"Soy el influencer favorito de tus influencers favoritos", se presenta Adrián en su cuenta de Instagram. Probablemente tiene razón, porque tiene más de 116.000 seguidores aunque nunca jamás ha mostrado su cara. Lo que se puede decir de él es que es gallego (con su correspondiente acento) y tiene 29 años. También se puede desvelar que se graduó en Estudios Ingleses.
Ese halo de misterio que le rodea le ha acompañado incluso en un pódcast con vídeo, pero es mucho más fácil mantener el anonimato en su último proyecto. El libro Todo lo que hay detrás que no se ve es un ensayo lleno de humor y crítica sobre lo que ocultan las redes sociales y los creadores de contenido. Cuando lo anunció, en las respuestas recibió el apoyo de unos cuantos de esos a los que menciona. Por ejemplo, no faltó el comentario lleno de sonrisas y corazones de Laura Escanes, a quien hace referencia una y otra vez.
Ese interés en mostrar su perfil académico se aprecia en el estilo del libro. También su pasión por el universo de las celebrities estadounidenses, puesto que nada más comenzar Todo lo que hay detrás que no se ve hace una comparación entre las Pombo y las Kardashian. Así es su contenido, una serie de referencias divertidas e ingeniosas para tomarse con sentido del humor una profesión, la de influencer, que cada día atrae a más gente.
"El humor es muy serio y hay que hacerlo bien o no lo hagas"
Una de las primeras cosas que comenta en la conversación con este periódico, que tuvo lugar en las oficinas de Penguin en Madrid, es que le daba miedo que la portada del libro mandara un mensaje erróneo. Sí, es divertido, pero no, no es ninguna tontería. "Cuando puse el índice la gente me empezó a decir que era superserio y que parecía un trabajo de fin de grado", admite. Adrián sabe que tiene criterio para criticar, que señala que "no es tan fácil", porque "el humor es muy serio y hay que hacerlo bien o no lo hagas".
El Independiente: ¿Qué es este libro, entonces?
Adrián: No quiero que sea una guía para entender las redes sociales porque es demasiado pretencioso. Pero me gustaría pensar que hay gente que lo leerá e irá descubriendo cosas como qué es un feed, qué es el engagement... nunca nos lo explican. Este ocultismo, esta inglesificación de todo para que parezca más cool [se ríe]. De hecho, al final del libro hay un glosario.
EI: A lo largo del libro diferencias entre los influencers y los que crean contenido. ¿Cómo surge para ti esta diferenciación, cómo empiezas a crear tú?
Adrián: El perfil empieza de una manera divertida y sin ningún tipo de pretensión. De hecho éramos unas amigas tomando unas cañas y nació ahí, pero poco a poco se va profesionalizando. Seguimos siendo amigas pero al final me lo quedé yo, ellas opinaban pero era yo y mis apartados. Poco a poco fue funcionando. Ahora quiero humanizarme un poco también, que creo que es importante. No hay mucho de mi vida en el libro pero sí hay algún detalle. Es como lo de "no es autobiográfico" pero es absolutamente tu vida. Pues igual.
EI: Además a la gente le intrigas porque no te has mostrado físicamente.
Adrián: Sí, lo hablaba con María Luisa de @emedeamores, que iba a presentar el evento del libro pero al final no pudo, a la gente le encanta. Es una manera de conectar con mi gente, que a mí me encanta hablar. Ahora no tengo tanto tiempo, porque somos muchos. Pero quiero que conecten y que vean que no soy una IA. Es como quitarme la careta, literal.
EI: De hecho es curioso que ni en el pódcast te muestres.
Adrián: Ya... de hecho en la cuarta temporada, si hubiese, iba a ser ya sin nada. Pero la primera empezó lo más cutre posible que te puedes imaginar, la segunda ya fue en estudio pero yo quería hacer este juego. Cuando la gente me preguntaba yo siempre decía que es por feo. Pero también creo que necesito hacer una mejora, dar un paso más. Mi fin no son las redes sociales. Soy el primero de este mundillo que saca un pódcast, luego un libro, después que enseña la cara... a lo mejor luego el primero que entra en la tele o en un medio no tradicional. Es lo que quiero.
EI: Además, también publicas exclusivas de las que luego se hacen eco los medios, como lo de Alice Campello y Álvaro Morata.
Adrián: Sí, eso lo tuve que borrar todo. Por el miedo, porque hay gente que denuncia muy rápido. Me cagué porque además yo iba a sacar el libro y no me podían borrar la cuenta ese día, mañana sí pero ese día no.
