La VIII Encuesta de Percepción Social de la Ciencia muestra que en España todavía hay  mercado para la pseudociencia y las prácticas paranormales. Hasta el 59,8% de los españoles encuestados por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) confía mucho, bastante o algo en la acupuntura y el 52,7% confía mucho, bastante o algo en los productos homeopáticos.
Las prácticas paranormales, pese a no contar con la confianza de la mayoría de los españoles, cuenta con porcentajes de credulidad que explica la existencia todavía en nuestros días de charlatanes y curanderos ya que un 16,1% de los españoles creen en los horóscopos, un 23,3% en los fenómenos paranormales y un 23,7 en los curanderos. También se ha preguntado a los encuestados si creen en los números y cosas que dan suerte y hasta un 28,7% sí cree en ellos. Ahí están la explicación, por ejemplo, a las colas de horas que se hacen para poder comprar un número de lotería en Doña Manolita, porque da suerte frente a toda lógica matemática.

Frente al juicio rápido que nos puede llevar a pensar que el nivel educativo está directamente relacionado con estas creencia la encuesta revela que son las personas con mayor nivel de estudios las que confían más que la media en prácticas como la acupuntura y la homeopatía cuya eficacia no tiene evidencia científica.

Fuentes de información

Quizá la explicación de que el nivel de las prácticas pseudocientíficas como la homeopatía tenga tanto arraigo entre la sociedad esté en el déficit de información científica percibido, esto es, a los españoles les interesa más la ciencia de los que se informa sobre ella. Existe una diferencia entre el nivel de información (2,79 sobre 5) y el grado de interés (3,12 sobre 5) de un 0,33.

Internet es la primera fuente de información científica para un 37,7% de los ciudadanos. Pero es la televisión la fuente más consultada cuando se citan tres medios para estar informado de ciencia (71,2%) e Internet se sitúa en segundo lugar con el 57,8%. Los jóvenes utilizan mayoritariamente Internet para informarse de ciencia: un 82,1% de penetración en jóvenes de 15 a 24 años y un 77,5% en los de 25 a 34 años.

Las redes sociales son la fuente de información científica más consultada en Internet

Las redes sociales se convierten en esta encuesta, por primera vez, en la fuente de información científica más consultada en Internet (un 43,6% frente al 30,8% de 2014). También aumentan significativamente los canales de vídeos como Youtube o similares como fuente para el 36% de los internautas (29,7% en 2014). Sin embargo, los medios generalistas (34%) y la Wikipedia (32,9%) se estancan como fuente en Internet.

Se reduce la brecha de género

El interés de las mujeres por la ciencia sube del 9,9% en 2014 al 13,7% en 2016, un incremento del 38,4%, lo que unido al leve descenso del interés de los hombres, del 20,4% al 18,5% hace que la brecha de género se haya reducido a la mitad en solo dos años, al pasar del 10,5% al 4,8%, su nivel mínimo en la serie histórica, según la octava Encuesta de Percepción Social de la Ciencia que realiza la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, FECYT, de manera bienal desde el año 2002.

El porcentaje de españoles que sigue la ciencia y la tecnología con interés ha pasado del 6,9% en 2004 al 16,3% en 2016

La encuesta revela también que el porcentaje de españoles que sigue la ciencia y la tecnología con interés ha pasado del 6,9% en 2004 al 16,3% en 2016, lo que supone un incremento acumulado del 136%. El interés por la ciencia y la tecnología sigue siendo mayor en los jóvenes, pues un 23,1% se declara interesado por estos temas. Sin embargo, el mayor aumento del interés en la ciencia se produce esta vez en el tramo de edad de 45 a 65 años.

Mejora la percepción ciudadana de energía nuclear y el cultivo de plantas modificadas genéticamente

Respecto a la imagen que los ciudadanos tienen sobre la ciencia, un 54,4% afirma que ésta tiene más beneficios que perjuicios frente a un 5,8% que afirma que tiene más perjuicios que beneficios. Las aplicaciones o tecnologías que más beneficios proporcionan, para los ciudadanos, son: Internet (65%), la telefonía móvil (62,6%), la investigación con células madre (61,8%) y drones (41,1%). Crece significativamente el porcentaje de personas que no tienen una opinión formada sobre las tecnologías que despiertan más rechazo, como la energía nuclear, la clonación o el fracking. Además baja de forma significativa, la percepción ciudadana de que la energía nuclear y cultivo de plantas modificadas genéticamente son más perjudiciales que beneficiosos (8 y 10 puntos porcentuales respectivamente), aunque siguen despertando mayor rechazo que apoyo ciudadano.