Fue en el mes de junio las últimas dos veces que se pudo contemplar el Tránsito de Venus, un extraño fenómeno astronómico que no volveremos a ver hasta el año 2117.
El Tránsito de Venus es el momento en el que el planeta Venus está alineado con el Sol y la Tierra. La dos últimas veces que ocurrió fue en 2004 y en 2012, una separación de apenas ocho años. Sin embargo, para la próxima habrá que esperar al próximo siglo.
"Todo tiene que cuadrar para que estén alineados Sol, Venus y Tierra. Y eso se da por ciclos: cada ocho años, luego cada 121, después otra vez cada ocho y luego cada 105", indica el astrofísico Rodrigo González Peinado, de El Planetario de Madrid.
Es decir, para el siguiente Tránsito de Venus habrá que esperar hasta el año 2117 (105 años tras el anterior) y en 2125 habrá otro. Después, no se podrá volver a contemplar hasta el 2247.
"El Tránsito de Mercurio es más habitual porque es el planeta más cercano al sol. Y al estar más cerca, tarda menos tiempo en completar una vuelta al Sol", añade Rodrigo González Peinado.
Venus es el siguiente planeta del Sistema Solar. Por cada 243 vueltas al Sol que da la Tierra, Venus da 395. "Esa resonancia 243:395 es lo que establece las veces que ocurre un tránsito", explica el astrofísico.
El último Tránsito, el de 2012, duró unas seis horas y con los telescopios adecuados se pudo observar un punto negro a contraluz que avanza por todo el disco solar.
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