EI: Esto me imagino que te pasa con frecuencia teniendo en cuenta el tipo de contenido que publicas.
Adrián: No te creas. No es que tengan que tenerme miedo, pero si me vienen con mal rollo no voy a borrar una historia. Cuando me han venido con calma sí, borrado. Yo no voy a publicar una conversación pero puedo hablar de ella. Y claro, si me vienes diciendo que me vas a denunciar, que me van a borrar la cuenta... porque a mí Instagram no me hace caso pero a lo mejor a Álvaro Morata sí. Yo voy de buen rollo con todo el mundo y mis historias no son a malas.
EI: ¿Y crees que Alice y Álvaro se vieron obligados a publicar el comunicado por todo lo que salió el día anterior en redes sociales?
Adrián: Sí, yo creo que ellos iban a hacer como Chiara y Fedez hasta que reventase.
EI: A Alice la mencionas en el libro como influencer consorte.
Adrián: Sí, yo no pude hacer nada... ya estaba escrito.
EI: ¿Sientes diferenciación entre periodistas tradicionales del corazón y tú?
Adrián: Bueno, lo primero es que yo no soy periodista. Así que sí hay diferenciación. Sobre todo porque los de redes no queremos ser ellos pero ellos, los tradicionales, creen que sí. Y siempre nos dicen que no tenemos estudios, que nos metemos en todo. Y realmente a veces me pasa como lo de Alice, que recapacito y lo tengo que borrar. Pero los de redes recapacitamos más que los de la tele, que sueltan para delante y son los que se llevan la medallita. Y nos están robando contenido todo el día.
"He visto programas de fin de semana que estaban hechos con mi contenido de la semana"
He visto programas de fin de semana que estaban hechos con mi contenido de la semana. ¿Y qué hago? Si lo digo quedo peor. También hay gente en Tik Tok que lee literalmente mi canal de difusión, al final tengo que bloquearles porque lo venden como si lo hubieran descubierto ellos. Estamos unos por los otros y a mí no me cuesta nada dar créditos, al final se te pueden escapar, pero todo el mundo me los exige a mí y a mí nadie me los da.
EI: Al final tú hablas con los mismos influencers de los que escribes.
Adrián: Sí, aunque yo siempre les digo. Una cosa es lo que tú hables conmigo y otra que si hay una noticia yo la voy a subir. Si la cagaste yo la voy a subir, aunque quizás ya no puedo ser tan duro como antes porque ya no me da igual que me borren la cuenta.
EI: También hablas mucho de Laura Escanes, a quien alabas y criticas a partes iguales.
Adrián: No la critico como tal, son bromas. La pobre no elige bien, pero siempre hay que tener la Bridget Jones española. Si ella está ahí es porque aceptó, sé que le encanta que hablen de ella. Obviamente cuando hablan de mentiras no. Pero ella sabe lo que ha pasado, que ha superado a Risto Mejide en cifras, que Álvaro de Luna se le acercó por interés... ella lo sabe perfectamente, nada es mentira y es en tono de humor. Yo le pregunté si le molestaba y me dijo que no... aunque es verdad que a lo mejor no le dije todas las veces que salía.
EI: Laura es una de las influencers que están intentando dar el paso a los medios tradicionales.
Adrián: Sí, Dulceida quizás un poco también, María Pombo que está yendo a El juego de tu vida y esas mierdas para demostrar que también está en la tele. Lo bueno de Laura es que no se estanca en solo hacer historias. Ella hizo el pódcast y todas fueron detrás, ¿qué hay ahí? Envidia, dinero... Bueno, y también esa empresa que ofrece pódcast a cualquiera, se gasta medio millón en algo que no funciona, esas cosas. Eso es muy de alabar de Laura, ella está despuntando y nadie la puede seguir. Porque María Pombo es otro perfil. Dulceida estuvo en la tele... y bueno, estuvo allí [se ríe]. Pero Laura no para, no se rinde, ella quiere ganar un Ondas. Es más como Inés Hernand, que empezó y no paró.
EI: Aunque Inés Hernand podría ser consorte, porque empezó a crear contenido bajo el ala de Andrea Compton.
Adrián: Bueno, eso sería más nepotismo, forman parte de una dinastía, la de las Compton [se ríe]. Como las Villareal.
"Jamás compraría el '¡Hola!' porque saliera Alice Campello con sus hijos, me da absolutamente igual"
EI: Los medios tradicionales están luchando por agarrarse al público que consume redes sociales pero en cambio los creadores luchan por llegar a los medios tradicionales. ¿Qué es esta dicotomía?
