El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) ha presentado su informe anual Emissions Gap Report 2025: Off Target, que analiza los compromisos actuales y futuros de los países bajo el Acuerdo de París y su impacto en el calentamiento global. El informe de la ONU destaca que es casi seguro que la temperatura global excederá temporalmente el límite de 1.5 °C dentro de la próxima década debido a los retrasos en recortes drásticos de emisiones.
El informe revela que, a pesar de algunos avances modestos, las nuevas promesas climáticas solo han reducido ligeramente las proyecciones de aumento de la temperatura global, dejando al mundo encaminado hacia un calentamiento de entre 2.3 y 2.5 °C para finales de siglo si se implementan plenamente las contribuciones nacionales determinadas (NDCs). Si se siguieran solo las políticas actuales, el calentamiento alcanzaría hasta 2.8 °C, muy por encima del límite de 1.5 °C establecido en el Acuerdo de París para evitar los peores impactos del cambio climático.
El informe compara estas cifras con las del año pasado, cuando las proyecciones eran de 2.6 a 2.8 °C con compromisos y hasta 3.1 °C con las políticas vigentes. Sin embargo, parte de esta mejora se debe a actualizaciones metodológicas y a la próxima salida de Estados Unidos del Acuerdo en enero de 2026, que hará que se pierda una reducción esperada de 0.1 °C. El informe concluye que los nuevos compromisos nacionales han tenido muy poco efecto real en cambiar el rumbo del calentamiento.
Para mantener el calentamiento global dentro de los límites del Acuerdo de París, las emisiones globales en 2030 deberían caer un 25% respecto a 2019 para limitar el calentamiento a 2 °C, y un 40% para la meta más ambiciosa de 1.5 °C, con solo cinco años para lograrlo. Sin embargo, la implementación total de todas las NDCs reduciría las emisiones globales aproximadamente un 15% para 2035, una cifra muy inferior al 35% requerido para 2 °C y al 55% para 1.5 °C.
Emisiones récord en 2024 y poca ambición
El informe alerta que las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) alcanzaron un récord de 57.7 gigatoneladas de CO2 equivalente en 2024, un aumento del 2.3% respecto al año anterior. Este aumento es preocupante porque se registra en todos los sectores y tipos de gases, y se relaciona en parte con la deforestación y el cambio en el uso del suelo, que crecieron un 21% en emisiones de CO2 netas en 2024.
De los países firmantes del Acuerdo de París, solo 60, responsables del 63% de las emisiones globales, habían presentado o anunciado nuevas contribuciones climáticas con objetivos de mitigación para 2035 antes del plazo del 30 de septiembre de 2025. Además, la mayoría de los países no están en camino de cumplir siquiera sus objetivos para 2030, mucho menos los para 2035.
La organización reclama acciones urgentes para mitigar emisiones a partir de 2025 porque podrían limitar este exceso a unos 0.3 °C con un 66% de probabilidad, regresando a 1.5 °C antes de 2100. Esto requeriría reducciones inmediatas y profundas: una caída del 26% en emisiones para 2030 y del 46% para 2035, en comparación con los niveles de 2019, junto con el despliegue a gran escala de tecnologías naturales y tecnológicas de captura de carbono.
La ONU destaca que cada décima de grado de calentamiento evitada significa menos pérdidas y sufrimiento, especialmente para las poblaciones más pobres y vulnerables, y reduce el riesgo de desencadenar puntos críticos climáticos irreversibles, como el colapso del casquete de hielo en la Antártida Occidental.
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