La Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés), que es la organización científica más grande y antigua del mundo y editora de la revista Science ha lanzado un mensaje político a Donald Trump. La revista ha declarado al “crecimiento aparentemente imparable de las energías renovables a nivel mundial como el Gran Avance del Año 2025”.
El reconocimiento de los científicos americanos está cargado de toda la intención ya que contrasta con la posición de la administración de Donald Trump que no sólo apuesta decididamente por los combustibles fósiles, sino que pone palos en la rueda al desarrollo de estas energías. El marcado carácter anticientífico del gobierno de Trump se ha encontrado con la oposición intelectual de científicos e instituciones estadounidenses que ven cómo se descapitaliza la ciencia, uno de los activos clave que han convertido al país en la primera potencia mundial.
“Desde la Revolución Industrial, la sociedad humana ha funcionado gracias a la energía solar antigua: la que fue capturada por las plantas hace cientos de millones de años, almacenada en los combustibles fósiles y extraída mediante excavación o perforación del subsuelo. Pero este año, el impulso se ha desplazado de manera inconfundible hacia la energía que fluye del Sol”, arranca su texto la prestigiosa Science.
“Según el centro de estudios energéticos Ember, este año las renovables superaron al carbón como fuente de electricidad en todo el mundo, y la energía solar y eólica crecieron lo suficiente como para cubrir todo el aumento del consumo eléctrico global entre enero y junio”, continúa. Y aquí viene otro palo para Trump: “En septiembre, el presidente chino Xi Jinping declaró ante las Naciones Unidas que su país reducirá sus emisiones de carbono hasta en un 10 % en una década, no consumiendo menos energía, sino apostando el doble por la energía eólica y solar”.
El golpe a Trump es que China, una gran potencia sin petróleo, está liderando el nuevo mundo de energías baratas y limpias. “El poderoso motor industrial de China es el principal impulsor. Tras años de fomentar pacientemente el sector mediante subsidios, el país domina ahora la producción mundial de tecnologías de energía renovable. Fabrica el 80 % de las células solares del mundo, el 70 % de las turbinas eólicas y el 70 % de las baterías de litio, a precios que ningún competidor puede igualar”, se puede leer en Science.
La revista destaca otro dato que pone de relieve el potencial que EEUU está desperdiciando: “La generación de energía solar de China se ha multiplicado por más de veinte en la última década, y sus parques solares y eólicos ahora tienen suficiente capacidad para abastecer de electricidad a todo Estados Unidos”.

Una revolución económica
Para Miguel de Simón Martín, profesor titular del Área de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de León, la elección por parte de la revista Science del crecimiento de las energías renovables como hito del año 2025 “refleja con precisión la magnitud del cambio que está experimentando el sistema energético global. No se trata de una tendencia coyuntural, sino de un auténtico cambio de paradigma: por primera vez, la energía solar y eólica han crecido lo suficiente como para cubrir todo el aumento de la demanda eléctrica mundial en la primera mitad del año y han superado al carbón en generación eléctrica”, afirma en declaraciones a Science Media Centre España. “Este avance ha sido posible cuando las renovables se han convertido en una opción económicamente competitiva, impulsadas en gran medida por la estrategia industrial de China, que ha apostado por estas tecnologías tanto para satisfacer su enorme demanda interna como para exportarlas a escala global.
El verdadero hito no es solo que crezcan las renovables, sino que se hayan convertido en la opción más económica y segura para cubrir la mayor parte de la demanda energética mundial”, añade.
Motor de desarrollo global
Science, además, destaca el impacto de estas tecnologías en el Sur global ya que las importaciones de paneles solares en África y el sur de Asia se han disparado, y las sociedades de esas regiones han comprendido que la energía solar en los tejados puede abastecer de forma económica luces, teléfonos móviles y ventiladores. “La rápida expansión de las tecnologías de energías renovables demuestra que una transición energética para dejar atrás los combustibles fósiles no solo es necesaria, sino también posible”, asegura Vanesa Castán Broto, catedrática de Urbanismo Climático en la Universidad de Sheffield (Reino Unido), como recoge SMC. “La modularidad y flexibilidad de las energías renovables permiten avanzar hacia la soberanía energética, no solo para los países que antes dependían de importaciones de combustibles fósiles, sino también para pequeñas comunidades, cooperativas y pequeñas empresas que, mediante tecnologías flexibles y baratas, pueden llevar electricidad a zonas remotas o abastecer de electricidad a industrias y servicios locales”, añade.
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