Adrián: Aquí está el problema de los cayetanos, ¿por qué mi boda no está en el ¡Hola!? Pero es que a mi abuela no le interesa Tomás Páramo, no sabe quién es Tomás Páramo. Y la revista está abriendo mucho la puerta porque se les están muriendo todas las viejas. Hacen la boda de Grace o Melissa [Villarreal] y es una chica mona cubriendo la portada. Pero yo jamás la compraría porque saliera Alice Campello enseñando a sus hijos, es que me da absolutamente igual. Pero tiene prestigio, no necesitas el dinero ni el reconocimiento, quieres que te vean como una socialite y así eres "famoso". Es una medallita.
EI: Hay influencers que vienen de ser 'socialites' o que evolucionan de las blogueras.
Adrián: Sí, ahí empezó a tomarse un poco más enserio a esas que iban a eventos que eran chicas monas, tenían muchos amigos. Y hay algunas que nunca entraron en el ciclo de ser famosas o influencers, como Gala González.
EI: O Miranda Makaroff.
Adrián: Se me hacen aburridas. Me pongo en la mesa patas para arriba. Dame una personalidad. Y cuando hablas dices que por el flúor de la pasta te controlan los medios. Mejor no hables. En ese grupo ni Gala, ni Alexandra [Pereira] ni Miranda se han convertido en celebrities. Dulceida es la que más.
EI: ¿Crees que se hizo famosa por su relación con Alba?
Adrián: Yo creo que Dulceida estaba en su mejor momento, pero creo que también perdió muchos otros seguidores.
EI: ¿Tú te dedicas a tiempo completo a las redes sociales?
Adrián: Sí. A la gente le sorprende porque yo no monetizo mucho. Hago mis cositas, pero prefiero dedicarme a esto y no trabajar en otros sitios, prefiero esperar a tener algo. Pero por ejemplo sí que vendo mi contenido a otros, cuando tengo una idea la vendo en mi agencia. Desde el privilegio en el que estoy no me gustaría volver a tener un trabajo "normal", uno creativo vale, pero ponerme a doblar el lomo a nadie le apetece. Prefiero estar haciendo una entrevista aquí contigo que estar en el Druni trabajando.
EI: Mencionas en tu libro que la cancelación no existe.
Adrián: No existe pero me da miedo. Es como el coco. Todos los días que subes algo lo piensas... "y si... ¿y si es mi momento?" (bromea). Hay días que tienes que aguantar un aluvión, a mí no me ha pasado pero mira a Victoria Martín y Carolina Iglesias con lo de Estirando el chicle. Veías las redes y daba miedo. Y otra cosa que digo también es que la cancelación, si existe, es para los gays and girls, los tíos heteros no son cancelados. ¿Cuántas veces hemos cancelado a Pablo Motos y no ha pasado nada? ¿O a un violinista y no pasó nada? ¿O a un violador y llenó el WiZink?
"La cancelación, si existe, es para los gays and girls. Los tíos heteros no son cancelados"
Al final quienes hacemos esto somos nosotras, las gays and girls, quienes cancelamos y quienes somos canceladas. En el caso de Victoria y Carolina fueron las propias feministas quienes las cancelaron. Nos damos de ostias mientras ellos están tan tranquilos escuchando "Ferxxo en el mercho". Yo hablo mucho de la cancelación propia, si alguien no te gusta no la sigues, la bloqueas y no hablas de ella. Pero no voy a hacer una campaña para darle más bombo. También es importante pedir perdón. Hay que normalizarlo porque todo el que tiene boca que se equivoca.
EI: Aunque eso no le valió al rey Juan Carlos.
Adrián: No, y nunca le valdrá. Porque él no tiene la culpa de nada [se ríe].
EI: Última pregunta. Tu libro es crítico pero nace de la admiración de la cultura pop y de la cultura de la celebrity.
Adrián: Sí, la admiración de vivir del cuento.
EI: ¿Crees que habrá un momento en el que haya alguien que habla de ti con la misma admiración?
Adrián: Lo que me da miedo es que yo pase a otra esfera y que cuando una suprema se muera nazca otra. Que nazca una salseología de salseología. Si fuera mi becario pues bueno. Pero siendo muy Lydia Lozano es que nadie hace lo que yo hago como lo hago yo. Para bien o para mal. Así que espero que pase, yo seguiré con lo mío que no va a ser esto siempre. Algo que me dicen siempre que tengo bueno es que tengo visión de futuro, empecé sin saber lo que quería pero a día de hoy sí.
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