El incendio de la comarca extremeña de Las Hurdes que se declaró el miércoles por la noche ha arrasado ya más de 7.500 hectáreas y está lejos de ser controlado. Una cifra muy similar al que asoló hace 20 años la misma zona, con la diferencia de que el de 2003 estuvo activo varios días y el de este año se declaró hace apenas 48 horas. El viento racheado está dificultando las labores del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios extremeño (Infoex), que cuenta con unidades de apoyo de varias comunidades autónomas y de la Unidad Militar de Emergencias.

Este viernes el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, visitó la zona afectada y agradeció el esfuerzo realizado por los más de 500 profesionales que trabajan actualmente en labores de extinción. "No es un problema de recursos materiales y humanos, es un problema de viento, con rachas de hasta 60 kilómetros por hora, lo que está dificultando enormemente la posibilidad de que se pueda controlar", comentó.

El incendio ha sido declarado de Nivel 2, algo reservado a aquellos que necesitan "la intervención de medios estatales no asignados al Plan INFOEX o puedan comportar situaciones de emergencia de carácter nacional". Actualmente, según ha informado la Junta de Extremadura, trabajan en la zona 10 máquinas pesadas, 14 medios aéreos, 23 unidades de tierra, 6 técnicos y 6 agentes del medio natural, 10 vehículos del SEPEI, 5 del CPEI, y 2 secciones de la UME, con el apoyo de efectivos de Castilla-La Mancha y Castilla y León.

"El incendio ha sido provocado al 99%. Y sabían lo que hacían. Ese día había mucho viento, y cuando comenzó a soplar más fuerte prendieron en dos puntos diferentes, entre Pinofranqueado, Muela y Sauceda. Además empezó por la noche, cuando los medios aéreos no pueden trabajar y los terrestres tardan más en posicionarse. Y se ha ido de las manos, porque es una zona con mucho pinar y mucha masa forestal", explican fuentes expertas.

En la misma línea ha apuntado el propio Fernández Vara, que explica que "los pinos son latas de gasolina y las piñas, lanzallamas". Pero se muestra confiado en la labor que están realizando los efectivos: "Tenemos recursos humanos muy experimentados que están realizando un magnífico trabajo y eso es algo de lo que nos tenemos que sentir muy orgullosos".

Casi 700 personas evacuadas

Durante la madrugada del miércoles al jueves el incendio se hizo "muy virulento", según explican las mismas fuentes expertas, y por la mañana comenzaron a actuar los medios aéreos y se decretó el Nivel 2. El viento, que sopla del noroeste en dirección suroeste (hacia Portugal), ha hecho que se extienda hasta el Valle del Arrago, en la comarca de Gata.

Esto ha provocado que se haya tenido que desalojar, por el momento, a 700 personas de cuatro localidades distintas: Robledillo de Gata, Descargamaría, Cadalso y Ovejuela. La Junta ha explicado que a todos ellos se les ha trasladado a las instalaciones municipales de Moraleja, salvo 10 personas "vulnerables", que se encuentran en residencias de las localidades de Torre de Miguel y Pinofranqueado.

A falta de saber cómo seguirá evolucionando a lo largo del viernes, el incendio ha provocado que permanezcan cortadas tres carreteras: la CC 120 (desde el cruce de la EX 204 hacia Ovejuela); la CC 121 (de Pinofranqueado a Sauceda) y la EX 204 (cortada en el km 34, 35).

La consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Begoña García, ha pedido "colaboración ciudadana" para tratar de encontrar a los posibles autores. Aunque desde su consejería explican que no hay ningún detenido por ahora ni tienen sospechas de nadie, y que por el momento quieren "focalizar todo su esfuerzo" en detener el incendio.

"Alguien quiere cargarse Las Hurdes"

Marcos Hernández, vecino de Pinofranqueado, lleva dos noches sin dormir y se pasa el día sofocando el fuego que se acerca a las casas del pueblo. En declaraciones a EFE explica que ha sentido "miedo", "mucha rabia" e impotencia", porque asegura que "alguien quiere cargarse Las Hurdes". Sin embargo, se muestra resignado de que por el momento los bomberos no puedan hacer nada salvo intentar controlarlo y salvar las viviendas.

Jesús de Cáceres, otro vecino de Pinofranqueado, explica que allí están "un poco acostumbrados" a los incendios, porque "es raro el año que no hay ninguno". "Da mucha pena, llevo muchos años paseando los domingos todo esto y ahora… Lo bueno es que Las Hurdes se recupera enseguida", ha comentado. Aunque vaticina que ahora vienen "dos o tres años un poco negros".