Álex González, reconocido actor español de 44 años, ha encontrado en Camila Rojido, cirujana estética de 32, la estabilidad emocional que buscaba tras una década de relaciones públicas y proyectos exigentes.

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Con casi dos años de relación, la pareja ha construido un vínculo basado en confianza mutua y discreción, pilares que González considera esenciales para mantener la armonía entre su vida profesional y personal, según informa Europa Press.

Desde que iniciaron su romance en mayo de 2023 —tras la ruptura del actor con María Pedraza—, ambos han priorizado la intimidad. González, conocido por papeles en El Príncipe y Vivir sin permiso, ha señalado que esta actitud responde no solo a su profesión, sino a un principio personal: "Hablar de mi vida implica hablar de la mitad de la vida de otra persona, y eso debe respetarse"

Aunque evitan las publicaciones en redes sociales, gestos como el vídeo romántico que Rojido compartió en su 44.º cumpleaños —con besos en una playa al atardecer— revelan la profundidad de su conexión.

El actor ha destacado cómo la seguridad que ambos comparten permite gestionar los retos de su trabajo. "Ella entiende que mi profesión implica relacionarme con muchas mujeres, pero lo vive con naturalidad"

Esta dinámica se complementa con esfuerzos activos por compartir tiempo de calidad, ya sea en rodajes —donde Rojido lo acompaña ocasionalmente— o en escapadas como sus vacaciones en Ibiza en 2024, donde mostraron complicidad en paseos y cenas.

Más allá de los grandes gestos, González enfatiza que su bienestar radica en momentos cotidianos: hacer deporte, reunirse con amigos o disfrutar de la tranquilidad doméstica. Esta filosofía alinea con su madurez actual: "Antes buscaba emociones fuertes; ahora valoro la sencillez y construir algo duradero". 

La pareja incluso explora proyectos conjuntos, como su participación en la productora de la serie Ladrones, donde González actúa y produce.

Aunque evitan especular públicamente, fuentes cercanas sugieren que la paternidad podría ser un paso natural. El actor ha admitido que, tras interpretar a un padre en Desde el mañana, reflexionó sobre su deseo de formar una familia: "Si encuentro a la persona correcta, me encantaría"

Con Rojido, parece haber encontrado no solo un amor estable, sino una aliada en su búsqueda de equilibrio entre el éxito profesional y la plenitud personal.

En un medio donde las relaciones suelen ser efímeras, la historia de González y Rojido destaca por su autenticidad silenciosa —una prueba de que, como afirma el actor, "la felicidad no necesita espectadores".

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