La Reina Letizia ha vuelto a demostrar su maestría en el equilibrio entre elegancia y funcionalidad durante su visita a Brañosera (Palencia) junto al Rey Felipe VI, con motivo del 1.200° aniversario del Fuero de Brañosera, considerado el primer documento municipal de España. 

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Según informa Europa Press, ha sido un acto cargado de simbolismo histórico, la monarca recuperó un traje de dos piezas en tono berenjena de la firma Bleis Madrid, ya visto en ocasiones anteriores, que se ha consolidado como uno de los favoritos de su guardarropa por su versatilidad y corte favorecedor.

El conjunto, compuesto por una chaqueta entallada con hombreras estructuradas y pantalón recto de tiro alto, destacó por su adaptación a las condiciones climáticas de la montaña palentina, donde las bajas temperaturas obligaron a dejar atrás los vestidos ligeros propios del inicio del verano. 

La Reina lo combinó con una blusa blanca de cuello lazado de Hugo Boss, mocasines con tacón cuadrado de Massimo Dutti —recurrentes en sus looks de entretiempo— y su bolso Doma Insignia Satchel de Carolina Herrera, creando una silueta sofisticada sin sacrificar la comodidad.

Este regreso a la sastrería clásica, tras semanas dominadas por vestidos florales y tejidos ligeros, subraya su habilidad para reinterpretar piezas atemporales. El color burdeos, tendencia en alza esta temporada, aportó un toque de modernidad al conjunto, mientras los detalles dorados en los pendientes de PdPaola añadieron luminosidad al estilismo. 

La elección refleja también su pragmatismo: el mismo traje había sido utilizado en noviembre de 2024 durante un encuentro con deportistas olímpicos, demostrando su compromiso con la reutilización de prendas.

Más allá de la indumentaria, la visita destacó por la conexión emocional de los Reyes con los 253 habitantes de Brañosera. La Reina, en particular, desplegó su característica cercanía, interactuando con niños que le entregaron dibujos y posando para fotografías con los vecinos, gestos que reforzaron el simbolismo de un acto centrado en los orígenes del municipalismo español. 

El evento, empañado inicialmente por un retraso de dos horas debido al mal tiempo que obligó a cambiar el transporte en helicóptero por desplazamiento terrestre desde Santander, culminó con la firma en el Libro de Honor del Ayuntamiento y la recepción de un facsímil del histórico fuero.

Esta aparición refuerza el papel de Doña Letizia como embajadora de la moda española, al tiempo que evidencia su capacidad para adaptar el protocolo real a escenarios rurales, combinando solemnidad institucional con calidez humana.

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