Cuatro fallecidos y un desaparecido tras acceder a una piscina natural de Tenerife que se cerró por el oleaje

Cuatro personas muertas y una desaparecida, a la que aún se busca, es el balance por ahora de la tragedia sucedida el domingo en una piscina natural de la costa suroeste de Tenerife, en el municipio de Santiago del Teide, que estaba precintada y vallada por estar vigente desde el viernes una prealerta por el fuerte oleaje.

Los cuatro fallecidos son turistas, según ha detallado el alcalde de Santiago del Teide, Emilio Navarro, quien ha informado de que ese charco está expuesto al oleaje; por eso, hay carteles que advierten del peligro y por eso se valla y se precinta cuando hay alertas, aunque muchas personas se saltan las restricciones y acuden al sitio por su promoción en las redes sociales.

La tragedia se produjo el domingo hacia las cuatro de la tarde, poco después de la pleamar, cuando el oleaje arrastró desde la piscina natural Isla Cangrejo al mar abierto a varias de la veintena de personas que estaban en el lugar.

Dos hombres y una mujer extranjeros

El Centro Coordinador de Emergencias 112 movilizó numerosos efectivos, entre ellos un helicóptero de Salvamento Marítimo que rescató el cuerpo sin vida de uno de los afectados. Los fallecidos en el momento fueron tres: un hombre de 35 años, una mujer de 55 años y un hombre cuya edad no ha sido confirmada.

La nacionalidad de dos de los afectados es rumana y la del tercero eslovaca, según ha informado el alcalde. Otra mujer rescatada por un socorrista desde una moto acuática sufrió una parada cardiorrepiratoria de la que el personal del Servicio de Urgencias canario (SUC) movilizado consiguió recuperarla inicialmente.

Fue evacuada en helicóptero medicalizado hasta el Hospital de La Candelaria, donde falleció de madrugada.

También fue evacuada en ambulancia otra persona con traumatismos moderados y en el lugar fueron atendidos por contusiones leves un número indeterminado de personas.

A lo largo de la tarde del domingo y la mañana del lunes, medios de Salvamento Marítimo y una patrullera de la Guardia Civil han rastreado la zona en busca de un desaparecido, que aún no ha sido hallado.

Isla de Cangrejo

La piscina natural Isla del Cangrejo es un lugar peligroso por los embates del mar cuando hay oleaje y por eso hay carteles permanentes alertando del peligro y se precinta y se valla cuando hay alertas, según ha relatado el alcalde de Santiago del Teide, Emilio Navarro. Así ocurrió desde el viernes cuando el Gobierno de Canarias decretó una prealerta por fenómenos costeros que aún se mantiene este lunes, con previsión de olas de hasta cuatro metros durante la pleamar.

No obstante, según el alcalde, numerosos turistas se saltan el precinto habitualmente, hacen palanca en las vallas y pasan por debajo para bañarse en este lugar, muy promocionado a través de las redes sociales.

La Policía Local y la Guardia Civil trabajan continuamente para mantener el precinto y el vallado y para retirar a las personas de estos espacios, según ha explicado.

"Constantemente advertimos de estos peligros", pero "cada vez más gente, sobre todo turistas", no respetan la señalización al ver estos lugares promocionados en las redes sociales, ha declarado Emilio Navarro a EFE.

"Son sitios muy bonitos pero tienen el peligro que tienen y hay que respetarlo. El mar empieza a advertir, se ponen al borde del muro, viene una olita, parece que no pasa nada", pero finalmente ocurre, ha lamentado.

Nueva tragedia

Navarro ha mostrado su consternación por este suceso y ha anunciado que el Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial. "Lamentamos mucho este desgraciado accidente, entendemos el dolor de las familias y su situación; desde el Ayuntamiento hacemos todo el trabajo de precinto e información", ha explicado el alcalde.

La tragedia de Santiago del Teide se ha producido justo un mes después de que otras tres personas fallecieran en Tenerife y quince más resultaron heridas por golpes de mar en varios accidentes ocurridos el pasado 8 de noviembre.

El más grave sucedió en el muelle de Puerto de la Cruz, cuando una gran ola arrastró al mar a diez personas, una de las cuales falleció.

Otras dos personas murieron en accidentes similares ese mismo sábado en la playa de Granadilla de Abona y en la costa del Charco del Viento, en La Guancha.