El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se sentará este lunes ante la Junta Directiva Nacional de su partido con el que espera sea el primero de una sucesión de triunfos electorales tras estos comicios extremeños. No deja de ser una estrategia exenta de riesgos pues le vuelve a poner en manos de Vox al no alcanzar la mayoría absoluta, aunque el descalabro del PSOE coloca a los populares con más votos que los que suma toda la izquierda junta. Con este escenario, Génova aspira a soslayar la intención de Santiago Abascal de marcarles el paso, al menos de cara a la investidura de María Guardiola. Otra cosa será la gobernabilidad y los Presupuestos autonómicos. Pero ante todo y sobre todo han puesto el foco en la extrema debilidad de Pedro Sánchez y sus aliados, que era, a la postre, el principal deseo del cuartel general de los populares.
Guardiola ha comparecido al filo de la medianoche tras esperar infructuosamente que antes lo hiciera el candidato de Vox, en lo que puede interpretarse como el primer pulso de la ultraderecha. Las urnas han dejado muy claro "quién quieren que les gobierne", también que "no se bloquee la comunidad" ha lanzado a modo de recado a Vox. "Los ciudadanos rechazan los bulos, la corrupción y el bloqueo y apuestan por la gestión, la seriedad y la confianza", ha agregado. Y en una puya a Santiago Abascal, le ha replicado que "el coste de estas elecciones ha sido infinitamente inferior a no tener presupuestos". Anuncia ronda de contactos con el resto de los partidos, pero sólo hay un aliado posible.
Para Feijóo este triunfo sobre los socialistas -"paliza" lo ha llamado Miguel Tellado- tiene, además, un sabor especial. El PSOE ha sido prácticamente hegemónico en este territorio desde la primeras elecciones autonómicas en 1983 con el único paréntesis de la legislatura 2011-2015, que gobernó el popular José Antonio Monago. Lo hizo, eso sí, por falta de acuerdo entre socialistas e Izquierda Unida. El PSOE volvió a recuperar el poder, pero en mayo de 2023 Guillermo Fernández Vara y María Guardiola empataron en escaños. La irrupción de Vox en la Cámara autonómica lo cambió todo y dio la presidencia a la popular.
La derecha y la ultraderecha dominan el panorama electoral extremeño
Lo que marca la singularidad de esta consulta es el vuelco sociológico de una tierra que votó mayoritariamente a la izquierda durante décadas, incluso en los peores momentos de PSOE e IU (y las sucesivas marcas de la izquierda alternativa) en el ámbito nacional. La foro fija de este 21-D arroja la imagen de cómo la derecha y la ultraderecha dominan el panorama electoral extremeño. "El PSOE no tiene posibilidades de gobernar en Extremadura y Andalucía. Es el equivalente a que el PP perdiera en Murcia o Galicia", dicen fuentes genovesas, aunque lo cierto es que en Murcia quedaron por detrás del PSOE en 2019.
Génova pretende que estos comicios, junto con los de Aragón, Castilla y León y Andalucía sean el preludio de un futuro triunfo en generales. Una especie de pista de aterrizaje. De hecho, Jorge Azcón, presidente de Aragón y candidato popular a la reelección ha seguido esta noche electoral desde la sede nacional junto a Feijóo. "Tras ganarles hoy, ya trabajamos en ganarles de nuevo el 8 de febrero. Ese día Pedro Sánchez ya no debería ser presidente del Gobierno. Les esperamos en 49 días para seguir haciendo en elecciones autonómicas lo que de momento no podemos hacer en unas elecciones generales", retan los populares.
En definitiva, aspiran a un triunfo que deje sin opciones a Sánchez y a todos sus socios de tejer una mayoría alternativa que impida a Feijóo desembarcar en Moncloa. "Esta derrota no es Gallardo, es de Pedro Sánchez y debiera haber comparecido este domingo para asumir su fracaso en primera persona", agregan los mismos medios en una clara lectura en clave nacional. Sánchez va a hacer, sí, una declaración institucional a primera hora de este lunes, pero para anunciar el relevo de su ministra portavoz y de Educación, Pilar Alegría, y ya de paso intentar tapar un poco el estrepitoso fracaso de su candidato.
Pilar Alegría y María Jesús Montero no pasan por el mejor de sus momentos para ir a elecciones
No es previsible que la debacle socialista se traslade con la misma crudeza a otros territorios, aunque marca una alarmante tendencia a la baja. Porque si bien han tenido impacto electoral en Gallardo la sucesión de casos de corrupción y de denuncias de acoso sexual y de machismo en torno a Sánchez y al PSOE, el candidato sumaba, además, la peculiaridad de tener un pie en el banquillo de los acusados, por el 'caso David Sánchez'.
Dicha peculiaridad puede atemperar el golpe de los socialistas en Aragón, Castilla y León y Andalucía, que celebran elecciones en 2026. Hay que tener en cuenta que el PP aventaja al PSOE en Extremadura en nada menos que17 puntos. Pero tanto la candidata aragonesa, Pilar Alegría, como la andaluza, María Jesús Montero, no pasan tampoco por el mejor de sus momentos, lastradas, ellas mismas por haber actuado con tibieza ante el 'me too' que ha puesto al PSOE patas arribas.
Tres de los cuatro objetivos cumplidos
Los populares han alcanzado tres de sus cuatro objetivos, esto es, superar el 40 por ciento del voto; debilitar, paradójicamente la posición de fuerza de Vox a pesar de su más que evidente crecimiento electoral y "amplificar" la distancia con e PSOE, no así alcanzar los . "Y eso significará más castigo para Sánchez", auguran. Pero no han alcanzado los 30 escaños que sus sondeos daban con soltura y la tan ansiada mayoría absoluta ha quedado lejos, muy lejos.
Te puede interesar