No era la primera vez, pero sí parecía la definitiva. Lara Álvarez y el piloto de aviación Perico Durán han puesto fin a su relación tras seis meses de noviazgo. "A veces con quererse no basta", ha declarado la presentadora al periodista Javier de Hoyos, confirmando así lo que desde hacía días se barruntaba en redes sociales: la desaparición de sus imágenes juntos en Instagram apuntaba a una ruptura, que ahora es oficial.

Lara y Durán en Egipto en diciembre de 2024, en una de las imágenes que compartieron en redes sociales y que ambos han borrado.

El reencuentro entre Lara y Perico había despertado la simpatía del público. No en vano, ambos mantuvieron un breve idilio en 2012, antes de que sus caminos se separasen y sus vidas tomaran rumbos distintos. Trece años después, y un hijo para Durán, se dieron una segunda oportunidad, esta vez con la madurez de la experiencia y la naturalidad que la asturiana suele imprimir a sus relaciones públicas. Compartieron viajes –París, Egipto, su tierra natal– y gestos de complicidad que no pasaron inadvertidos para sus seguidores. Sin embargo, ni la química ni el cariño han bastado para consolidar una historia que, según fuentes cercanas, ha terminado de forma amistosa.

La pareja durante su primera etapa como novios, en 2012.

"Con el mismo respeto y amor que hemos vivido nuestra relación, hemos roto", habría añadido Álvarez, en unas palabras que reflejan el tono cordial con el que la pareja ha decidido poner punto final. De hecho, aunque han eliminado sus fotos juntos, ambos continúan siguiéndose en redes sociales.

Piloto y divulgador

Durán, que combina su carrera como piloto con una activa presencia en redes, se ha hecho un nombre como divulgador aeronáutico. En sus publicaciones –donde explica desde fenómenos atmosféricos hasta curiosidades de cabina– ha ayudado a muchos seguidores a perder el miedo a volar con un estilo didáctico y cercano. Esta faceta pública fue también uno de los puntos de conexión con Lara, quien suele valorar el compromiso con la comunicación y el bienestar emocional.

Lara Álvarez, de 38 años, ha mantenido a lo largo de los años una vida sentimental muy seguida por los medios. Conocidas son sus relaciones con Fernando Alonso, el empresario Román Mosteiro o el modelo Andrés Velencoso. Pese a la exposición mediática, siempre ha tratado de proteger cierta intimidad, evitando entrar en polémicas o dar detalles innecesarios. Su ruptura con Perico Durán confirma, una vez más, que ni la afinidad ni el afecto garantizan una historia duradera, y que incluso las reconciliaciones con historia pueden no tener final feliz.