Mixto, José Luis Ábalos, a partir de mañana tendría consecuencias directas para el Gobierno en el Congreso de los Diputados. Aunque conservaría su acta incluso en caso de ser encarcelado, quedaría suspendido de sus funciones y atribuciones parlamentarias, lo que le impediría ejercer el derecho a voto.

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Por ahora, la Cámara Baja no contempla reducir el número de escaños de 350 a 349, de modo que la mayoría absoluta seguiría fijada en 176 votos, siendo decisivo el del exministro de Transportes.

Ábalos está citado mañana en el Tribunal Supremo a petición de la Fiscalía Anticorrupción. El instructor del 'caso Koldo', Leopoldo Puente, decidirá tras escuchar a las acusaciones si decreta o no su ingreso en prisión provisional. En su anterior comparecencia optó por mantenerlo en libertad al considerar que el riesgo de fuga no era elevado.

El reglamento de la Cámara establece que los parlamentarios quedarán suspendidos de sus derechos y deberes cuando se hallen en situación de prisión preventiva, o cuando exista una sentencia firme cuyo cumplimiento implique la imposibilidad de ejercer el cargo.

En caso de ingreso en prisión, el juez comunicará la decisión a la institución, que la trasladará a la Mesa para formalizar la suspensión. Fuentes parlamentarias explican a El Independiente que, en este momento, no se estudia una eventual reducción del número de diputados. Las mismas fuentes insisten en que no existe debate alguno ni informes previos solicitados, y que no hay voluntad de plantear un cambio en ese sentido.

José Luis Ábalos se incorporó al grupo parlamentario socialista en la IX Legislatura y pasó a ser ministro de Transportes en 2018, tras salir adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy, cargo del que sería apartado en 2021 tras una crisis de Gobierno, aunque se mantuvo en las listas electorales del PSOE por Valencia en los comicios de 2023.

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